“La diabetes, la obesidad y la hipertensión constituyen enfermedades crónicas que afectan a la población en general sin distinción de edades y requieren para su tratamiento procesos duraderos y costosos que, en muchos casos, alteran el desarrollo integral de las personas. Todas estas enfermedades son crónicas y sus tratamientos sólo se realizan a los fines de mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen”, afirma el concejal Juan Pablo Quinteros (Encuentro Vecinal), en la argumentación de una iniciativa presentada en el Concejo Deliberante de Córdoba para prohibir la exhibición de productos no saludables en la línea de cajas de los supermercados, hipermercados y farmacias.
Recuerda el proyecto que “según estudios realizados por el Ministerio de Salud de la Nación, actualmente, seis de cada diez adultos presentan sobrepeso en la Argentina. De los niños y niñas en edad escolar el 30 por ciento presenta sobrepeso, el 6 por ciento padece obesidad y el 50 por ciento de estos niños y niñas consumen más de dos bebidas azucaradas por día”.
Quinteros propone “prohibir todo tipo de publicidad, exhibición y ofertas de alimentos con alto contenido de azúcar o jarabe de maíz de alta fructosa, bebidas que contengan azúcar o jarabe de maíz de alta fructosa, en cualquiera de sus formas, de frutas artificiales o bebidas energizantes en proximidades inmediatas y de hasta tres (3) metros de las cajas registradoras de los supermercados, hipermercados y farmacias (de la ciudad de Córdoba)”.
Plantea establecer “multas fijadas entre 100 y 500 U.E.M., montos que en la actualidad van aproximadamente desde los 99 mil a los 332 mil pesos. Las sumas recaudadas serán depositadas en una cuenta especial destinada a campañas de prevención de la obesidad a realizarse en el ámbito de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Córdoba”.
El concejal expresó finalmente que “los fabricantes y vendedores de este tipo de productos desarrollan estudiadas técnicas de marketing como la colocación estratégica de estantes, góndolas, exhibiciones especiales y promociones de productos dirigidos especialmente a los niños en los supermercados, hipermercados y hasta en farmacias. Estos productos presentan un alto contenido de glucosa agregada, sodio o grasas trans y contribuyen a los niveles insalubres de consumo de estos productos, elementos nocivos para la salud, y en consecuencia a la epidemia de obesidad. Es responsabilidad del Estado promulgar leyes para mejorar el entorno de estos comercios con el objetivo de promover dietas saludables en especial orientada a generar hábitos saludables para los niños, niñas y adolescentes”.
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