Por encima del hormigón que se está resquebrajando y que se movió varios centímetros hacía abajo de la cámara de inspección cloacal, pasan centenares de autos todos los días. Sin embargo, a pesar del alerta de los vecinos, la Municipalidad todavía no ha realizado ninguna intervención. El lugar es la esquina de Jacobo Joule y Juan Nepper, en el barrio de Villa Belgrano, en el noroeste de Córdoba Capital.
La situación fue denunciada durante una audiencia judicial realizada el pasado 20 de marzo, en el marco del tratamiento de un recurso de amparo presentado por el centro vecinal de Villa Belgrano. En la oportunidad, las vocales de la Cámara Contencioso Administrativa N°2 de Córdoba, Daniela Susana Sosa y María Soledad Puigdellibol, citan en el acta de la reunión el compromiso del municipio: “El arquitecto (Gustavo) Rebord (subsecretario de Planeamiento de la comuna) manifiesta que se comunicará con la Administración Provincial de Recursos Hídricos en forma inmediata (APRHI) para que envíe un inspector a los fines de resolver el hundimiento del pavimento conforme fue denunciado por el Centro Vecinal en las calles Nepper y Joule”.
Dos semanas después, el miércoles 3 de abril, y pese al compromiso en sede judicial, este medio pudo corroborar que todo sigue igual y que no se han realizado intervenciones en el lugar. Tampoco ha habido nuevas comunicaciones de parte del municipio sobre este tema. Todo parece haber quedado “a la buena de Dios”.
Cabe recordar que este barrio no cuenta con el servicio de cloacas y los vecinos siguen utilizando pozos negros para los efluentes domiciliarios. Sin embargo, en una parte del barrio se realizó la obra de tendido de caños de la red cloacal troncal, pero esta no se encuentra habilitada. Justamente, el problema planteado por los vecinos se produce en un lugar en el que se construyó una cámara de inspección cloacal y un nudo conector de caños que provienen desde otras arterias.
Sobre el pozo que se cavó y sobre el que se asienta un parche de hormigón, los vecinos no pueden precisar su profundidad. Algunos hablan de cuatro y otros de seis y hasta ocho metros. El temor es que se haya producido algún deslizamiento de material o socavón y que por ese motivo se esté deteriorando la cobertura de hormigón en la superficie.
Uno de los arquitectos que viven en el barrio y trabaja con la comisión de vecinos explicó qué es lo que hay debajo del parche de hormigón. “Es una cámara de la red de cloacas, una cámara de inspección. La cámara se hizo cavando grandes pozos en algunas esquinas y calles del barrio. A su vez, esos pozos que iban a ser cámaras se unieron con caños. Primero se hicieron los túneles con una maquina tunelera y luego se bajaron los caños y se iban enchufando hasta que llegaban al otro pozo”, describió.
Precisó luego que “el de Joule y Nepper es uno de los más profundos y tenía más de 6 metros de diámetro. Allí entró la tunelera primero y luego se fueron bajando los caños. Cada caño tenía un largo de 6 metros. El diámetro del pozo tiene que ver con eso, que debe entrar el caño de 6 metros de longitud”.
Señaló también que “esa losa que se está quebrando está tapando un pozo que es profundo. De Joule y Nepper sale un caño por Joule que va en pendiente hasta el club Lasallano”.
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