“¿Qué es el alma sino las vivencias que rezuma la tierra a través de los tiempos?” se preguntaba Huberto Cuevas Acevedo cuando hace más de cuarenta años intentaba relatar la belleza de lo que hoy es la Reserva Natural Sierra del Tigre. Él fue uno de los que catalogó plantas, flores y animales silvestres, conformando lo que hoy es uno de los paseos más conocidos de Tandil.
La Reserva Natural Sierra del Tigre es de los sitios que más llama la atención por su exuberancia y la posibilidad que ofrece de internarse en la flora y fauna local. Allí, la altura más notable la tiene el Cerro Venado con 400 metros sobre el nivel del mar. Además, durante el recorrido cualquier persona se puede imaginar cómo era el área antes de la llegada de la civilización y, sobre todo, cómo se desarrollaba la antigua actividad de las canteras.
Los sentidos despiertan a medida que uno transita los senderos, que en verano rebozan del amarillo de las retamas o el blanco de las chilcas, acariciadas por el vaivén de los pinos y los álamos. Se siente lentamente en la base de la nariz el aroma de la menta, la carqueja y el romerillo. Los especialistas consideran que del total de 275 especies, el 50% fueron identificadas como medicinales, siendo 197 nativas y 78 exóticas.
Dentro de las 150 hectáreas de la Reserva hay una Estación Biológica y un Centro de Interpretación donde aprender un poco más. Allí se recrían cerca de una treintena de especies animales que, de acuerdo a sus condiciones, son devueltas a la naturaleza o viven en libertad, especialmente aves como chimangos, loicas, horneros, carpinteros, lechuzas y los inmensos ñandúes, entre otros. Ellos conviven con mulitas, peludos, carpinchos, gatos monteses, lagartos overos, zorros y zorrinos y algún que otro puma que bajó de sierras más altas.
Sin embargo, esto no es todo. En la localidad hay oseros temáticos para conocer su historia, sus posibilidades deportivas, su vasta naturaleza. La formación geológica que corresponde al sistema de Tandilia, se suma en la geografía de la Provincia de Buenos Aires al sistema de Ventania y entre ambos tienen una extensión de unos 300 kilómetros desde las sierras de Quillalauquen, en Olavarría -centro de la Provincia-, hasta el afamado Cabo Corrientes, una de las vistas más famosas de la ciudad de Mar del Plata.
Tandilia es una de las formaciones rocosas más antiguas del mundo y sin dudas, la de más edad de la Argentina. Ya se ha estudiado ampliamente su origen de alrededor de 2.000 millones de años pero sus picos, desgastados por la lluvia y el viento, no superan los 600 metros de altura en toda su extensión. Estos atributos la hacen ideal para la vida al aire libre, para crear un contacto intenso con la naturaleza en todos sus aspectos.
EL RECORRIDO
Al llegar un guía local le explicará el recorrido que se puede hacer caminando, mientras entra en sintonía con la naturaleza o en auto haciendo paradas.
Recorrer los senderos a pie le otorgará, sin dudas, una satisfacción extra. Son 3 kilómetros y medio entre las sierras, dónde la naturaleza se vuelve una postal y si a eso le sumamos la presencia de burros y caballos que esperan para ser acariciados y lo acompañarán, la vivencia es única. En su andar podrá descubrir antiguas pircas y ruinas de casas de piedras que realzan el encanto del lugar. Existen cavas, grutas y aguadas naturales
Hay colores que despertarán aún más su atención impresos en la gran variedad de flores silvestres que se aferran a las piedras y hacen del camino una historia digna para contar, solo hay que estar dispuesto a detenerse en los detalles. Siguiendo por el tramo a recorrer, aparece un monte teñido de colores ocres, un refugio ideal para descansar y jugar con los niños.
De ida o de vuelta, podrá visitar el Centro de interpretación, serpentario, los conejos, los loros, tortugas, el puma, avestruces, las cabras y otros animales que hacen al lugar. También hay un laboratorio dónde se realiza la extracción de veneno de víboras.
Por los senderos también se puede llegar al Paseo Cristo de las Sierras o continuar por el circuito Sierra del Tigre.
CÓMO LLEGAR
Para llegar a la Reserva desde el centro de la ciudad de Tandil, hay que dirigirse al Dique del Lago por Av. Alvear y luego se toma la Av. Don Bosco (es una ruta). A los 1.200 metros está la calle Suiza y se dobla a la derecha, esta calle termina en la Reserva.
Horario de verano de 9 a 19 horas.
Más info: reservanaturalsierradelt
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