(Por Pablo Tissera *). El pasado Martes la ciudadanía argentina vivió un capítulo más en la película que tranquilamente podemos titular “Eliminemos a Cristina”. Como ya lo hemos dicho en otras oportunidades aquí no se trata de eliminar a una persona sino más bien a un proyecto de país que valora la producción y el trabajo nacional, una justa distribución de la riqueza y los ingresos y una fuerte presencia reguladora del Estado.
El pueblo argentino fué espectador de la sentencia a Cristina Fernández, que le dió 6 años de prisión en la causa vialidad, pero que luego, un ratito después de ésta la propia Vicepresidenta via canal de Youtube con total dignidad no sólo desmenuzó la condena dejándola sin carga probatoria con sólidos argumentos, sino además puso sobre la mesa a partir de los chats que recientemente se hicieron públicos entre jueces, magistrados y empresarios, el vínculo directo entre el poder económico, judicial y mediático, y la relación con su condena.
Los intentos desestabilizadores del actual gobierno vía medios masivos de comunicación, vía discurso del odio de sus representantes políticos antidemocráticos, vía golpes mercado, y también vía poder judicial, intentan proscribir a Cristina y con ella el peronismo y el progresismo, y con éstos un modelo de país. Tomamos sólo dos casos que considero paradigmáticos en clave desestabilizadora, primero el intento de magnicidio y ahora la sentencia, parangones del denominado estado paralelo llevado adelante por la mafia del poder, un verdadero atentado a la democracia.
LO POLÍTICO
Ahora bien, la Vicepresidenta también dijo que no será candidata a nada, retrucándole al Poder Judicial que ella estará sin fueros esperando a ser condenada, que me vengan a buscar!!!
Aquí entramos a analizar lo que viene, siendo el año 2023 un año donde la ciudadanía deberá elegir entre dos modelos de país, y el rol de Cristina es muy, pero muy importante. Pero haber, que Cristina no sea candidata no significa que deje la política, sino al contrario, ella queriendo o no reafirma su conducción estratégica del movimiento político nacional y popular en este tiempo histórico como antes lo hicieran Irigoyen y Perón.
LA HORA DEL PUEBLO
Es la hora de la movilización popular, como ya lo hizo en tantísimas oportunidades, no sólo para defender a Cristina, sino para luchar por lo que ella representa, por la democracia, la paz, y todos los derechos conquistados en sus años de gestión.
La dirigencia política partidaria del Frente de Todxs, junto a la sindical, social, eclesial, barrial tienen/tenemos el desafío de conducir este proceso, de estar a la altura de las circunstancias, con hechos que nos permitan fortalecer la unidad, la organización y un programa de gobierno que nos oriente en el rumbo a seguir para con dignidad darle batalla al poder mafioso y el estado paralelo.
Entre todas y todos, debemos construir definitivamente una sociedad socialmente justa e igualitaria, económicamente independiente y equitativa, y políticamente democrática, soberana y participativa.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y secretario Genreal del Psol Córdoba.
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