Por primera vez en la historia de la NBA, el quinteto ideal de la temporada estuvo integrado por más jugadores internacionales que estadounidenses. Fueron tres contra dos, un número que pone al descubierto el impacto global en una competencia históricamente localista.
Nikola Jokic (Serbia), Giannis Antetokounmpo (Grecia) y Luka Doncic (Eslovenia) integraron ese cuadro de honor junto a Kawhi Leonard (Los Ángeles) y Steph Curry (Ohio). Se trata de los mejores cinco jugadores de la temporada 20/21, según los especialistas de la prensa.
No obstante, este cambio de época tardó décadas en ser una realidad. En los 90, glorias europeas como Drazen Petrovic o Vlade Divac tuvieron que pagar el derecho de piso para luego ser reconocidos y allanarle el camino a la siguiente generación “internacional”.
Emanuel Ginóbili (argentino consagrado en Europa), Tony Parker, Pau Gasol, Dirk Nowitzki son algunos de los nombres que vinieron después y que fueron grandes protagonistas en sus equipos -sumando 11 títulos entre ellos- pero que no obtuvieron el mismo reconocimiento que las estrellas locales. La lista es más larga, pero solamente el alemán Nowitzki logró ser reconocido como MVP (Jugador más Valioso) en fase regular y en las finales.
Sin embargo, desde hace tres años consecutivos que el premio al MVP está en manos de un jugador europeo. En 2019 y 2020 el ganador fue Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks) y en 2021 el pivote serbio, Nikola Jokic, se quedó con el trofeo. Un hito que no tiene registro en las inmensas listas de la NBA.
Este fenómeno no es casualidad. Son ya siete años seguidos con más de 100 jugadores no estadounidenses en una liga en la que juegan unos 450, con récords de número total en la temporada 2016-2017 (113) y de procedencias (42 países distintos) una después, la 2017-2018.
Incluso, esta temporada las treinta franquicias tienen al menos un jugador internacional, con 17 canadienses, 14 africanos, 2 latinoamericanos y 46 europeos. Para darse una idea, en el inicio de la temporada 1999-200 había tan solo 19 europeos en la NBA.
Ahora, los directivos de las distintas organizaciones tejen redes de captación de talento por todo el mundo, arriesgan elecciones muy altas y practican lo que se denomina el “Draft and Stash”: elegir en el draft calidad internacional “en bruto” y dejar que se desarrollen en el mundo FIBA, antes de reclamarla.
Es el caso del argentino Leandro Bolmaro. Hasta el día de hoy jugador del Barcelona, pero seleccionado por los Minnesota Timberwolves en el Draft 2020. Su crecimiento ha sido tan notable en el último año, saliendo campeón de la ACB y jugando una final de Euroliga, que la franquicia del Oeste quiere tenerlo la próxima temporada en su plantel con tan solo 20 años.
Esta predominancia global se ve reflejada en un rubro en particular: los rebotes. Atrás quedaron los tiempos en que los jugadores internacionales eran vistos con suspicacias y se veían disminuidos por el poderío físico de los estadounidenses. Esta temporada, los cinco jugadores que más rebotes consiguieron son europeos, y si ampliamos al Top 10, el único estadounidense es Russell Westbrook.
Clint Capela (Suiza), Rudy Gobert (Francia), Jonas Valanciunas (Lituania), Domantas Sabonis (Lituania), Nikola Vucevic (Montenegro), Russel Westbrook, Enes Kanter (Turquía), Giannis Antetokounmpo (Grecia), Nikola Jokic (Serbia) y Joel Embiid (Camerún).
Habría que remontarse a la temporada 2000-01 para encontrar un extranjero dominando los tableros de la NBA, donde el congoleño Dikembe Mutombo se quedó con ese honor reservado para jugadores locales. De esta manera, Capela acabó con el dominio de Andre Drummond, que había sido el mejor en cuatro de los últimos cinco cursos, sólo superado en uno de ellos por Hassan Whiteside.
Lo mismo sucede con el premio al mejor defensor del año. Desde 1982 (año que comenzó a entregarse el premio) solamente Mutombo y Hakeem Olajuwon (Nigeria) habían recibido ese reconocimiento. Pero en los últimos nueve, seis jugadores extranjeros lograron esa distinción. Con dominio europeo en los últimos cuatro años: 3 para Gobert y 1 para Antetokounmpo.
Por eso, el desembarco ha sido tan disruptivo, que lo extraño ahora es no ver europeos en cada una de las franquicias. Y no verlos, además, entre los mejores de la NBA. Ya nada será igual y el futuro de la liga más importante del mundo solo mira a lo ancho y a lo largo del mapa.
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