Con 45 años y casi 28 de servicio, el comisario inspector Diego Oscar Rodríguez pasó a formar parte del equipo de investigaciones “particular” del fiscal de San Francisco, Bernardo Alberione.
Ocurrió hace dos semanas. Rodríguez fue “pedido especialmente por Alberione a la jefa (Liliana Zárate) en Córdoba”, contó una fuente policial de la capital provincial a este medio.
Rodríguez estaba al frente de la Zona 3 de la Departamental San Justo, con asiento en Las Varillas. Pero el jefe policial arrastraba diferencias con la nueva cúpula de esa unidad regional, encabezada por los comisarios Pablo Berardo y Víctor Quevedo. El llamado de Alberione le permitió escapar de esa situación y desde la fiscalía establecer una especie de doble comando, ya que desde allí se realizan las investigaciones de delitos complejos. Es decir, los “casos” resonantes.
Una fuente judicial de la capital provincial le confesó a ENREDACCIÓN que el movimiento, en realidad, es una jugada de Alberione, que se quedó sin una cúpula policial afín, como había sucedido en los últimos años, incluido el saliente comisario Mayor, Mauricio Rantica, que fue eyectado luego del escándalo de los amortiguadores. “Rodríguez, ahora, le responde a él y como es el de mayor rango de los policías que trabajan con los fiscales, apunta a ser un poco el jefe de todos”, dijo la misma fuente oficial.
Cabe acotar que en San Francisco hay cuatro fiscales: Alberione, Silvana Quaglia, Leonor Marina Faillá, y Oscar Alberto Gieco. Si bien todas las fiscalías tienen investigadores policiales que trabajan en la resolución de los casos en los que intervienen, todos los efectivos responden al Departamento de Investigaciones de la Regional. Esa práctica “de hecho” subsiste desde hace una gran cantidad de años y nació para darle “mayor agilidad” a la investigación judicial-policial. La única fiscalía de las cuatro que los tiene en comisión, es la de Alberione. ¿Qué significa en comisión? Que su sede de trabajo es directamente tribunales y que no reportan a la línea de mandos formal.
Por cierto, Rodríguez no llega con su expediente impoluto. En un operativo policial realizado el 30 de enero de 2012, fue acusado de encubrimiento de vejaciones y apremios ilegales en perjuicio de Ezequiel Martín Urán, en la ciudad de Las Varillas. En el expediente judicial dice que cuatro policías sometieron a Urán “a vejaciones y a apremios ilegales – lo patearon, le pisaron los testículos reiteradamente y le pegaron golpes de puño en los costados- (…) a la vista de los imputados”. Uno de los que miraba y no impidió ni denunció lo ocurrido fue justamente Rodríguez.
Sin embargo no es el primer jefe con antecedentes de “pesado” que llega a tribunales para trabajar con Alberione. Antes que Rodríguez estuvo en ese lugar el subcomisario Luis Daniel Díaz.
Díaz tiene acusaciones y causas abiertas por violencia de género y violencia familiar en San Francisco y por vejaciones, abuso de autoridad y hurto en Las Varillas.
El subcomisario se desempeñaba en comisión, en el equipo de investigación de delitos complejos de la fiscalía de Alberione. Luego de la denuncia de violencia familiar realizada por su ex mujer, pasó a revistar como jefe del Departamento Judiciales de la Unidad Regional de San Francisco y seguía organizando las guardias del Palacio Judicial. Como la situación se volvió insostenible, Díaz fue designado como jefe de la comisaría de Devoto, donde se encuentra actualmente. Llamativamente, llegó allí como un jefe sin posibilidad de usar su arma reglamentaria, dado había sido pasado a tareas “no operativas” a causa de las denuncias de violencia familiar.
El policía Díaz es investigado también por la fiscalía N°2 de San Francisco por amenazas y coacción en perjuicio de su ex mujer, en un sumario derivado del caso de violencia familiar. La fiscal a cargo del trámite es Silvana Quaglia.
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