Con la administración municipal detenida por la escalada del conflicto salarial entre la administración del intendente Martín Llaryora (PJ) y los trabajadores de la Municipalidad de Córdoba, la Provincia debió intervenir para buscar una salida. Este viernes, a las 10:00, se realizará el primer encuentro en el Ministerio de Trabajo, con la participación del titular de la cartera, Omar Sereno.
Los municipales reclaman un aumento global de 63 por ciento, distribuido en 30% con los salarios de mayo y cuotas de 11% hasta noviembre. También demandan la reapertura de la paritaria en octubre para analizar eventuales nuevos ajustes.
De acuerdo a la información dada a conocer por el SUOEM, desde abril de 2019 hasta abril de 2022 han percibido incrementos salariales de 110%. En ese período, la inflación fue de 220%. Es decir, que los municipales tuvieron una caída de 110% de sus ingresos. Este fuerte ajuste del gasto salarial llevado adelante por la gestión de Llaryora y el contexto inflacionario, es el que ha conformado el escenario de descontento sobre el que se asienta esta disputa.
Miguel Siciliano, el secretario de Gobierno, fue el encargado de responder públicamente a través de Cadena3. “No es razonable un pedido de aumento del 63 por ciento, se podría discutir el número en una mesa de negociación… Otros gobiernos se la hacían fácil, desfinanciaban la ciudad para no tener protestas. No haremos eso, tenemos el plan de obras más grande de los últimos tiempos”, dijo el funcionario.
Durante la segunda asamblea general en una semana, el secretario General del Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (SUOEM), Rubén Daniele, dijo que “dicen que para pagar aumentos salariales tienen que parar obras y servicios. ¿Qué obras y servicios tienen que parar, si no han hecho ninguna obra de infraestructura? Venden una gestión que no existe. Es puro marketing. No hay ninguna obra que tengan que parar para atender nuestros salarios”.
Agregó que “la guita está y vamos por esa guita que es nuestra” y explicó que “la recaudación creció por encima de la inflación. Nosotros pedimos aumentos de acuerdo a la inflación. Entonces, la plata está”.
Por otro lado, apuntó que “los salarios son hoy menos del 50% del gasto de la municipalidad”.
Más adelante, criticó al intendente Llaryora: “No sé, que quiso decir con ‘estamos tan cerca como lejos’. Le digo que estamos lejos. Lo quieren pagar en cuotas y quieren que pasemos cuatro meses sin negociar. Son unos caraduras. Apuestan a que nos cansemos y no nos vamos a cansar. Claro que no”.
Posteriormente, reiteró que “el futuro de lo que pase con los servicios es responsabilidad de Llaryora”.
Daniele denunció aprietes e incluso traslados en el área de salud, en este caso con dos odontólogas del servicios de prótesis y ortodoncia.
También volvió sobre un concepto que utilizó al principio de la gestión Llaryora: “La precarización la generan ex profeso, quieren privatizar el Estado. Son liberales, no son peronistas. Los peronistas no persiguen y echan trabajadores”, lanzó.
El problema central es que el gremio ha puesto en crisis, con su unidad y fuerte protesta, al modelo de gestión de Llaryora, que ha tenido en la política de ajuste salarial y de condiciones laborales, junto con la incorporación de trabajadores precarizados, un pilar presupuestario. La inflación y el contexto político son los que ponen en cuestión esa política, porque implica una importante pérdida de poder adquisitivo de los empleados. La intervención de Sereno intenta que la sangre no llegue al río y manche al intendente, una carta fuerte del gobernador Juan Schiaretti para 2023.
—