Soledad Carrizo está convencida de que es la hora de que haya una mujer en la fórmula provincial de Juntos por el Cambio (JxC), en las elecciones de este año. Dice que “hay que esperar el resultado de la encuesta, pero Rodrigo De Loredo (UCR) y Luis Juez (Frente Cívico) son dos candidatos competitivos para ganar la provincia”. Asegura que quiere “ser candidata a vicegobernadora para representar al interior y a las mujeres. Es importante que el interior esté representado en esa fórmula provincial y que una mujer integre la fórmula, sería innovador. Nunca se dio, recordemos que, en los 40 años de democracia, Córdoba sólo tuvo una vice, que fue Alicia Pregno (vice de José Manuel De la Sota, entre 2011 y 2015). Creo que la demanda de la sociedad exige la participación de las mujeres y una representatividad diferente”.
La diputada nacional de la UCR transita su tercer mandato en la Cámara Baja y antes fue intendenta de Quilino, una localidad emblemática en el Norte de Córdoba. “Es hora de perforar las estructuras que nos dejan afuera de las decisiones más importantes”, afirma. Desde hace algún tiempo, las principales dirigentes de JxC se expresan en conjunto reclamando “paridad e igualdad” en la coalición. En un tórrido jueves de marzo pide una limonada y conversa con ENREDACCIÓN sobre los desafíos de la principal oposición en la provincia. Después, partirá a La Falda, donde JxC cierra la campaña para las elecciones municipales del próximo domingo con chapa de favorito.
¿Por qué querés ser parte de la fórmula de JxC en Córdoba?
Porque creo que tengo la experiencia política suficiente y la preparación en la Cámara de Diputados de la Nación. Me ha hecho aprender sobre el dialogo y la búsqueda de consensos y acuerdos. También la otra parte de mi experiencia, que fue de gestión, cuando fui intendenta de mí pueblo (Quilino). Te enriquecen las dos miradas porque son diferentes. También es importante que el interior esté representado en esa fórmula provincial y que una mujer integre la fórmula, sería innovador. Nunca se dio, recordemos que en los 40 años de democracia Córdoba sólo tuvo una vice, que fue Alicia Pregno. Creo que la demanda de la sociedad exige la participación de las mujeres y una representatividad diferente. También tengo las ganas y la ambición de sentirme parte de un equipo que quiere transformar Córdoba definitivamente. Ese es el sueño que tenemos.
¿Por qué es tan difícil para las mujeres de la UCR alcanzar estas posiciones centrales en las listas?
Es porque las mujeres no estamos sentadas en la mesa de decisiones. Esa es la mirada que tenemos que sumar desde nuestro partido y obviamente en Juntos por el Cambio (JxC). Hoy, por ejemplo, en la presidencia de los partidos de la coalición hay una sola mujer (la diputada nacional Leonor Martínez Villada, titular de la Coalición Cívica) y creo que esto también parcializa la mirada de los que es la integralidad de una sociedad. JxC tiene que animarse a cambiar, por supuesto a nivel nacional, a nivel provincial y a niveles municipales, también. Muchas veces esas tomas de decisiones en las estructuras nos alejan. Es difícil estar sentada en la mesa de decisiones y para eso hay que pelear el lugar. Creo que también es cierto que muchas veces esas estructuras, esas burocracias que se arman, no tienen la fuerza suficiente cuando se le oponen consensos y legitimidades que empujan desde las bases. Creo en eso. Que haya sido intendenta fue una demostración de que pudimos superar esa resistencia a partir de mi trayectoria y liderazgo al frente del comité local. Creo que se debe dar una discusión con la participación de las mujeres en la mesa de decisión y, por otro lado, buscar los consensos y legitimaciones que perforen estas superestructuras.
¿Qué te motivó a abandonar el sector de Ramón Mestre dentro de la UCR?
Creo que los ciclos se cumplen. En lo personal, entendí que había un momento de crecimiento, que tenía mucho para aportar desde otra mirada, más propia, más independiente, y de sumar a proyectos colectivos. Considero que hay que cambiar estructuras dentro de la UCR. Si no lo logramos, todo va a seguir siendo igual. Así que trabajo para llevar adelante esa nueva mirada, esa nueva impronta para el partido. Y estoy dispuesta a construirla con dirigentes y liderazgos regionales y transversales. También creo en hacer un partido moderno, nos debemos una mirada hacia el futuro en la que podamos representar los intereses de la sociedad y salir del “termo” del encierro en el comité o de quiénes somos los dirigentes. El radicalismo tiene que estar en la calle, tiene que estar con el oído puesto en la sociedad, sobre todo en el interior del interior. Por eso digo, que los ciclos se cumplen, con todo un aprendizaje y también con un desafío, que es esa nueva construcción.
¿Qué opinás de la intendenta de Juárez Celman, Myrian Prunotto, que en Hacemos por Córdoba tiene posibilidades de convertirse en otra mujer radical dentro de una de las fórmulas en pugna este año?
A Myrian la conozco desde hace mucho tiempo. Hemos compartido muchas cosas. Siento que es una pérdida para el radicalismo. Como autocrítica, creo que el partido no sabe contener algunos liderazgos y es hora de que miremos lo que pasa adentro. Pero también, observar que esto muestra una debilidad del peronismo, que es querer coptar o tomar dirigentes que son buenos gestores del radicalismo para intentar debilitarnos en las elecciones. En lo personal, la aprecio muchísimo y es una gran dirigente. El tiempo juzgará su decisión.
¿Cuáles deberían ser las prioridades de JxC a la hora de gestionar la provincia?
El primer tema que surge en toda la provincia, es el de la seguridad. Hay que solucionar el problema de la inseguridad, urgente. No hay nadie que te diga que en Córdoba no sufrió un episodio de inseguridad, lamentablemente. En esto, el peronismo no ha podido solucionarlo, ha hecho agua. Esto también va de la mano del índice de pobreza y Córdoba está por encima de la media nacional. La publicidad vende una Córdoba pujante, pero eso no es real. Hay que enfrentar en este mismo sentido al narcotráfico, hemos visto que lo balearon al cura Oberlín. Rosario está muy cerquita.
La salud está en crisis, tanto la privada y pública, sobre todo en el interior, con deficiente atención de los niños y adultos. Inauguran la Maternidad, pero todavía no hay personal adentro.
Luego está el tema educativo. En el interior hay hacinamiento, porque no hay aulas ni colegios nuevos. Eso no puede seguir.
También es prioridad tener una política de vivienda que le de respuestas a los cordobeses. Tenemos que recuperar los planes como eran los del FONAVI. El radicalismo fue el último partido que tuvo política de vivienda en la provincia y ya han pasado dos décadas.
El sector productivo de Córdoba es emprendedor por naturaleza, va para adelante y no lo va a parar ningún gobierno. Tenemos que garantizar que pueda hacerlo. Nosotros tenemos que bajarle la presión tributaria y el costo Córdoba de la energía.
¿Los radicales van a acompañar una eventual candidatura de Juez?
Juez es un líder que ha formado parte de JxC desde hace mucho tiempo y el radicalismo está consustanciado en ganar la provincia de Córdoba. Tenemos dos candidatos competitivos, Luis Juez y Rodrigo De Loredo. Esperaremos unos días más para ver como sale la encuesta y podremos definir, primero la tranquilidad de que vamos todos juntos, que JxC, a pesar de que nos han querido operar, no ha explotado, pero que sí, cualquiera de los dos que lleve la bandera, estoy convencida de que todos los partidos que conforman JxC van a estar acompañándolo. Hay una necesidad de una alternancia y el radicalismo claramente está consustanciado con esa idea.
¿En el escenario nacional, considerás que la UCR tiene posibilidades de ganar la candidatura a presidente al Pro?
No. En lo nacional, el radicalismo tiene dos pre-candidatos, Gerardo Morales y Facundo Manes. El radicalismo ha perdido tiempo en establecer una estrategia para formar un liderazgo que pueda competirles a los dos grandes liderazgos ya lanzados que tiene el Pro, que son Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Por lo tanto, soy de las que cree, y presenté un proyecto en ese sentido, para que en las PASO no se elijan con fórmulas completas sino con fórmula incompleta como se hace en EE.UU., donde se elije sólo al presidente. Creo que, en una alianza, en una coalición debe quedar abierta la fórmula o ir con fórmulas cruzadas. Esto no me hace ni más ni menos radical, hay una realidad, que hay candidatos más competitivos en una fuerza que en otra y creo que nuestro partido, en este año que hemos tenido, no ha generado una estrategia adecuada. Sí me entusiasma el liderazgo de Alfredo Cornejo en Mendoza, he compartido la conducción del comité nacional, he sido diputada con él, y visitas Mendoza y ves las políticas públicas que continúan, que dieron transformación en seguridad, educación y otras áreas. Todo eso habla de un liderazgo en gestión que creo que el radicalismo debería mirar y posar. Es un liderazgo que me entusiasma para el futuro del radicalismo. Ahora, nuestro gran desafío es ser coalición de gobierno. Las decisiones que tienen que tomarse necesitan a todos los partidos de la alianza compenetrados y con decisión. Estamos muchos más preparados que en el 2015, en que solo fue una coalición parlamentaria.