A los 93 años, murió este domingo por la mañana, Hebe de Bonafini, la presidenta y cofundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y protagonista central de las marchas por la aparición con vida de los 30 mil detenidos desaparecidos secuestrados durante la dictadura cívico militar que se extendió entre 1976 y 1983, un compromiso de lucha que mantuvo hasta el final de su vida. La lucha de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo por los derechos humanos ha sido reconocida en todo el mundo y ha sido fundamental para que los autores del genocido perpetrado en Argentina pudieran ser llevados a juicio y condenados por la Justicia.
Incontables muestras de afecto y cariño inundaron las redes sociales desde que se supo la noticia y el Gobierno decretó tres días de duelo nacional por el fallecimiento.
Bonafini había estado internada en octubre pasado para hacerse una serie de chequeos.
Según aquel parte médico se le hicieron “estudios complementarios en relación con patologías crónicas no transmisibles y se ajustó el tratamiento médico”.
El 13 de octubre fue dada de alta y poco después, el 10 de noviembre, volvía a participar de las marchas de las Madres frente a la Casa Rosada.
Allí pidió “hacer una pueblada para sacar a todos estos jueces de mierda”, al referirse a los ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Pero en los últimos días debió ser internada nuevamente por complicaciones en su salud, situación que fue mantenida bajo estricta reserva por sus allegados.
Desde el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández hizo varios llamamientos públicos para condenar a los culpables y proteger a la exmandataria, a quien había definido como “una hija”.
Protagonista de innumerables homenajes y premios en Argentina y en mundo, poco antes de su internación había sido el eje de una muestra fotográfica sobre su vida titulada “Hebe de Bonafini, una madre rev/belada”, realizada en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
La muestra está basada en una selección de fotos basada en el libro “Los Caminos de la Vida”, de Ulises Gorini, sobre de la historia de la titular de Madres de Plaza de Mayo y en la presentación la dirigente contó detalles desconocidos de su vida.
“Tuve a mis hijos que me enseñaron lo que es la política y yo me olvidé de quién era el día que ellos desaparecieron; nunca más pensé en mi”, expresó en ese momento.
Había nacido en la ciudad de Ensenada el 4 de diciembre de 1928 y en 1942 se casó Humberto Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
A comienzos de 1977 su hijo mayor Omar fue secuestrado y desaparecido en La Plata, y en diciembre de ese mismo año corrió la misma suerte su otro hijo, Raúl. Además, al año siguiente desapareció su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
Hebe María Pastor de Bonafini inició su tarea como presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo en 1979, luego del secuestro y desaparición de la primera titular Azucena Villaflor, entidad en la que se destacó por la lucha por los derechos humanos, contra la impunidad de los culpables de crímenes de lesa humanidad, junto a la reivindicación de la militancia revolucionaria de los detenidos desaparecidos y asesinados.
Hebe no sólo reivindicó las luchas de sus propios hijos, sino que impulsó el reclamo colectivo de las Madres: “Todos son nuestros hijos”.
Siguió su lucha sola aún después de la muerte de su esposo, ocurrida en septiembre de 1982.
Como titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, promovió el crecimiento de esa institución. Impulsó la creación de un instituto universitario nacional, un periódico, una radio, una casa cultural y una librería. Además administran el centro cultural de las exESMA.
Estos hitos coinciden con sus ideas de que los derechos humanos debían conjugarse con los derechos sociales.
De la mano de esa concepción nunca ocultó sus preferencias políticas que quedaron expresadas en sus posiciones intransigentes ante las desigualdades.
Luego de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003, por primera hizo pública su adhesión a un Gobierno que abrazó hasta diciembre de 2015 cuando Cristina Kirchner dejó la Casa Rosada.
Durante los más de 12 años de gobiernos kirchneristas, la asociación interrumpió sus históricas “marchas de la Resistencia” que protagonizaba cada año desde 1981.
Con la muerte del expresidente Kirchner el 27 de octubre de 2010, Bonafini declaró que había muerto un hijo de las Madres.
Hebe también defendió a gobiernos y líderes de izquierda de toda la región, entre ellos Fidel Castro, Lula da Silva, Hugo Chávez y Evo Morales.
Bonafini, figura central de la recuperación democrática, también estuvo en las calles defendiendo de democracia durante los alzamientos carapintadas de contra los expresidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem, fue una ferviente opositora a los indultos en favor de los genocidas que otorgó este último.
Junto a las Madres estuvo en la Plaza de Mayo en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 enfrentando la represión del gobierno del radical Fernando de la Rúa contra los manifestantes, donde hubo decenas de muertos.
Fue una gran defensora de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y otras políticas públicas impulsadas por los gobiernos kirchneristas.
También se involucró en la construcción de viviendas sociales mediante el programa “Sueños Compartidos”, que se vio empañado por las denuncias de defraudación al fisco, lo que la llevaron a romper su relación de años con Sergio Schoklender, uno de los acusados por la maniobra.
Su preocupación social se mantuvo intacta a pesar de las difamaciones y maniobras en su contra, durante el gobierno de Cambiemos organizaba charlas y “mateadas” con los jóvenes y recibía donaciones de alimentos para llevar a barrios populares del conurbano, acción que realizaban las Madres sin que tuviera trascendencia pública, por decisión de ellas.
Se enfrentó al gobierno de Mauricio Macri desde el primer día, cuando retomó las marchas de la Resistencia. En agosto de 2016 una multitud se congregó en las puertas de la Casa de las Madres cuando trascendió que podría ser detenida y llevada a la fuerza a declarar a los tribunales de Comodoro Py.
Luego de haber mantenido una crítica y distante relación con Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, el vínculo entre ambos cambió cuando fue consagrado Pontífice. Francisco mantenía una comunicación constante con Bonafini a quien llamaba con cierta frecuencia preocupado por la salud de Hebe, quien lo visitó en el Vaticano en 2016.
Sobre los motivos de su muerte, que coincidió con el Día de la Soberanía Nacional, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, consignó hoy que Bonafini “tenía enfermedades crónicas que en las últimas semanas tuvieron un considerable retroceso” y que por eso había vuelto a ser internada en los últimos días en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata.
La hija que sobrevivió y la acompañó hasta último momento, Alejandra Bonafini, refirió en un comunicado que Bonafini falleció a las 9.20 y agradeció las “demostraciones de amor, acompañamiento y preocupación” que había recibido su madre tanto en “estos días de internación en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata como en toda su trayectoria militante”.
En señal de respeto, el presidente Alberto Fernández decretó hoy tres días de duelo nacional por el fallecimiento de la titular de Madres de Plaza de Mayo.
“El Presidente despide con profundo dolor y respeto a Hebe de Bonafini, Madre de Plaza de Mayo y luchadora incansable por los derechos humanos. El Gobierno decreta 3 días de duelo nacional y le rinde homenaje a Hebe, su memoria y su lucha”, expresó la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
> Con información de TÉLAM.
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