El gobernador Juan Schiaretti intenta sostener la raquítica alianza de Argentina Federal con el salteño, Juan Manuel Urtubey, y el rionegrino Miguel Ángel Pichetto. Ayer reunió a la mesa chica del PJ cordobés e insistió en mantenerse dentro de la afinadísima tercera vía electoral e inscribir este miércoles, en la Justicia Electoral, a la marca Hacemos por Córdoba como alianza electoral. Ya todos los integrantes del peronismo federal habían acordado que las listas locales serían potestad de los gobernadores o jefes distritales.
Lo cierto, es que el peronismo provincial está en ebullición desde que Cristina Fernández de Kirchner decidió jugar a Alberto Fernández como candidato a presidente. El posterior alineamiento de los gobernadores peronistas de todo el país, salvo Schiaretti y Urtubey, con esta fórmula abrió paso al debate sobre el cambio de estrategia; esto es, salir de la tercera posición y unirse al resto de los peronistas. En esa posición están Carlos Caserio, numerosos intendentes -por ejemplo, el de Villa María, Martín Gill-, y el delasotismo como sector interno.
Por el momento, Schiaretti clausuró todo debate interno y hoy, en Buenos Aires o Córdoba, se reuniría con Urtubey y Pichetto para confirmar a Argentina Federal como opción electoral. El espacio quedó demasiado enflaquecido, porque no hay más gobernadores, ni peronistas ni de partidos provinciales, y el gobernador salteño, que aparece como el candidato a presidente se ubica por debajo de los 10 puntos en todas las encuestas que se conocen. A su vez, sin mandatarios provinciales dentro del espacio, no habrá estructura territorial suficiente para hacer frente a una elección nacional.
Un intendente del PJ le dijo a este medio que tarde o temprano, Schiaretti va a tener que dar el brazo a torcer. “Corremos el riesgo de que empiece su período de gobierno, en diciembre, vacíado de poder por una pesima elección nacional. Con Urtubey o con lista corta es más o menos lo mismo. Desde el 11 de diciembre, a las 8 de la mañana, le van a empezar a brotar sucesores. No puede errar la estrategia”.
Lo cierto es que hasta Marcelo Tinelli se despegó de Schiaretti y Alternativa Federal. “Fue público lo que hice en un espacio que se estaba construyendo. A las pruebas me remito cómo terminó todo. No voy a hacer absolutamente nada en esta elección”, disparó el conductor de ShowMatch en la noche de los Martín Fierro.
Con Sergio Massa al borde de cerrar con el kirchnerismo un amplio acuerdo opositor y Roberto Lavagna en un espacio alternativo, pero ajeno al del peronismo federal, salvo alguna sorpresa de último momento, todo índica que al PJ cordobés le costará mucho poner en la cancha una lista competitiva por fuera de los dos grandes espacios nacionales. Una opción es que se repita lo sucedido en 2011. En aquella elección, un ganador José Manuel De la Sota debió bajar la lista oficial y negociar con el kirchnerismo la boleta del Frente para la Victoria. Aquella vez llegaron al Congreso Fabián Francioni, Nora Bedano, Daniel Giacomino y Mónica Gutiérrez.