“En base a la prueba que hay, (Hugo) Canovas Badra no podría haber estado nunca en el lugar de donde salieron los disparos. Lo que digo es que el disparador tendría que haber estado en esa zona, a unos 15 metros de distancia de (David) Moreno. Esa zona a 15 metros, es la zona donde estaban policías disparando. En razón de que la prueba testimonial nos acredita que Canovas Badra no se encontraba ahí, sino en la vereda contraria, la vereda de la remiseria y a 25 metros de distancia, no queda otra conclusión que descartarlo como autor del ataque”. El que habla es Federico Baudino, el perito que firma una pericia de reconstrucción virtual del crimen del adolescente de 13 años durante la represión policial de los días 19 y 20 de diciembre en Córdoba. Baudino sostiene una teoría diferente a la que esgrimió la Justicia para condenar al ex policía Canovas Badra.
David Moreno, que había ido a mirar lo que ocurría en cercanías del Supermercado Mini Sol, en barrio Villa 9 de Julio, recibió un escopetazo en la nuca que terminó con su vida. Un escuadrón de 70 policías reprimió, con balas de goma y plomo, a los vecinos que intentaban saquear el centro comercial. Pese a las descomunales demoras e irregularidades de la investigación, ningún jefe policial o autoridad política llegó a juicio.
Cabe recordar que Cánovas Badra fue condenado, en 2017, a 12 años y 8 meses de prisión como responsable del disparo que terminó con la vida del adolescente. El cargo fue el de autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de policía. Ahora se encuentra detenido en la cárcel de Cruz del Eje, pese a que su condena no se encuentra firme. Su caso se encuentra ahora en manos de la Corte Suprema de Justicia.
Baudino es un perito de amplia experiencia. Además de docente de grado en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Católica de Córdoba (UCC), es creador de la Oficina de Reconstrucción Virtual de la dirección general de Policía Judicial de Córdoba. Es abogado recibido en la UNC, calígrafo público en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y doctor Honoris Causa otorgado por la Federación Iberoamericana de Abogados. También es experto en Reconstrucción virtual de Casos Criminales.
Durante la conversación telefónica con ENREDACCIÓN, que se extendió durante casi una hora, Baudino insistió en la necesidad de incluir tecnología y nuevas herramientas para peritar hechos controversiales como este. También dijo que “si los peritos de este caso hubieran utilizado la reconstrucción virtual y las herramientas de las que disponemos hoy, hubieran concluido igual que yo”.
¿Cómo reconstruyeron el crimen de David Moreno?
Tenemos un escenario del suceso en tres dimensiones, a escala, la posición de la víctima a escala, tenemos rastros de sangre y conclusiones periciales que nos dicen, a través de los médicos, que no corrió y que cayó ahí. Tenemos estas nuevas herramientas que nos permiten establecer donde se habrían cruzado (partido) los disparos y dónde estaría posicionado el disparador. Todo esto, nos permite a nosotros hacer este trabajo holístico de la vinculación de cada uno de los elementos legalmente incorporados en el expediente judicial y llegar a estas nuevas conclusiones que estimo que se hubieran llegado de la misma manera si se hubiera trabajado con estas tecnologías. No es una herramienta mágica, pero es una herramienta que complementa el trabajo pericial cuando se trabaja en forma conjunta y se van haciendo experimentos de manera objetiva.
¿Cuáles son las diferencias entre el dictamen judicial que condenó a Canovas Badra y su trabajo?
Hay dos cosas puntuales que cambian: una, la posición del menor en el primer y segundo disparo; y después, la dirección desde donde vendrían, las trayectorias y la posición del disparador.
¿Puede describirlas?
Sí. En primer lugar, cómo estaba posicionado el menor en el primero y segundo disparo. En segundo lugar, la distancia que inicialmente era de 25 metros y con Canovas Badra en la vereda de la remiseria y que en esta nueva conclusión, es de 15 metros y desde la vereda de enfrente. Pasa que en las pericias judiciales originales no se concluyó bien donde el menor tuvo el primer disparo y donde tuvo el segundo disparo. De hecho, en la sentencia condenatoria manifiestan de qué, el primer disparo se lo podría haber hecho una persona no identificada por la instrucción. Pero de acuerdo al trabajo que nosotros hicimos, tanto el primero como el segundo disparo quedan ubicados en el mismo lugar. Otro de los puntos, es el orden de los disparos y la posición que tuvo el disparador, que como dije estaba más cerca y desde una zona diferente a la que estaba Canovas Badra. Esos son los puntos en discordancia.
¿Cómo había concluido la pericia oficial respecto del ingreso del primer y segundo disparo?
Que Moreno estaba agachado, en cuclillas, medio arrodillado, levántandose, dice el perito balístico. Pero tiene dos conclusiones respecto a ello, lo que pasa es que los médicos se fueron contradiciendo muchísimo hasta que llegaron a una conclusión final.
¿Cuándo se refiere a la posición de David, en qué posición estaba según la reconstrucción que realizó?
Nosotros con el trabajo decimos exactamente como estaría para que le pegue la rosa de dispersión y se unan en un lugar esas trayectorias. Eso no lo pudieron hacer, porque no hicieron este trabajo, con la trayectoria de entrada y salida y empezar a mover el cuerpo para que se unan en un punto. Entonces cuando uno hace este tipo de trabajo, pueda llegar a conclusiones con mayor nivel de precisión de la ubicación.
¿Qué grado de seguridad tiene con el trabajo que hizo?
Estoy seguro del trabajo que hice, pese a que es un informe extrajudicial. Estoy totalmente seguro de que se necesita rever este caso. Ahora bien, en un nuevo trabajo pericial se tendría que considerar nuevamente este trabajo que yo hice, porque qué pasa, cuando se hacen estas reuniones interdisciplinarias con los expertos probablemente puede surgir prueba nueva, probablemente puede surgir nuevos elementos para estudio, y puedan existir otras modificaciones. No obstante, puedo asegurar que utilizando estas tecnologías, nosotros vamos a dar luz a una posición distinta a la que estaba ubicado inicialmente en esa sentencia. Como investigadores estamos obligados a utilizar nuevas tecnologías, nuevas técnicas de investigación, no nos podemos quedar con técnicas obsoletas y el análisis de prueba testimonial y tener extremadamente cuidado con posiciones contradictorias de los peritos intervinientes que se van contradiciendo con los años, como pasó en este caso. Hay que analizar todo con muchísimo cuidado bajo la luz de estas nuevas técnicas y tecnologías.
¿De qué manera llegó a su conclusión? ¿Tuvo algo que ver la conclusión de los forenses de cómo ingresaron las balas?
Sí por supuesto. Nosotros nos valemos de las conclusiones finales de los médicos. Usamos las últimas de donde entra y donde sale. A partir de ese trabajo y con un médico forense trabajamos con el cuerpo para ver donde se cruzan las trayectorias. En base a todos los elementos, nosotros concluimos en que lo más lógico es que David estaba en posición de parado, el primer disparo ingresó de frente, giro después del primer impacto y un poco más agazapado recibe el segundo disparo. Con estas tecnologías, tuvimos un margen de error de menos de 2 centímetros.
Respecto de la trayectoria de las balas, dice que salieron del mismo lugar y qué estaba enfrente. ¿Por qué concluye que el tirador estaba enfrente y que es uno solo?
El lugar donde se cruzan las trayectorias es a 15 metros. Empezamos a hacer una búsqueda a la redonda y se cruzó cada posibilidad con la posición que cayó el cuerpo y teniendo en cuenta la ubicación de los rastros de sangre, en el direccionamiento, y sabiendo, de acuerdo a los testimonios, que había policías en ese lugar (Jorge Caudana, Carlos Zarattini, Gustavo González, y Gabriel Assolini) y que habían disparado y que incluso algunos de ellos tenían antecedentes de abuso policial. Entonces, basándonos dónde estaban ubicados posibles disparadores y donde estaba la dirección de los rastros de sangre, nos marcó precisamente ese sector, ese lugar.
¿Qué dejaron ver los rastros de sangre, qué datos se pueden leer?
Que no hubo movimiento, que cayó el cuerpo (apenas recibió el segundo disparo). Nos marcó la posición del cuerpo y la dirección de donde venía por los rastros hemáticos, el charco y la caída. En resumen, nos marca posición, ubicación y que no hubo movimiento.
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