Si bien el presidente Alberto Fernández volvió a utilizar un discurso general de “unidad nacional”, las medidas que anunció y los ejes temáticos que plantó en el discurso de Apertura de Sesiones Legislativas, indican que decidió pararse de uno de los lados de la grieta política. Si bien su discurso económico apuesta a una versión menos radicalizada respecto del recetario populista, se expresó por la desdolarización de las tarifas de los servicios públicos, la regulación de las telecomunicaciones y la promesa de investigar penalmente a los que decidieron el endeudamiento externo del tramo 2015-2019.
El año pasado, Fernández apareció como un presidente componedor, tratando de apelar a la moderación política, el eje que en definitiva lo llevó al sillón de Rivadavia. En cambio, este lunes 1 de marzo de 2021, dejó atrás ese período y expresó una versión más decidida y orientada a consolidar un proceso político y económico que desarme las bases neoliberales plantadas por el ex presidente Mauricio Macri, entre 2015 y 2019. Por eso, sin mencionarlo, también lo eligió como rival.
Fernández cambió, además, el tono del relato oficial. Implica un pase a la ofensiva, o al menos un intento, para tratar de sortear la crisis económica y sanitaria con otros recursos.
También enfatizó dos líneas que serán claves, en términos electorales en las legislativas de este año, y de sustentabilidad política del gobierno del Frente de Todos: la velocidad de la vacunación y el nivel de los salarios de los trabajadores para recuperar el consumo interno.
Dijo sobre las vacunas que “seguiremos trabajando incansablemente para conseguir las vacunas” y resaltó que Argentina y México “producen juntos la vacuna de Oxford/AstraZeneca para todo el continente latinoamericano”, a lo que se suma la participación del país en “COVAX, el fondo para la provisión organizada y solidaria de vacunas promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Agregó que “hemos iniciado el mayor operativo de vacunación de la historia argentina, y vamos a avanzar semana a semana”. Planteó que “ese plan tiene reglas muy claras que se deben “cumplir, por lo que si se cometen errores, la voluntad de este Presidente es reconocerlos y corregirlos de inmediato”.
En esa línea, expresó en referencia al vacunatorio VIP y al pedido de renuncia del ministro Ginés González García, que “cuando se dijo que aquellas reglas habían sido transgredidas, me he encargado de recabar la información pertinente. Aun cuando en lo personal me causaran mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían”.
Luego abordó el tema inflación y salarios, indicando líneas generales, pero manifestando la intención de recuperar el salario real, que perdió cerca de 20% respecto de 2015. “Queremos hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen, el sistema capitalista fracasa en el mismo instante en el que los que consumen son expulsados del mercado”, dijo Fernández.
Señaló que “para nosotros la recuperación de los ingresos reales constituye un elemento fundamental para el crecimiento, esta recuperación es un objetivo prioritario para 2021. Queremos una economía inclusiva, productivamente dinámica, macroeconómicamente estable, federal y soberana. Por eso, convocamos a empresarios, empresarias, trabajadores y trabajadoras, universidades, sociedad civil, y científicos, para integrar el Consejo Económico y Social que lanzamos recientemente con sentido plural”.
Y completó en ese sentido: “Proponemos incrementar el mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias. Recuperar el salario medio es un desafío que debemos asumir. Quiero pedirle a este cuerpo que apure el tratamiento de la ley que facilita la reducción del impuesto a las ganancias”.
En términos de política lanzó dos planteos que muestran la decisión oficial de instalar una agenda de disputa con el bloque de centro-derecha, ahora que se encuentra en discusión el rumbo del gobierno como consecuencia de la doble crisis económica y sanitaria.
Una es la decisión de llevar a la Justicia el endeudamiento externo impulsado por Macri desde 2017, que endeudó al país con el FMI en 44 mil millones de dólares.
“Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos”, disparó sin anestesia.
“Hay que determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”, dijo el presidente.
La otra es la fuerte crítica a la Justicia y la Corte Suprema en particular. “Es el “único poder que parece vivir en los márgenes de la democracia y está en crisis”, planteó el titular del Ejecutivo. En esa línea, adelantó que propondrá a los gobernadores de las provincias la creación de un Tribunal Federal de Garantías que aborde “exclusivamente cuestiones de arbitrariedad para evitar manejos discrecionales por parte de la Corte Suprema”.
En alusión directa al fiscal Carlos Stornelli, afirmó que “en la Argentina de hoy, hay un fiscal procesado por delitos tan severos como el espionaje ilegal de ciudadanos o el de extorsión que sigue en funciones como si nada de esto lo afectara”.
“También observamos, como sale a la luz un perverso sistema en el que se entremezclan jueces, fiscales, pretensos espías y reconocidos periodistas para hacer un seguimiento ilegal de personas detenidas y para montar extorsiones judiciales: todo se sabe y todo sigue transcurriendo como si nada pasara”.
Respecto de la Corte, reprochó que el acceso “a la declaración jurada de los bienes de sus miembros es virtualmente imposible” y el corporativismo del alto cuerpo judicial: “Muchas veces lograr permanecer en sus cargos más allá del tope de edad que la Constitución impone, de 75 años”.
Por último, el presidente anunció que enviará un proyecto de ley para desdolarizar las tarifas de servicios públicos, un pilar de la política neoliberal desarrollada por el gobierno de Cambiemos, y que generó una brutal transferencia de ingresos desde los usuarios residenciales, comerciales, industriales y de servicios hacia las compañías prestadoras. También resaltó la política de regulación de los precios del sistema de telecomunicaciones.
El conjunto del discurso muestra que el frente peronista en el gobierno resolvió activar una serie de políticas que le permitan tratar de salir de la doble crisis y, a la vez, diferenciarse del bloque opositor en un año electoral en el que se jugará buena parte del futuro de la coalición oficialista.
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