Primero fue el intendente de Villa María, la tercera ciudad de la provincia, Martín Gill. Luego, el jefe de la bancada del PJ en el Senado, Carlos Caserio. Los dos, palabras más, palabras menos, dijeron lo mismo: 1) que a título personal apoyarán la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner; y 2) que van a militar por la lista corta del gobernador Juan Schiaretti. Traducido: el PJ de Córdoba piensa cosechar en dos canastas, la propia y la kirchnerista; una especie de colectora informal.
El análisis de las encuestas hasta las elecciones provinciales indicaba que el voto del gobernador Schiaretti aportaba en partes iguales para el presidente Macri, Cristina y una tercera opción distintas de las anteriores si se preguntaba por las preferencias para los comicios nacionales.
Todavía no se conoce un nuevo sondeo con las fórmulas cerradas para afinar esta mirada, pero con la jugada en marcha, el justicialismo cordobés aspira a retener dos tercios de los votos reunidos el 12 de mayo: los que buscan una tercera vía y la mayor parte de los que se inclinarán por Alberto y Cristina. Es, claramente, una mala noticia para la boleta de diputados K que responden a los Fernández, un espacio político cada vez más pequeño y con escasa representación institucional.
Como objetivo, Hacemos por Córdoba se propuso renovar los dos diputados propios que finalizan su mandato este año: Juan Brügge y Adriana Nazario. Para ello necesita reunir un piso de 15 / 16 por ciento.
La contrapartida es que no se expone frente al electorado propio, en el sentido de lo que sucedería si el PJ jugara de manera abierta con el kirchnerismo; conserva la unidad partidaria local; y deja abierta una puerta de negociación y articulación con un futuro gobierno peronista si triunfaran los Fernández.
También excede el argumento de que los intendentes y dirigentes del peronismo que apoyan al peronismo nacional ayudarán a fiscalizar el comicio. Se trata lisa y llanamente de un modo de captar al electorado peronista que votará la fórmula peronista frente a Mauricio Macri.
Así, la famosa lista corta del gobernador Juan Schiaretti, integrada por el legislador provincial, Carlos Gutiérrez, la secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, Claudia Martínez; el legislador provincial, Oscar Félix González; la secretaria de Equidad, Carolina Basualdo; el intendente de Alta Gracia, Facundo Torres; la presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano; el intendente de Brickman, Gustavo Tevez; la intendenta de Los Surgentes, Paula Córdoba; y el intendente de Saldán, Cayetano Canto, recibiría una parte de ese caudal.
Mientras que la boleta oficial del Frente de Todos, liderada por Eduardo Fernández, un dirigente encolumnado con el economista y presidente del Credicoop, Carlos Heller; seguido de la camporista, Gabriela Estévez; el secretario General del Sindicato de Empleados de Comercio, Pablo Chacón, alineado con Sergio Massa; la decana de la FAMAF, Marta Iriondo; el legislador provincial y dirigente sindical del SURRBAC, Franco Saillen; Cecilia Merchan (Patria Grande); Ignacio Basélica (Partido de la Victoria); Malvina Tosco (Radical K); y Federico Iribarren (EDE), perderá la proporción que vaya a la nómina del oficialismo provincial.
Para Alberto y Cristina Fernández ese tráfico de votos entre listas, en el espacio cordobés, no le produce ninguna perdida.
En el Congreso del PJ de la semana pasada, el gobernador, que triunfó hace poco más de un mes con el 57 por ciento de los votos desgranó su pensamiento y la línea política a llevar adelante.
Cerró el Congreso diciendo que “vamos con lista corta, vamos con la lista de Córdoba. El pueblo de Córdoba que quiere seguir progresando, que no quiere la grieta nos va a acompañar eligiendo nuestros diputados”.
Explicó que “nadie va a tener mayoría en el próximo Congreso. Por lo tanto, para defender a Córdoba se precisan diputados nacionales que respondan a Córdoba”.
Apuntó que “nosotros queremos la unión de los argentinos, queremos que no haya grieta. Por eso queremos diputados que quieran a Córdoba y la defiendan. Y en ese contexto vamos a esta elección”.
Planteó luego que “en Córdoba no hay grieta. Siempre hemos trabajado cuidando la unión de los cordobeses. Acá cada uno puede pensar, decir y sentir lo que quiera”.
“Para nosotros primero está Córdoba por sobre todas las cosas. Con el peronismo cordobés no hay disciplina partidaria que valga: para nosotros primero Córdoba, segundo Córdoba y tercero Córdoba”, reescribió Schiaretti del viejo mandato de Juan Domingo Perón, que decía “Primero la Patria, segundo el movimiento, tercero los hombres”.
La estrategia de la lista corta más libertad de acción intenta sostener una parte del electorado del PJ cordobés y evitar, de ese modo, una situación como la de 2011, cuando el PJ debió bajar su boleta de diputados para negociar con el Frente por la Victoria. Si tendrá éxito o no, es temprano para decirlo, pero es un movimiento con posibilidades de conseguirlo.