Respirando el aire de las Sierras de Córdoba, Emiliano Zerbini sintió la necesidad de armar un disco de música serrana. Durante el tiempo de aislamiento por la pandemia, reflexionó sobre la importancia de los afectos y la salud, y fundamentalmente, se conectó con el ser serrano.
Por eso, le dio forma a “Serrano soy” como anticipo de su futuro disco, el séptimo de su carrera. “Me quise centrar en las sierras cordobesas y en las historias de su gente”, cuenta el cantautor y guitarrista. Lo logró con una gran calidez interpretativa, en una versión envolvente y conmovedora. Simple y sincera, dibuja el paisaje con la melodía. “Cuando César Fernández, el productor del disco, me mostró esta zamba de Roberto Roldán, me emocioné mucho al escucharla”, y confiesa que automáticamente pensó en un hombre mayor que veía todos los días en el pueblo. “Entonces, me pareció urgente contar esa historia, formas de vida que todavía existen”, comenta.
La serranía es cuestión de piel para Zerbini, quien nació en Córdoba y se crio en Chilecito, La Rioja, al pie del cerro Famatina. “Más allá de algunas diferencias geográficas, las sierras son similares en su contexto humano y las costumbres, la gente es humilde y sencilla”, dice el ganador del Premio Consagración en el Festival de Cosquín 2018. Esas características del ser serrano resuenan en el tema elegido como corte de difusión. “La canción es sencilla, pero muy sentida. Tiene una cadencia particular, es como una pintura del paisaje. Una historia de amor que, de alguna manera, se repite en la gente mayor de la sierras, esto de sentir la lejanía, la soledad y la melancolía”, describe. Por el coronavirus, los músicos que lo acompañan grabaron cada uno desde su casa, trasladando la comodidad del living a la ejecución de sus instrumentos.
Al igual que en sus últimas producciones Danzas Folklóricas Argentinas Vol. I, II y III, encara un trabajo antropológico rastreando joyas perdidas del cancionero popular. Lo siente como un aporte creativo para que sean descubiertas por nuevos públicos. En esta oportunidad, indaga en compositores cordobeses poco conocidos, como Roldán, al mismo tiempo que continúa en una búsqueda rítmica más moderna. “El folclore cordobés es fuertísimo y hace mucho que tengo ganas de cantarlo”, asegura quien en sus primeros títulos estuvo más relacionado a la música riojana. Su discografía comenzó en 1999 con Ofrendas.
Ficha técnica de “Serrano Soy”
Voz: Emiliano Zerbini.
Cotrabajo: Fernando Méndez.
Bandoneón: Rubén Motta.
Programación, arreglos, guitarras y coros: César Fernández.
Mezcla: César Fernández.
Master: Liverpool Estudio.
Diseño: Josefina Sarsfield.
Fotografía: Francis Prada.
Texto prensa: Dai García Cueto.
Sobre Emiliano Zerbini
Nacido en Córdoba en 1978 y criado en la ciudad de Chilecito, provincia de La Rioja, como compositor e intérprete, en sus más de veinte años de trayectoria se ha interesado por rescatar la impronta de su tierra y de su gente.
Cuenta con cinco discos editados: Ofrendas (1999) con temas propios y de Alfredo Zitarrosa, José Oyola y Carlos Carabajal, y las voces de Alfredo ábalos, Duo Coplanacu, Raly Barrionuevo y Pica Juárez; Canción Pueblera (2004), con invitados como Peteco Carabajal, Luis Chazarreta, Cristian “Mono” Banegas y Diego Bravo; Luz de Andar (2010), producido por Roberto Cantos; Danzas folklóricas Argentinas. Vol. I (2013), que tuvo como acción fundamental la entrega de ejemplares a las escuelas de la provincia de La Rioja; Danzas folklóricas Argentinas. Vol. II (2016) y Vol. III (2019), en los cuales repitió su afán por difundir las danzas folklóricas tradicionales.
En 2018, recibió el Premio Consagración del 58° Festival de Folclore de Cosquín y, previamente en 2016, fue distinguido con el Premio del 51° Festival de Doma y Folklore de Jesús María.
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