“Ni ganas de venir”; “No conozco a los candidatos”; “Tengo poca expectativa”; “Mi vida sigue igual gane quien gane”… fueron algunas de las frases que se oyeron en la puerta de las escuelas. El desinterés en la elección municipal más postergada de la historia de Río Cuarto y atravesada por una pandemia se tradujo en las urnas: sólo el 49,96% del padrón fue a poner su voto.
Ya en la edición anterior, en 2016, se hablaba de una “baja participación” cuando el 63% de los ciudadanos fueron a cumplir con su derecho (y su obligación). En aquella oportunidad la puja por alcanzar el gobierno municipal también se polarizó entre radicales (en alianza con el Pro) y peronistas, tal como sucedió ayer en la capital alterna de la provincia de Córdoba.
La jornada comenzó más tarde de las ocho en algunas escuelas, como la Bernardino Rivadavia, lo que generó malestar en el electorado que ya estaba esperando para votar. En este caso, la ausencia de los presidentes de mesa y de cuatro de los cinco “facilitadores”, designados para hacer cumplir el protocolo de bioseguridad, demoró el armado de las mesas. “Había gente en la puerta desde las 8 y recién pudieron sufragar a las 8.50”, explicó una persona implicada en dicha actividad, a este medio. Esta situación se repitió en distintas escuelas de la ciudad y desde Juntos por Río Cuarto aseguraron que hubo gente que se volvió a la casa sin votar. Además, y por este motivo, desde el partido pidieron a la Junta Electoral extender el cierre de la votación pero no hubo lugar.
Más allá de un malestar por la cuestión económica que en las encuestas aparece como la principal preocupación de los riocuartenses, el factor Coronavirus también se hizo notar. Días atrás, un médico integrante del Comité Sanitario Permanente Municipal dijo a Puntal que había 1.500 personas aisladas por ser Covid-19 positivo o contacto estrecho, que no iban a poder asistir a la elección. Además, desde la Junta Electoral informaron que los integrantes de grupos de riesgo también podían permanecer en sus casas.
La lluvia fue otro condimento que no colaboró con la motivación ciudadana. Durante la mañana llovió hasta que pasado el mediodía el cielo se fue limpiando. “A la siesta, hubo momentos en que no vino nadie”, dijo un fiscal que estaba haciendo su tarea en la escuela Dante Alighieri.
Las colas con distanciamiento para votar en Río Cuarto. (Foto: gentileza Telefe).
El protocolo de bioseguridad dispuesto por el Coe Central habilitaba entre 250 y 270 personas por establecimiento. Media hora antes de la votación, se estimaba que la mitad de los electores habían pasado por allí y el número final se terminó de confirmar más tarde.
Además, para esta elección se amplió a 47 escuelas, una vecinal y un club los lugares disponibles para las 463 mesas de votación, lo que agilizó el trámite. Tanto los electores como los representantes de partidos políticos coinciden en que se aplicó bien la norma, que se logró la distancia social y que llegaron los kits de sanitización como estaba previsto. Al ingreso de cada centro de votación, un “facilitador” rociaba las manos de los votantes con alcohol y controlaba el uso de barbijo, además de orientar en la ubicación de la mesa.
Otro aspecto que también fue valorado por los riocuartenses fue la implementación del padrón georeferenciado para evitar que la población se movilizara más allá de 10 cuadras de su domicilio. Esta vez, las personas pudieron votar en la escuela de su barrio, o al menos, la más cercana a su casa.
REFERÉNDUM CON DUDAS
La elección de intendente en Río Cuarto estuvo acompañada por un referéndum popular para modificar la carta orgánica con dos cuestiones: una, fijar el comienzo de las sesiones del concejo deliberante en febrero; otra, la constitución de una junta electoral permanente. Para avanzar con estos cambios, es necesario contar con la aprobación de la ciudadanía y ayer el “sí” ganó en ambos.
Sin embargo, la mayoría de las personas consultadas en un recorrido por los centros de votación reveló que la gente no estaba instruida en la relevancia de estas modificaciones. Incluso criticaron que hubo más información sobre la elección de candidatos, que difusión de esta cuestión promovida por el cuerpo legislativo. “Me enteré hace poco del referéndum”, contó una mujer de 35. “El intendente hizo campaña pero nadie se enfocó en informar por qué teníamos que votar por sí o por no”, añadió su hermana de 31.
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