El aire que se respira en barrio Parque San Antonio, al sur de la ciudad, es agrio. Para el que no es del lugar, el olor a maíz fermentado que emana de la planta de producción de alcoholes y bioetanol Porta Hermanos, penetra por las fosas nasales como un nariguetazo de chimichurri o algo incluso más ácido. “A veces viene un viento sur y limpia al ambiente, pero esos días se lo tienen que fumar los vecinos del otro lado”, dice Silvia Cruz, que comparte medianera con la planta.
Si embargo, el problema no es sólo el olor. Un informe de salud ambiental presentado en la Justicia Federal la semana pasada revela un alto incremento de casos de cáncer, principalmente de piel; abortos espontáneos; y malformaciones en recién nacidos. Al menos dos tercios de la población aledaña a la planta padece algún tipo de enfermedad respiratoria y de piel, que se conoce como síndrome de sensibilidad química. El informe relaciona el deterioro de la salud de los vecinos con los afluentes gaseosos de Porta Hermanos.
El relevamiento fue realizado por un equipo de profesionales conducido por Medardo Ávila Vázquez. Desde la semana pasada quedó incluido al expediente judicial que ya alcanza siete cuerpos de volumen y que se instruye en el Juzgado Federal N°3, a cargo de Hugo Vaca Narvaja, quien debe resolver un “amparo ambiental” contra la empresa, y los ministerios de Ambiente y Energía de la Nación. La defensora oficial Mercedes Crespi, que representa a los niños del barrio (la mayoría de los cuales sufre asma) expresó su preocupación mediante un escrito y solicitó que se aceleren los trámites judiciales.
La novedad es que, tras años de parálisis, en las próximas dos semanas la causa podría tomar un primer impulso. Según confirmaron fuentes del juzgado a ENREDACCIÓN, en lo que queda de mayo sería convocada la primera audiencia entre las partes. En el juzgado analizan diversas experiencias realizadas en otros lugares del país y no descartan que la audiencia sea abierta al público. Las fuentes dijeron además que, tras la audiencia, no se descarta realizar una inspección ocular a la planta, única en su tipo radicada en una zona urbana.
VECINO OLOROSO
La planta de Porta Hermanos fabrica licores y fracciona alcohol desde 1995, en un predio de cerca de dos hectáreas que colinda con los patios traseros de varias casas de Parque San Antonio. En febrero de 2012, la empresa, con ayuda de capitales extranjeros, comenzó a elaborar bioetanol a base de maíz transgénico, un compuesto químico que surge de la fermentación del maíz y se usa como combustible. Algunos estudios previos hallaron en el ambiente del barrio residuos químicos de formaldehído, tolueno y xileno.
“La población expuesta a estos tóxicos presenta una tendencia al aumento de casos de cáncer, preferencialmente de piel”, dice el informe. que también advierte sobre las “elevadas prevalencias de asma, conjuntivitis y dermatitis, cefaleas y se observa una preocupante multiplicación de mujeres con masas (pólipos y formaciones extrañas) en vías aéreas superiores”.
El relevamiento presentado ante la Justicia, fue realizado en octubre de 2016 y es el segundo que se lleva adelante en el barrio a pedido de los vecinos -el primero fue en febrero de 2013. Entre el primer y segundo informe, los casos de cáncer pasaron de uno a ocho, con una tasa de prevalencia de cáncer que duplica a la del resto de la ciudad. En la mitad de los casos, se trata de cáncer de piel. Además, uno de cada cuatro vecinos de barrio San Antonio presenta algún tipo de problema de piel.
Según el relevamiento, la principal preocupación de los consultados son los problemas respiratorios, ya que el 60 por ciento de la población tiene algún problema respiratorio. La mitad de los niños entre 6 y 7 años, el 57 por ciento tiene asma o usa broncodilatador. Para comparar, el promedio en la ciudad de niños con asma es de menos del 15 por ciento.
Cabe aclarar que, mientras la ciudad de Córdoba presenta una tasa del 1,6 por ciento de malformaciones, en la zona analizada se observa un 28 por ciento de situaciones de este tipo. “Desde que está esta fábrica, los niños están naciendo con malformaciones. O tienen problemas respiratorios”, explicó Medardo Ávila Vázquez, al presentar el trabajo. “El grupo de enfermedades menores, forman un síntoma llamado síndrome de sensibilidad química. Este barrio está enfermo”, sentenció. Ese síndrome crónico es padecido por dos tercios de los vecinos del barrio.
“Desde que está esta fábrica, los niños están naciendo con malformaciones. O tienen problemas respiratorios” (Medardo Ávila Vázquez, médico).
Los datos fueron recogidos en 134 hogares, con 508 personas encuestadas. Eso equivale al 65% de la población, según el censo 2010. Los autores del informe son, además de Ávila Vázquez, los especialistas del ámbito universitario Eduardo Maturano, Bryan Maclean y Flavia Difillipo.
BOLAS POR LA NARIZ
Silvia es capaz de nombrar, sin repetir y de corrido, una lista de más de diez a los que se les ha diagnosticados pólipos en las vías respiratorias en el último año y medio. Una es su hija, Florencia, de 22 años. “El año pasado me empezó a doler mucho la cabeza, estaba encorvada y de mal humor. Hasta llegué a dormir sentada, porque me faltaba el aire –lo que cuenta Florencia, no se corresponde con la vitalidad de alguien de 22 años–. En diciembre noté que algo me salía por la nariz: era un pólipo. Cuando fui al médico descubrieron que mis vías respiratorias estaban llenas de esas bolas”, cuenta a ENREDACCIÓN.
Además del olor a maíz fermentado que se puede oler cualquier día y a cualquier hora, los vecinos hablan de explosiones e incendios frecuentes en la planta. En las cuadras que la rodean, se ven varias casas con carteles de “En venta”. Según Silvia, algunas lo tienen hace más de cuatro años. “Otras, las compra la misma empresa para traer a sus empleados”, dice. “Es tan triste. Se van las amigas, los vecinos, las embarazadas, las familias con chicos chicos. Yo trato de que mis hijos hagan su vida fuera de esta casa, que estén la mayor cantidad de tiempo posible en otro lugar”, dice.
LA CAUSA
Cabe recordar que marzo de 2015, El fiscal provincial José Mana archivó la primera denuncia contra la planta, realizada por los vecinos, que luego acudieron a la justicia Federal. En ese fuero, el Juez Ricardo Bustos Fierros rechazó in limine el amparo ambiental. Recién en septiembre del año pasado, por unanimidad, la Cámara Federal de Córdoba ordenó reabrir la denuncia. Desde entonces, está a cargo de Vaca Narvaja.
Los vecinos denunciaron a la Secretaría de Energía de la Nación por la falta de registro de la planta. Según una respuesta oficial de octubre de 2015, efectuada por ese organismo nacional, “no existe registro de habilitación alguna acerca de una planta elaboradora de bioetanol en la dirección citada”. La empresa Porta hermanos lo ha reconocido, incluso en reuniones ante los vecinos. La firma posee dos plantas: Bio4, en Río Cuarto que produce unos 250.000 litros de Bioetanol por día destinado a combustible, la más grande del país; y Bio2, ubicada sobre avenida Valparaíso, en San Antonio. que produce 100.000 litros diarios.
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