Para no ser pobre en Córdoba, una familia debió haber percibido 15.376,82 pesos en el mes de abril, según el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba. Ese es el valor de la llamada Canasta Básica Total (CBT), que se sufrió un incrementó de 3,19% respecto a marzo de 2017.
Mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que es el límite inferior para no caer en la indigencia, alcanzó en el mismo mes, a 8.512,52 pesos.
Con la variación respecto del mes de marzo de la CBT de 3,19%, la inflación acumulada entre enero y abril llegó a 8,88%.
Por su parte, la inflación interanual acumulada entre abril 2016 y marzo 2017, es de 28,03%. Mientras que si se anualiza la inflación de la CBT del primer cuatrimestre, el índice total de 2017 llegaría a 26,64%. Sin embargo, la proyección real es un poco más elevada, ya que llega a 27,80%. Si estos números finalmente se concretan, superaría en alrededor de 10 puntos la proyectada por el gobierno nacional y en 4 puntos el acuerdo de los docentes cordobeses, que fue el más elevado del sector estatal.
La CBT es el umbral que debe superar una familia tipo para no ser pobre en Córdoba en el estudio que mensualmente efectúa el Centro de Almaceneros.
Respecto al volumen de ventas, almacenes y autoservicios vendieron en abril de 2017 un 1,75% menos que en marzo del mismo año. Mientras que medido abril 2017 contra abril 2016, también hubo un ajuste, en este caso de 4,12%. Al medir los últimos doce meses, que van entre mayo de 2016 y abril de 2017 contra el mismo período, pero de 2015-2016, la reducción del consumo llega a 25,32%. Es decir, que en volumen o unidades, los pequeños y medianos comercios de alimentos, venden un cuarto menos que un año antes. Se trata de una contracción muy fuerte, que revela las dificultades de los sectores de menores ingresos para completar el mes con sus ingresos.
Otro dato que sigue subiendo sin escalas, es la venta al fiado, que llegó al 33,6%, el mismo valor que en octubre de 2016, donde se había alcanzado el máximo de la serie. La venta financiada se había reducido en diciembre de 2016 hasta 27,6%, pero a partir de enero volvió a subir progresivamente hasta ahora, en que 1 de cada 3 pesos vendidos, fue financiado.
Por tipo de alimentos, resulta muy fuerte la caída del consumo de lácteos. La leche fluida -en todos sus tipos- perdió un 16,45% en un año (abril 2017 vs. abril 2016); los quesos blandos, cremoso, cuartirolo, mozzarella y otros, -14,7%; los yogures bebibles y aflanados, tuvieron una merma de 19,2%; y los flanes y postres preparados dejaron en el camino un 23,43% de ventas.
A su vez, el pan francés incremento sus ventas un 15,7%, pero en paralelo perdieron espacio en las bolsas, los criollitos y facturas, que tienen un precio mayor en la góndola.
La variación del consumo de carnes también muestra el impacto de la pérdida de poder adquisitivo: bajaron el consumo de carne vacuna (-14,78%) y porcina(-1,77%) y también se hundió el pescado (-18%). El único que asomó las plumas fue el pollo, con apenas una suba de 6,84%.
Se consolida el cambio en los hábitos alimentarios: vuelve a caer la ingesta de frutas y verduras (-13,7%) y crece la de pastas (17,64%), legumbres (10,85%), y papas y batatas (19,6%).
Los otros rubros que engordan son la venta de azúcar (14,4%), Te (27,3%) y Yerba (17,6%). Mientras que el aceite mezcla de girasol también atraviesa un período de bonanza con un crecimiento del 13,25%, al igual que el tomate triturado, que saltó un 15,7%. Si se combina pastas, legumbres y papas con el aceite y el tomate triturado, se presume que aumentó la cantidad de guisos, salsas y fritos en la alimentación diaria.
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