Este jueves a las 21 horas se disputará el juego 7 de las finales de La Liga Nacional entre San Lorenzo e Instituto. La cita histórica se jugará en el Roberto Pando, cancha donde los azulgranas son invencibles por ahora: invicto en estos Playoffs (10-0) y en series finales (10-0). Es la cuarta vez que una final en la élite del básquet nacional llega a un séptimo juego, donde los visitantes nunca pudieron coronarse campeones.
“Es mi primera vez llegando al séptimo juego, nunca he llegado antes. Estoy preparado, el equipo está preparado y estamos listos para jugar nuestro juego. Todos estamos emocionados porque esperamos este momento, sabemos que en un juego, cualquier cosa puede pasar”, confesó Sam Clancy a Basquet Plus en la previa. La expectativa crece segundo a segundo, y la dirigencia de Instituto confirmó que colocará una pantalla gigante en el Ángel Sandrin para que los hinchas puedan verlo todos juntos. Algo parecido a lo que sucedió en la NBA con los fans de los Toronto Raptors cuando su equipo jugaba de visitante.
Esta final ha sido una de las más convocantes de los últimos años con estadios llenos, varias leyendas del básquet nacional en las tribunas, y comentarios por redes sociales de jugadores de la generación dorada, como el “Chapu” Andrés Nocioni. No es para menos, ambos equipos han protagonizado una de las mejores series finales en más de 30 años de historia. En este caso, hacía 19 años que no se jugaba un séptimo partido en las finales (Estudiantes de Olavarría 4-Atenas de Córdoba 3, en la temporada 1999/2000), pero la característica que la hace singular es la paridad entre ambos conjuntos en los seis juegos.
Solo es comparable con aquella final de la Liga 1998/1999, entre Atenas e Independiente de Gral. Pico. En esa ocasión también se tuvo que definir la serie en un juego decisivo, siendo el Carlos Cerutti el escenario de la definición. Es casi imposible comparar una final con otra teniendo en cuenta que pasaron 20 años, pero lo vamos a intentar sumando la cantidad de puntos anotados entre un equipo y otro hasta el juego 6. Los pampeanos convirtieron un total de 418 puntos, contra 410 del “Griego”. Es decir una diferencia de +8 a favor de Independiente. En estas finales de 2019, Instituto anotó un total de 477 tantos, contra 469 del “Ciclón”. Por lo que “La Gloria” también posee una ventaja de +8 antes del juego 7.
El “Chapu” contra Atenas en esa recordad final en el Cerutti. Foto: Gentileza Día a Día.
Justamente en esa final de 1999, jugó el “Chapu” Nocioni y su equipo cayó derrotado por 70 a 58 en Córdoba. Otra estadística que le suma más valor a la palabra hazaña en este contexto albirrojo. Con todos los antecedentes en contra, pero con la ventaja de que nada más que las acciones en la cancha pueden torcer el rumbo, Instituto buscará ser el primero en quebrar todas esas marcas. Luego de la victoria en Alta Córdoba, el equipo sabe que tiene al campeón contra las cuerdas, y que con una bala en el gatillo, tiene la oportunidad de quedar para siempre en la historia del básquet argentino.
Clancy, el capitán del plantel cordobés, lo sabe: “Creo que nadie esperaba que estemos en esta posición, así que creo que toda la presión la tienen ellos”. No es para menos, San Lorenzo es el tricampeón y está en busca de la cuarta corona consecutiva, algo que ningún equipo consiguió antes. Con un súper equipo, que cuenta con seis extranjeros en su plantel para lograr ese hito, San Lorenzo tiene mucho más que perder. Es por eso que la presión puede jugarle en contra. Es para destacar, que Marcos Mata y Nicolás Aguirre (los más experimentados) nunca disputaron un séptimo juego en una final de Liga Nacional, por lo que será algo nuevo para todos los jugadores.
—
