Si alguien aterrizaba de apuro en Río Cuarto y leía todo lo que dice el expediente y lo que cronican los medios sobre el abogado Daniel Lacase y luego escuchaba su declaración ante jueces y jurados, habría quedado desconcertado. El Lacase de ayer parecía un mellizo bueno. Alguien que no tenía nada que ver con el otro.
Daniel Lacase llegó sin apuro y se fue sin sufrir apuros. No disparó contra sus “ex amigos” Marcelo Macarrón y Miguel “El francés” Rohrer, defendió al esposo de Nora Dalmasso, y se limitó a limpiar, quirúrgicamente, distintos hechos en los que lo hicieron participe en el expediente y en los testimonios. Para esclarecer el crimen ocurrido en la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2006, en la vivienda de los Macarrón-Dalmasso, en el barrio de Villa Golf, en principio, no aportó demasiado.
Cabe recordar que durante el desarrollo del juicio, el abogado ha sido actor protagónico, ya que ha estado presente en buena parte de los testimonios.
En tanto, el expediente dice que acompañó a Macarrón a Punta del Este pese a que el resto de sus amigos no querían que lo hiciera; conversó en el viaje de regreso desde el país vecino con los policías que “investigaban” la escena del asesinato; actuó de vocero del médico traumatólogo en los primeros tiempos posteriores al hecho; uno de los primeros abogados defensores era su socio; y hasta habría ayudado a sembrar al menos dos pistas falsas, entre otras intervenciones.
Lacase, el abogado laboralista que ofició de representante legal de Macarrón (62) al principio del caso, negó haber sido el vocero del viudo, aseguró que sus opiniones “eran personales” y expresó que se excedió al aportar detalles de lo sucedido a la prensa.
Coincidió, de este modo, con la línea argumental de su ex amigo, pero no con el testimonio de Facundo Macarrón, en el inicio del juicio, que aseguró que se equivocaron en aceptar los consejos del corpulento abogado.
Al declarar como testigo en la 18° audiencia del juicio por jurados que se le sigue a Macarrón por instigar por el crimen de su esposa, Lacase (67) admitió que fue él quien insistió en que “se investigara” como sospechosos a quienes habían participado de un asado la noche previa al crimen, entre ellos el entonces secretario de Seguridad provincial, Alberto Bertea, y su asesor Rafael Magnasco.
“Yo insistí con que se investigara esa noche. Que se investigara toda la noche de Rio Cuarto”, sostuvo en referencia a un encuentro realizado el 24 de noviembre del 2006 en la casa de Nicolás Curchod, del cual participaron Bertea y Magnasco.
En un tramo de su exposición, Lacase también lloró. Fue al asegurar que durante la instrucción de la causa, a una de sus hijas la amenazaron con hacerle lo mismo que a Dalmasso.
Más adelante, aclaró que fue muy amigo de Macarrón y Dalmasso y que luego se alejaron “dadas las circunstancias”.
Nora Dalmasso.
Recordó cuando le dio a Macarrón la noticia del asesinato de Nora y cómo viajaron de regreso, desde Punta del Este a Río Cuarto. “Él estaba devastado y sigue devastado”, apuntó.
Un par de metros a la izquierda, Macarrón también lloraba.
La situación conmovió al presidente del tribunal, que le ofreció una servilleta de papel.
Cuando el fiscal Julio Rivero le preguntó por qué María del Carmen Pelleriti de Gahona, dijo que Nora le tenía miedo y que ella también. Incluso, la mujer señaló que “si aparezco muerta, busquen a Lacase”.
El abogado especuló que esos dichos pudieron darse porque en el 2013 le embargó la casa a Pelleriti de Gahona, por una deuda de su ex esposo.
Además, negó haber tenido contacto con el grupo de policías liderados por Rafael Sosa, que impulsaron la imputación del pintor Gastón Zárate. Cabe recordar que fue investigado por pagar la estadía del grupo policial en el Hotel Opera de Río Cuarto y Zárate contó que cada vez que Sosa y sus muchachos lo interrogaban ponían el celular en “manos libres” para que del otro lado escuchara Lacase.
El abogado Lacase declara ante el tribunal por el crimen de Nora Dalmasso. (Foto: Ismael Britos / Télam).
Para continuar con el clásico local frente al ex secretario de Seguridad de la provincia, Alberto Bertea, lo acusó de haber traído a Río Cuarto a “cinco policías que después nos enteramos eran muchachos armadores de causas”.
Según su punto de vista, Bertea “perdió su puesto por el zafarrancho que hizo con la investigación y no por ser amigo de Rafael Magnasco (acusado falsamente de ser amante de Nora y autor del crimen)”.
Luego recordó que entregó a la Justicia la lista de personas que habían estado con Miguel Rohrer en Buenos Aires el día del crimen, por pedido de “un policía pelado del grupo de Sosa”.
Hubo dos detalles que permiten inferir que la realidad puede marchar por otro camino. Uno, en el que admitió que su estudio tramita la declaratoria de herederos del viudo. El otro, en el que probablemente mostró la aparición de su “inconsciente”. Fue cuando se refirió a su alejamiento de “El francés”, el otro integrante del trío de amigos con Macarrón. Dijo: “Hubo una desaparición de (Miguel) Rohrer de Río Cuarto (…) él tenía amigos más íntimos donde se refugió”. Increíblemente, nadie atinó a preguntarle por qué debía refugiarse.
Marcelo Macarrón. (Foto: Laura Lescano / Télam).
LA IMPUTACIÓN
En este caso, el único imputado es Macarrón, que está acusado de instigar el asesinato de quien fuera su esposa. Lo acusa del delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, que contempla prisión perpetua.
Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, en fecha que no se puede establecer con exactitud, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Marcelo Macarrón “en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen”.
Para el fiscal Pizarro, el móvil fue económico, porque Dalmasso y Macarrón atravesaban una crisis conyugal y Nora habría querido divorciarse. En ese marco, el hombre no habría querido dividir los bienes conyugales. Está acusado de contratar un sicario, de facilitarle el acceso a la vivienda y de planear una simulación sexual para justificar el hecho.
COBERTURA
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