(Por Pablo Tissera*) El ajuste fue uno de los argumentos principales que esbozó Javier Milei como slogan de campaña, representado simbólicamente por la famosa motosierra cuyo destino era y es el de recortar el gasto y destrozar la “casta política”, con la eliminación del Estado como trasfondo, que lo único que hace es desvirtuar la razón de ser del Mercado como el mejor asignador de recursos, dañando la libertad de compra de las y los individuos hasta el punto de convertirlos en sus esclavos.
LA PARADOJA
El slogan del ajuste paradójicamente generó esperanza, y hasta podemos decir que cumplió con su objetivo en un 55,5%, pues interpeló la subjetividad de la mayoría ciudadana a tal punto que la decisión a la hora de poner el voto, entre múltiples causas, estuvo muy marcada por el enojo, el “voto bronca” ante la actual situación económica.
LA SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA E INSEGURIDAD
Tenemos una inflación que lleva acumulada en lo que va del 2022 un 120%, y su correlato en el 40% de la población en situación de pobreza, y casi un 10% en situación de indigencia, golpeando más fuerte a las niñeces, adolescentes y mujeres, como así también la preocupación por la inseguridad de gran parte de la ciudadanía, sobrealimentada esta por los medios masivos de comunicación.
MOTOSIERRA Y MANO DURA
Claramente la derecha supo usar estas problemáticas tan sensibles para las mayorías, tan dolorosas para todos y todas, asociándolas a una suerte de “corrupción” del actual gobierno, algo que debía terminar, por eso la motosierra y también la promesa de mano dura. Dejando de lado o no reconociendo las consecuencias socioeconómicas que trajo la deuda externa heredada del Macrismo, y luego, las provocadas por la pandemia, la sequía y la guerra. Ojo, tampoco significa desentenderse de los errores del actual gobierno, que los hubo y por eso los resultados también.
¿LAS PREGUNTAS SON…?
En fin… ¿Pero esto no termina acá, porque nos preguntamos cómo relacionamos el ajuste vía motosierra y mano dura con la estanflación y la eliminación del Déficit Fiscal? Y cómo se vincula todo ello, a la esperanza del 55.5% de las y los votantes.
“Comencemos a separar la paja del trigo”, como decía mi abuelo.
Primero decir que es ínfimo el impacto del gasto llamémosle de la política en el PBI, su recorte o ajuste no llega al 1%, por lo que es un tema más simbólico que otra cosa, que ha logrado interpelar a una mayoría popular.
Pero al mismo tiempo nuestro presidente plantea que vendrán tiempos de estanflación y dentro de sus principales objetivos de campaña es llevar el déficit fiscal a cero o negativo, y esto sí tiene un impacto real en la vida de todos y todas las argentinas, donde la situación mejorará entre los 18 y 24 meses próximos.
¿QUÉ ES LA ESTANFLACIÓN?
Estanflación es estancamiento o recesión con inflación, lo que quiere decir que habrá menos producción de bienes y servicios en nuestro país, por ende, menos trabajo nacional. Está situación la genera una política aperturista de libre mercado y la libre competencia ante la desigualdad de condiciones en el mundo. Así, comienza el círculo vicioso (no virtuoso) de menor acceso a recursos del pueblo, es decir que tendremos menos dinero en los bolsillos, y esto nos lleva a una reducción del consumo, por lo tanto, se producirá menos y habrá menos demanda de trabajo, pero todo ello con inflación.
Hoy la situación es diferente, porque venimos teniendo un crecimiento macroeconómico con inflación, que tampoco es bueno, pero no es tan malo como el anterior escenario.
¿QUÉ ES EL DÉFICIT FISCAL?
Y el Déficit Fiscal para el neoliberalismo o anarco capitalismo es una de las principales causas de la inflación, asentando su argumento en que el Estado gasta más de lo que recauda, por lo que luego debe emitir dinero para cubrir la diferencia, pero atenti, que hace hincapié en el Gasto Social, hablamos de jubilaciones y pensiones, AUH, Programa Progresar, Programa Trabajar, y subsidios a tarifas, entre otros, que son todos aquellos que llegan a las y los ciudadanos, lo que representa un 7,5% del PBI, un bajo impacto.
¿LO QUE VIENE?
Según Milei tendremos por delante meses con “caídos” que deberá contener el Ministerio de Capital Humano, y cuando habla de caídos se refiere las personas que sufrirán las consecuencias de los meses de estanflación y de eliminación del déficit fiscal, producto de la implementación de políticas neoliberales.
Finalizo con estas preguntas: ¿Hasta cuándo durará la esperanza de ese 55,5% de la población? ¿Cuánto resistirá la prédica de viva la libertad individual y el libre mercado, por sobre la libertad colectiva, la solidaridad y el Estado presente?
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y Presidente del Partido Solidario Córdoba.
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