La elección municipal de la ciudad de Río Cuarto, es una elección importante, que se realiza en un contexto inédito, con la pandemia de coronavirus en curso y una crisis sanitaria y económica derivada de ella. También hay que señalar que las encuestas previas indican la existencia de un escenario de “empate técnico” con una luz de ventaja a favor del oficialismo de Hacemos por Córdoba.
Dos lecturas serán las dominantes de la victoria electoral: Si el triunfo es para el peronista Juan Manuel Llamosas, será por su la “gestión local” y su pertenencia al PJ de Córdoba y a la figura de Juan Schiaretti, en primer orden; y por la unidad de los distintos sectores del peronismo, en segundo orden. Si el vencedor es el radical Gabriel Abrile y la alianza de Juntos por el Cambio, será una derrota del presidente Alberto Fernández, el frente peronista en el poder, y su programa populista y un impulso a la oposición de centro-derecha en el país.
Río Cuarto tiene poco más de 136 mil electores, está en el corazón de la Pampa Húmeda cordobesa, y es capital alterna de la provincia y la Argentina.
Probablemente en condiciones normales, el comicio hubiera admitido otro tipo de análisis, con más certidumbres, pero con una sociedad cruzada por el COVID-19, con más de 9 mil contagiados en la ciudad, es necesario agregarle una porción de incertidumbre.
Como bien señaló Norman Berra, en una columna de análisis en base a las encuestas previas al comicio, “el oficialismo podría obtener entre 37% y 40% de los votos, mientras que la principal fuerza opositora rondaría entre 34% y 35%. Si bien considerando la covarianza tenemos un escenario de empate técnico, habría una luz de ventaja a favor del oficialismo; habrá que ver cómo juegan estas tendencias en la semana final previa a la elección”.
VER Sur, Río Cuarto y después: la elección de intendente que se viene y las encuestas.
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Un factor abierto, a tener en cuenta, será la cantidad de votantes: en principio, casi el 65% señala su voluntad de participar, un número similar al de la compulsa electoral de 2016. Sin embargo, casi un 9 por ciento adelanta que no tiene decidido qué va a hacer el domingo. No hay nuevos trabajos de opinión pública de esta semana, que aborden esta hipótesis y que hayan afinado el comportamiento de este sector social ni cómo se comportaría en caso de concurrir a las urnas.
Otro factor a considerar, y también abierto, es que en un escenario de paridad y polarización, los votantes de fuerzas menores tienden a inclinarse por alguno de los dos bloques en pugna. Los sondeos no detectaron movimientos en ese sentido, pero fueron hechos hasta dos semanas antes del 29.
Tampoco hay que menospreciar el desempeño potencial de Pablo Carrizo, que aparece como un “outsider” y anti-sistema, en un momento de incertidumbre y de cuestionamiento a las instituciones. Según las encuestas que se realizaron, aparece con un sólido porcentaje de votos, que oscila alrededor de los 10 puntos porcentuales (pp.), un poco por encima del obtenido en 2016, pero no hay indicios de posibilidades superiores. Si finalmente creciera, habría que ver de dónde surge ese nuevo caudal. En principio, esta solidez le da firmeza frente a la aparición de una tendencia de voto útil, es decir que no sufriría un drenaje importante de sufragios frente a esta posibilidad.
Si bien, las elecciones locales se definen, en primer lugar, por componentes locales, muchas veces el marco general, sea provincial o nacional, en el que suceden los comicios puede adicionarle componentes que modifiquen el comportamiento electoral de su población.
Aquí es donde entran la crisis sanitaria y económica. Ambas en proceso y sin evidencias concretas de final (factor futuro), por un lado, y con fuertes secuelas o consecuencias sociales, sanitarias y económicas, por el otro (factor pasado y presente). Este segundo tramo de la situación ha desgastado tanto a los gobiernos, nacional, como provincial y municipal de Río Cuarto. La profundidad de este desgaste y la elaboración política y social que haya realizado la sociedad sobre lo que está sucediendo, son elementos que despiertan fuertes incógnitas para esta elección.
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Alrededor de esta cuestión aparecen una serie de datos, que muestran el cariz ideológico del comportamiento sanitario de la sociedad: en el escenario país, los votantes de Alberto Fernández han sido más proclives a medidas restrictivas en favor de la salud pública, mientras que los de Juntos por el Cambio, han manifestado su apoyo a las posturas anti-cuarentena. En Córdoba, Fernández consigue un bajo nivel de imagen pública y en Río Cuarto, según CB Consultores, tiene diferencial negativo (-14,6%, 41,4% de imagen positiva y 56% de Negativa). Puede ser un indicador que explique el “volantazo” de Llamosas en la última semana, aumentando las medidas de flexibilización sanitaria en la ciudad (los sondeos muestran más preocupación por la economía que por la salud). Esto es, despegarse de la idea que liga al gobierno nacional con las restricciones sanitarias o la crisis económica resultante (7 de cada 10 riocuartenses dicen que están peor que antes de la pandemia).
Sin embargo, es probable que el bajo nivel de adhesión a la imagen de Fernández esté ligado, sobre todo, al concepto matriz que parece orientar a la porción mayoritaria del electorado cordobés: la oposición al peronismo clásico, hoy representado por el Frente de Todos, una alianza entre el PJ de los gobernadores, el kirchnerismo y Sergio Massa. Ese sujeto socio político es el que ha nutrido, desde 2015, al macrismo en el ámbito nacional, y al peronismo cordobés en la provincia.
La cuestión en Río Cuarto, es si ese electorado identifica a Llamosas con Schiaretti o lo separa. A tal punto, que todo lo que pierda el actual jefe comunal de ese sujeto socio-político irá directo al caudal de Abrile y, a la inversa, todo lo que gane se lo restará al médico radical. La aparición de Schiaretti, que había tenido baja participación en la campaña, en Instagram, con un mensaje a favor de Llamosas y llamando a votar por el futuro, parece ir en ese sentido y con destino a movilizar al votante que tiene menos de 30 años.
>> COBERTURA
VER Elecciones en Río Cuarto: Los discursos y los gestos de Llamosas y Abrile.
VER Quién es Pablo Carrizo, el candidato que asoma en tercer lugar en las elecciones de Rio Cuarto.
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