En nueve de cada diez homicidios que se cometieron en la provincia de Córdoba durante el 2016, el asesino y la víctima se conocían. En comparación con otros países de Latinoamérica, Córdoba tiene una tasa de homicidios relativamente baja: en toda la provincia, la tasa es de 3.49 cada 100 mil habitantes, pero su distribución es desigual: La Capital, que arroja una tasa de 5,34 homicidios cada 100 mil habitantes, duplica a la del interior provincial. El dato que rompe con esa regla son las muertes violentas que tiene como víctimas a mujeres: durante 2016, hubo más homicidios dolosos en el interior de la provincia (17 casos) que en la Capital.
Por el contrario, Córdoba trepa en el ranking si se tiene en cuenta la cantidad de robos: hay 1.700 cada 100 mil habitantes, una tasa muy alta en comparación con otros países.
Las cifras son apenas un pantallazo del comportamiento criminal en Córdoba. Ayer, por primera vez en su historia, el Gobierno de la provincia difundió estadísticas sobre la evolución criminal de los ciudadanos, generadas por el flamante Observatorio de Estudios sobre Convivencia y Seguridad Ciudadana, que depende de la Secretaría de Seguridad provincial. “Hemos hecho un gran esfuerzo para generar las fuentes. Esta información es indispensable para generar y corregir políticas públicas. Este observatorio no se legitima así mismo, sino a partir de la información estratégica que genera”, dijo a ENREDACCIÓN el director del espacio, Roberto Gonzalez.
El observatorio trabajó con datos proporcionados por la Policía de Córdoba, el Ministerio Público Fiscal y Dirección Nacional de Gestión de Información Criminal. Los principales campos de trabajo fueron “tasa de homicidios dolosos”, “tasa de muertes viales” y “tasa de hurtos”. Las cifras aparecen comparadas con años anteriores y con otros países del continente.
Así, por ejemplo, se puede concluir que la tasa de homicidios en Córdoba Capital es idéntica a la de 2012, cuando alcanzó 5,55 crímenes cada 100 mil habitantes. En los años 2013 y 2014, los homicidios treparon a casi una tasa de 7, pero luego la cifra tuvo una tendencia a la baja. “Mientras haya una persona que pierda la vida de manera violenta, es una preocupación del Estado”, dijo al respecto González y puntualizó que “hay que mirar esto con sensibilidad social”. Entre los jóvenes, la tasa de homicidio es de 7,29 en la Capital.
La tasa de homicidios dolosos de mujeres es de 1,63 en toda la provincia. González explicó que “en esa cifra están contenidos los casos de femicidios, pero no son todos femicidios, ya que depende de las Cámaras del Crimen que sean o no considerados con esa figura, para asentarlos estadísticamente. (…) Lo que queremos mostrar es la cuestión de género latente en temas de violencia contra la mujer”, aclaró. En el interior de la provincia la tasa de homicidios dolosos de mujeres es de 1,56, contra 1,7 en la capital. La cifra se da así porque se calculan los homicidios sobre la cantidad de habitantes, aunque en los hechos, en 2016, de un total de 30 homicidios contra mujeres, 17 ocurrieron en el interior provincial.
ROBOS Y HURTOS
De acuerdo con los datos arrojados por el Observatorio, tanto el robo como el hurto son delitos eminentemente urbanos. Lo preocupante es que las cifras de la provincia son muy elevadas, en comparación con Chile, Uruguay y Ecuador, que son los países con los que deciden compararse desde el Gobierno.
En toda la provincia hubo 1.734 robos cada 100 mil habitantes. Sin embargo, cuando los datos son desagregados entre el interior y la Capital, salta a la vista la tasa de delitos de la gran ciudad. En Capital, la tasa de robos salta a 3.247 por cada 100 mil habitantes.
El informe realizado por la Provincia no compara la tasa de robos y hurtos con otras provincias de Argentina. Pero si recurrimos a las estadísticas de 2015 de la Dirección Nacional de Gestión de la Información Criminal, se puede ver que la provincia de Córdoba, que en 2015 tenía la misma tasa de robos que en 2016, supera a la ciudad de Buenos Aires y se eleva claramente sobre la provincia de Santa Fe. Tanto en 2015 como en 2016, los robos denunciados en Córdoba no bajaron de 62 mil, mientras que en Santa Fe rondaron los 50 mil.
Para González, este delito es el que genera gran parte de lo que se llama “sensación de inseguridad”. “Las personas cuando son atacadas sienten angustia y eso genera sentimiento de inseguridad. Desde el Estado hay que combatir el hecho objetivo, es decir el robo, pero también esa sensación”, dijo.
Los datos fueron presentados ayer en el Centro Cívico, en un acto que contó con la presencia del ministro de Gobierno, Juan Carlos Massei, el secretario de Seguridad, Diego Hak, el fiscal General de la Provincia, Alejandro Moyano, el presidente alterno de la Legislatura, Oscar González, el jefe de Policía, Gustavo Vélez y el jefe de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, Adrián Salcedo
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