Con una comunicación escrita a su personal, la firma Pauny de Las Varillas, abrió oficialmente el plan de retiro voluntario para sus empleados.
El planteo de la compañía, una de las principales fabricantes y comercializadoras de tractores del país, tiene como principal objetivo reducir sustancialmente parte de su plantilla de 580 empleados.
El escenario complicado que enfrenta Pauny tiene que ver con el encarecimiento de los costos de producción, fruto de los valores en dólares que deben pagar para la compra de motores en Brasil y las transmisiones en Italia.
A ello se suma la apertura indiscriminada para la importación de tractores del extranjero, y el abrupto encarecimiento del financiamiento bancario, consecuencia de la política monetaria del gobierno nacional.
Con ello se ha reducido la capacidad para vender tractores de manera financiada, lo que repercute directamente en las ventas, y por tanto en la producción.
Los números son claros. En 2015 fabricaba y vendía en todo el país unos 200 tractores promedio a través de una red de 80 concesionarias. Hoy esa cifra se ha desplomado a menos de 90, y con tendencia a la baja.
“NO SE PUEDE SOSTENER”
“Hoy la empresa no se puede sostener con esas cifras, y decide ajustar por el lado de la gente”, le explicaba a ENREDACCIÓN un empleado con más de 15 años de antigüedad en la ex Zanello, quien pidió encarecidamente que no se revelara su nombre por temor a represalias.
En el comunicado girado a sus empleados, la empresa informa que abrirá el retiro voluntario a partir del 19 de agosto, pero anticipa que negociará de manera individual las condiciones de retiro, que quedarán sujetas “a la aprobación de la presidencia de la empresa”, según señala la circular.
“Estamos luchando día a día, para tratar de ponerle el hombro a la empresa y producir mejor, pero desde la gerencia la única variable que quieren tocar es la de los empleados”, señaló la misma fuente, quien detalló que también, producto de la caída en la producción, no se ha podido avanzar en los programas de innovación que se tenían previstos.
POR AHORA, SIN DESPIDOS
La misma circular de la firma Pauny descarta (por el momento) la posibilidad de cierre o de despidos, e incluso de la disminución de la jornada laboral. No obstante, buena parte del personal, ya se ha visto perjudicada por la caída de las horas extras, que hasta 2015 eran una constante.
En ese marco, la dirección de Recursos Humanos reconoce que se ha tramitado un nuevo REPRO (Programa de Recuperación Productiva, con facilidades que otorga el gobierno nacional para evitar los colapsos de las firmas privadas, a condición de no despedir). La empresa afirma que la solicitud por 90 días ya ha sido aprobada por Anses y que “resta que se le asigne fecha de pago”, garantizando que esto “en nada perjudica el salario ni afecta la jornada laboral”.
La percepción de los trabajadores dista en buena medida de esa afirmación: “Acá tienen la misma mirada que el gobierno nacional: sobra gente, y es por el lado del trabajador por donde se quiere ajustar”, concluyó.