El intendente Martín Gill, junto al presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, inauguraron la obra de puesta en valor de la Estación de Tren Villa María, recuperando así con su arquitectura original el edificio público más antiguo de la ciudad.
Luego del corte de cintas frente al cartel nomenclador que identifica a la Estación, Gill se refirió a la importancia del tren para Villa María y la región y destacó: “Para nosotros esta obra tiene un valor muy especial, porque el ferrocarril marcó la historia de la ciudad”.
“El ferrocarril, fue uno de esos elementos que hizo que nuestra ciudad fuera creciendo, fue símbolo del progreso”, precisó, y luego afirmó: “Esta Estación estuvo a punto de caerse, de desaparecer, pero el Gobierno nacional decidió, no sólo en Villa María sino que en muchas partes del país, ponerla de nuevo de pie, para volver a tener una Estación de Trenes con el espíritu aquel, pero nueva”.
A su turno, Marinucci expresó que “cuando me dicen que el sistema ferroviario es deficitario, yo les digo que lo que buscamos es la rentabilidad social, recuperar ese patrimonio, y volver en poner de pie un transporte accesible, económico, al que todos y todas puedan acceder”.
También afirmó que “el tren constituye un medio de trasporte que permite a muchos y muchas trasladarse para lograr tener oportunidades en otras localidades, pero seguir teniendo ese arraigo de permanecer en el lugar donde lo vieron nacer, donde pudo educarse, contraer familia, construir su futuro”.
Estuvieron presentes la directora de Trenes, Eliana Gramija; el gerente general de Operaciones de Trenes Argentinos, Marcelo Sánchez; la legisladora provincial, Nora Berdano; el presidente del Concejo Deliberante, Pablo Rosso; representantes del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento ENHOSA; concejales y secretarios del Departamento Ejecutivo Municipal e integrantes de la Asociación Amigos del Ferrocarril, entre otros.
LA OBRA
La renovación de la Estación de Tren Villa María tuvo como principal objetivo conservar el estilo arquitectónico y el valor histórico del edificio original, mediante intervenciones que radicaron en garantizar su funcionalidad y brindar mayor seguridad. En este sentido, tanto en el interior como en el exterior de la infraestructura, se trabajó en el reemplazo de aquellos elementos que pudieran generar riesgos para pasajeros, trabajadores, vecinos y vecinas.
Como parte de las principales tareas llevadas adelante, se destaca el remplazo total del antiguo techo que fue sustituido por estructuras más sólidas y livianas. Para ello, fueron retiradas las anteriores tejas y colocadas otras que fueron recuperadas del techo de la vieja sede del Hospital Pasteur, hoy Centro Cívico.
Al mismo tiempo, la obra incluyó el recambio de pisos y aberturas, como así también la adecuación integral de la instalación eléctrica. En función de ello, se llevó a cabo la renovación total de luminarias, lo que permitió dotar de mayor seguridad al espacio con un renovado sistema lumínico. En este orden, se trabajó en el acondicionamiento de baños y en la creación de sanitarios de acceso universal. También bajo criterios accesibles, se crearon rampas en el interior, en las galerías y en la entrada al edificio.