Se enciende la luz amarilla en Alta Córdoba. Instituto cayó 47-77 contra San Martín y se quedó sin invicto, sin muchas certezas y con una goleada histórica en contra. Mateo Chiarini fue el único que llegó a la decena de puntos (10) en el equipo cordobés.
Sin dudas fue un baño de realidad para un conjunto que aspira en grande y que aún tiene tiempo de recomponerse en la “burbuja”. Ésta fue la primera derrota en cuatro partidos para Instituto (3-1), que bajó a la tercera posición en la Conferencia Norte.
Los correntinos jugaron un partido perfecto y desnudaron las falencias de “La Gloria” desde el primer minuto. San Martín salió a jugar el partido como si fuera una final, mientras que el equipo de Sebastián Ginóbili entró dubitativo, errático, y previsible.
El triple no fue factor en el albirrojo y las individualidades no tuvieron el mismo peso ante un rival que supo cómo defenderlas. Por eso el primer tiempo fue todo del “Rojinegro”, que se fue al descanso largo arriba por 32 a 17.
El arranque del segundo tiempo parecía dar lugar a la esperanza de una remontada, pero fue tan solo un espejismo. Desdibujado en ofensiva y sin encontrar el juego colectivo que pretende el entrenador, Instituto no pudo acortar distancias e ingresó al último cuarto perdiendo por 19 (55 a 36).
Con la confianza por las nubes y una fluidez ofensiva al ritmo de Gastón García, la figura de la noche con 22 puntos, San Martín utilizó los últimos diez minutos para agrandar aún más la diferencia (llegó a ser de 35) y festejar su cuarta victoria al hilo que lo pone en la cima de la Conferencia junto con Quimsa.
Para “La Gloria” fue la peor actuación en la “burbuja”, con porcentajes que llaman la atención. Terminó con un 20% en triples (4/20), 40% en dobles (15/37) y un bajísimo 38% en libres (5/13). El otro rubro crítico fueron las pérdidas de balón, permitiendo 15.
Además, ninguno de los cinco titulares logró pasar la decena de puntos: Lucas Reyes (2), Santiago Scala (8), Martín Cuello (4), Néstor Colmenares (2) e Ignacio Alessio (6). El “Sepo” tampoco encontró soluciones desde el banco, y la ausencia de Pablo Bertone (una semana afuera por lesión) se notó.
Cómo dice el dicho y la canción, habrá que “barajar y dar de nuevo”. En el mejor de los casos, el golpe recibido puede ser un puntapié para despertar. Esta vez, la alarma tiene color amarillo.
EL RESUMEN DEL JUEGO
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