Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, es la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Nació en Argentina, donde el catolicismo es el credo con más seguidores, pero en Córdoba tiene un 43,7% de buena imagen. No parece tanto si se tiene en cuenta la función que desempeña y que es uno de los argentinos más conocidos en todo el planeta, junto a Diego Maradona o Lionel Messi.
En esa línea, para el 21,5% de los cordobeses su imagen es “regular” y para el 19,9%, es “mala”. Si se suma ambas categorías, el sumo pontífice reúne 41,4% de imagen negativa. La diferencia entre imagen positiva y negativa es de apenas 2,3%, esto es un virtual empate, ya que se encuentra dentro del margen de error muestral que es justamente de 2,3%.
Por último, los indecisos son el 14,9% de los habitantes de la provincia.
Estos resultados, forman parte de la encuesta realizada por la Consultora Delfos en Córdoba, entre el 15 y el 22 de enero de este año. El trabajo tiene 1.800 encuestas directas, individuales y domiciliarias y se efectuó en todo el territorio provincial. Su grado de confiabilidad es de 95% y el cálculo de error de la muestra es de +/- 2,3%.
El Papa logra una cifra mayor de imagen “Buena” en el interior (45%) que en la capital (42%). Crece, por lo tanto, la suma de “Regular” y “Mala” en la capital (47%), que supera claramente a la que hay en el interior (38%). Otro dato, es que hay menos indecisos en Córdoba capital (11%) que en el resto de la provincia (17%).
Al desglosar la imagen que los cordobeses tienen de Francisco por clases sociales, la mayor resistencia se observa en los estratos medios, donde empatan los que tiene una imagen “Buena” del Papa (43%), con los que poseen una imagen “Regular” o “Mala” (43%. En la clase alta, es donde el jefe de la iglesia romana cosecha un 47% de imagen “Buena”, frente a un 43% de imagen “Regular” y “Mala”. En el segmento bajo, es donde hay menor valor de imagen “Regular” y “Mala” (34%) y mayor número de indecisos (22%). Aquí, el sumo pontífice reúne 44% de imagen “Buena”.
Cuando el trabajo pregunta “¿Qué el Papa sea argentino, a usted le genera…? La respuesta con mayor cantidad de adeptos es indiferencia (48%), seguida de “orgullo / alegría” (38%).
Resulta llamativo que frente al rol que desempeña y siendo una figura mundial, en Córdoba congregue la simpatía de menos de la mitad de sus habitantes. Una explicación de este particular fenómeno se puede hallar en la posición crítica contra el neoliberalismo, que sostiene Francisco, y su consecuente cuestionamiento al curso de la economía durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, el dirigente político más popular de la provincia desde 2015.
Probablemente, sea consecuencia de que en Argentina, un país donde sus grandes héroes murieron en el exilio o sus referentes globales son cuestionados por amplios sectores de la población, la imagen de los grandes referentes o fíguras no tiene la misma representación que en el resto del mundo. Se puede concluir también, que aquí más que en ningún otro lugar, “nadie es profeta en su tierra”. Francisco tampoco.
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