A partir del dato recibido de una denuncia anónima, la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos de la Seguridad Social (UFISES) logró investigar y determinar que en la Unidad de Atención Integral de ANSES de la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, se habrían efectuado maniobras fraudulentas en el trámite de los beneficios jubilatorios de sus propios empleados, retrasando deliberadamente y sin justificación alguna el otorgamiento de las prestaciones. El objetivo de esta maniobra era lograr que los beneficiarios cobren retroactivamente la mayor cantidad de haberes posibles.
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Según explicó la UFISES en un comunicado, la normativa de la ANSES prevé que las retribuciones que recibe el peticionante trabajador de la administrador pública nacional mientras se halla en pleno trámite su solicitud del beneficio jubilatorio (entre que presentó el trámite y se aprobó su beneficio), no deberán ser devueltas al momento de aprobarse la ubicación, ni serán impedimento para que se liquide el retroactivo jubilatorio correspondiente por ese lapso.
Valiéndose de esta prerrogativa, los empleados desleales que solicitaban la prestación se valían de una maniobra en complicidad con los agentes autorizantes de esa repartición, para que demoraran el trámite todo lo posible con el fin de “estirar” el doble cobro, estafando de ese modo al fisco.
Tal situación remite a lo sucedido en el Ministerio de Educación de Córdoba y puesto de manifiesto por una investigación de ENREDACCIÓN. En el caso cordobés, la normativa obliga al agente ya jubilado a devolver al fisco lo cobrado en exceso durante los meses que llevó el trámite. Justamente por esa razón es investigado el director de Recursos Humanos de ese ministerio en Córdoba, Miguel Barella, por haber “dejado caer” por prescripción los reclamos que debió hacer a los agentes beneficiados por el cobro doble. Se investiga si fue por simple negligencia o bien si se trató de una maniobra deliberada en connivencia con los beneficiarios.
PLENO CONOCIMIENTO
En Posadas, en cambio, el “beneficio” era más directo. En algunos de los casos investigados se llegó a comprobar una demora de hasta cinco meses sin justificación alguna, incluso en agentes que únicamente habían prestado servicios en la ANSES y no requerían realizar la certificación de sus servicios. De ese modo, los empleados se garantizaban la percepción de varios meses de haberes mientras continuaban cobrando su sueldo hasta que les saliera la jubilación, para finalmente recibir el retroactivo por el todo.
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