(Por Pablo Tissera *) A los fines de ejercitar nuestra memoria recordamos que un 2 de abril de 1982, nuestro país bajo un gobierno de facto comandado por Leopoldo Fortunato Galtieri y bajo su responsabilidad, dio inicio a una de las guerras más injustas de Argentina contra el Reino Unido, que más allá de lo justo de la causa Malvinas y nuestra lucha por recuperarlas de la colonización británica entramos en un callejón sin salida que nos dejó 649 muertes en combate muchos de ellos jóvenes inexpertos entre los 18 y los 20 años, sin contar las tantas muertes que hubo por suicidios, todo ello con motivo de encubrir una situación social y económica nacional ya insostenible.
Para poder explicar esta guerra nos tenemos que remontar al Golpe de Estado perpetrado un 24 de Marzo de 1976 por la última dictadura cívico-militar. Allí comienza una de las partes más tristes y dolorosas de nuestra historia. La Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla tenía un claro plan de gobierno basado en cortar el avance de cualquier organización política que pretendiese buscar y luchar por una sociedad más igualitaria. justa y solidaria. Videla y compañía decían que venían a establecer el orden y ordenar el rumbo nacional, un rumbo al desastre.
Con el respaldo de EEUU y en el marco del plan sistemático de exterminio popular y genocidio para América Latina como lo fue el Plan Cóndor, el gobierno de facto sentó las bases estructurales para abrir las puertas al neoliberalismo financiero que comenzaba a dar sus primeros pasos a nivel mundial como nueva fase del capitalismo, con EEUU y el mismísimo Reino Unido como promotores imperiales del mismo. Todo ello a costa de asesinatos, desaparición de personas, centros clandestinos de detención, fosas comunes de enterramientos, robos de bebés, entre tantos otros horrores.
Tenían un plan económico basado en el libre mercado, desplazando y desguazando la industria nacional, acompañado por el congelamiento de los salarios y la desregulación laboral, el endeudamiento externo con organismos internacionales y el fortalecimiento de un modelo de especulación financiera con la recordada Ley de Entidades Financieras del año 1977 promulgada por el entonces Ministro de Economía Martínez de Hoz, ley aún vigente. En fin, su plan fue achicar el Estado y agrandar la cultura del miedo y el no te metás.
De esta manera comienza la debacle social, los delitos de lesa humanidad y la implantación de un plan económico antipopular, que en parte intentó ser encubierta con el mundial 78. Pero con ello, la resistencia a este genocidio social, cultural y económico se fue organizando, el movimiento obrero organizado se hace escuchar planteando mejoras salariales y marcha entrado el año 1982 bajo consignas como “se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar”. Y aquí nos encontramos con el último manotazo de ahogado para encubrir el desastre social, político, económico y cultural generado por la dictadura: la declaración de la Guerra por nuestras Islas Malvinas.
Con el final que ya todos conocemos, con un regreso a la democracia en el ´83, que aún hoy el pueblo Argentino la sostiene y la cuida con uñas y dientes, aunque débil aún, creemos muy importante conocer los orígenes de hechos nefastos de nuestra historia para no volver a repetirlos, reconocer a nuestros héroes y heroínas de Malvinas siempre, y continuar bregando y construyendo los consensos necesarios en un mundo hoy multipolar para recuperar definitivamente nuestras Islas Malvinas en manos del colonialismo británico, que no es ni más ni menos que seguir luchando por nuestra soberanía nacional.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y secretario General del PSol Córdoba.
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