La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) reaccionó en el alargue del partido, pero reaccionó. Pudo establecer que era momento de frenar y cambiar el destino de un proyecto negacionista del Terrorismo de Estado como el que impulsaba la Facultad de Derecho de la UNC desde 2018. Esto es, la designación como profesores eméritos de Jorge Edmundo Barbará y José Luis Palazzo.
Ambos fueron funcionarios de los gobiernos de la dictadura en Córdoba, cuya principal figura represiva fue Luciano Benjamín Menéndez. Fueron colaboradores del Terrorismo de Estado.
Si se hubiera aprobado semejante proyecto, la UNC hubiera ayudado a prolongar los efectos del Estado Terrorista sobre la sociedad cordobesa, permitiendo que quiénes fueron funcionarios que colaboraron desde distintos lugares, para que el Estado secuestrara, torturara, asesinara y desapareciera los cuerpos de miles de argentinos se convirtieran en personas reconocidas por la comunidad. Serían ejemplos vivientes de la negación de un genocidio.
Esta claro que el Estado Terrorista no estuvo compuesto sólo por militares o policías o patotas civiles que sembraron de horror y violaciones a los derechos humanos. El Estado se compone de las fuerzas de seguridad y militares, pero también de la administración pública y la Justicia. En Argentina, falta un largo trecho para avanzar en las responsabilidades cíviles. La valiente decisión de la UNC de rechazar las postulaciones de los colaboradores Barbará y Palazzo va en ese sentido. Es un enorme hecho simbólico, que también ayuda a echar luz sobre los vasos comunicantes del poder dictatorial y de los gobiernos cíviles, pero que fundamentalmente, permite impedir el reconocimiento de los que ayudaron a violar los derechos humanos en nuestro país.
Para tener dimensión de lo que significa la decisión de la universidad, es interesante contraponerla con lo que no hizo la Justicia Federal en la megacausa de La Perla. Vale recordar que el Tribunal presidido por Jaíme Díaz Gavier no consideró al juez Adolfo Zamboni Ledesma como parte de la estructura de persecución terrorista de los directivos y empleados de la empresa Mackentor, ni de su ocupación y vaciamiento para beneficiar a Supercemento, la empresa de Julián Astolfoni, Franco Macri y Filiberto Bibiloni. Zamboni Ledesma fue una pieza clave del Terrorismo de Estado en Córdoba y del papel clave de la Justicia para su instrumentación. El mismo manto protector dispusieron los jueces del megajuicio con los jueces y fiscales que prolongaron la persecución a directivos durante los sucesivos gobiernos de la democracia a partir de 1983.
VER Caso Mackentor: corrupción, Terrorismo de Estado y jueces que protegieron a sus pares y empresarios.
Igual es necesario señalar que los expedientes de los dos colaboradores de la dictadura tuvieron dictamen favorable de organismos universitarios antes de llegar a la sesión de este histórico 15 de diciembre.
Primero fue la Facultad de Derecho, que en forma unánime se expresó por la propuesta de hacer a los dos profesores eméritos. Luego, el orden día señala a más funcionarios del resto de la universidad:
-Las Comisiones de Vigilancia y Reglamento y de Enseñanza, aconsejan: Hacer lugar a lo solicitado por la Facultad de Derecho en su RHCD-2020-53-E-UNC-DEC#FD, que consta en el orden 4 y que se anexa a la presente y, en consecuencia, designar al Prof. Dr. José Luis PALAZZO (Leg. 19.750), como Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Córdoba, por su destacada labor como docente, teniendo en cuenta el dictamen (que consta a fs. 45/53 del orden 3) de la Comisión designada por la Res. HCD 15/2018 para evaluar sus méritos, en el marco de lo establecido en el Estatuto de la Universidad Nacional de Córdoba y la Ord. HCS 10/1991 y sus modificatorias.
-Las Comisiones de Vigilancia y Reglamento y de Enseñanza, aconsejan: Hacer lugar a lo solicitado por la Facultad de Derecho en su RHCD -2020-267-E-UNC-DEC#FD, que consta en el orden 5 y que se anexa a la presente y, en consecuencia, designar al Prof. Dr. Jorge Edmundo BARBARÁ, como Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Córdoba, por su destacada labor como docente e investigador, teniendo en cuenta lo dictaminado- en los órdenes 12 a 14- por la Comisión designada por la Resolución HCD 254/2020 para evaluar sus méritos, en el marco de lo establecido en el Estatuto de la Universidad Nacional de Córdoba y la Ord. HCS 10/1991 y sus modificatorias.
Parece estar claro, en este caso, que la visibilización del tema y la dimensión pública que alcanzó, obturaron los mecanismo oscuros del poder universitario. Toda la maquinaria universitaria dio el okey hasta que el asunto quedó expuesto por distintas facultades, organismos de derechos humanos, dirigentes y militantes políticos, sociales y sindicales y distintos medios de comunicación, entre ellos, este. Es hora de revisar estos procedimientos, que por acción u omisión, favorecieron la llegada de estos dos abogados a los pies de una distinción reservada para personas que han honrado con su labor y su conducta a la actividad que realizan y también a la Constitución Nacional, a los derechos humanos y a la democracia. Como señaló la décana de Filosofía, Flavia Dezzutto: “Hay una diferencia entre funcionarios que sostuvieron un Estado Terrorista y los que no”.
>> COBERTURA
VER La UNC rechazó la designación de dos colaboradores de la dictadura como profesores eméritos
VER La UNC no designaría como profesores eméritos a Barbará y Palazzo, dos colaboradores de la dictadura.
VER El caso de Jorge Edmundo Barbará: Impunidad y reincidencia.
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