El presidente Javier Milei en su discurso, este domingo, en las escalinatas del Congreso, mencionó que su gobierno va a recibir como “herencia” del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, u$s 100.000 millones de nueva deuda pública. No es verdad, los ítems mencionados no son “nueva deuda”. En ese sentido, el nuevo titular del Ejecutivo está mezclando peras, con manzanas, con bananas y con perejil.
Según el Observatorio Fiscal de Latinoamérica y el Caribe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), “(…) la deuda pública se refiere a los montos adeudados por los diferentes niveles de gobierno y que se utiliza para financiar los déficits públicos resultantes de programar un mayor nivel de gasto público que los ingresos presupuestados. La deuda puede ser adquirida dentro del mismo país o en el extranjero y por lo general asume la forma de bonos, papeles y valores gubernamentales (aunque en algunos casos la deuda es adquirida directamente a través de un organismo supranacional como el FMI)”.
En el desglose, el presidente suma lo siguiente:
-u$s 30.000 millones por “deuda” con importadores. Esto no es deuda pública, es deuda de los importadores (empresas privadas) con los proveedores del exterior. Lo que existe aquí es un compromiso de parte del BCRA de venderle dólar oficial a los importadores, por SIRAs autorizadas -certificados-, pero sin que se trate de deuda pública.
SIRA es el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), un instrumento que facilita el intercambio de información con los organismos externos para evitar sub y sobre facturaciones de mercaderías.
-u$s 10.000 millones en concepto de utilidades no enviadas al exterior por parte de empresas filiales de multinacionales. Este item tampoco es deuda pública. Se trata de un compromiso del BCRA de proveer dólares a valor oficial a cambio de pesos, para que las filiales locales giren utilidades a sus casas matrices en el exterior.
-u$s 25.000 millones de deuda del BCRA (Banco Central de la República Argentina) e YPF. En este punto, el presidente toma deuda del BCRA nominada y exigible en pesos, pero convertida (a los fines de la presentación pública) a dólares. Cabe señalar, por ejemplo, que una deuda en pesos no afecta las reservas en divisas del BCRA y tampoco es asentada contablemente en en esa moneda.
-u$s 35.000 millones de nueva deuda del Tesoro de la Administración Central. Esto es todo deuda en pesos, tomada en el mercado local vía emisión de Letras del Tesoro ajustadas por CER o por dólar linked (títulos de deuda en pesos que ajustan su precio a una tasa de interés fija a la que se le suma la variación del dólar oficial del período), pero se trata de acreencias tomadas en pesos y exigibles en pesos. El presidente, a los fines de la presentación, la expresa en dólares.
En definitiva, a la hora de referirse a la herencia de “nueva” deuda, todo lo que dijo el presidente fue falaz e inexacto.
* Fernando Oviedo es economista (UNC). Podés seguirlo en @fergoviedo.
—
> ENREDACCIÓN trabaja con información de TÉLAM.
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
HACETE SOCIO DE ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE NOTICIAS DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.