Cada día que resta para las PASO revela que la lista corta del gobernador Juan Schiaretti genera preocupaciones en el corazón del PJ cordobés. Para intentar morigerar el efecto de la estrategia provincialista, los dirigentes de la principal fuerza de Hacemos por Córdoba que decidieron apoyar a la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner habrían pedido 3 millones de boletas. La intención es repartirlas junto con la nómina que encabeza Carlos Gutiérrez y Claudia Martínez.
Así se lo confirmaron a este medio dos fuentes legislativas del PJ nacional, luego que la noticia fuera publicada por medios porteños. La jugada contaría con el visto bueno del gobernador cordobés, que pese a ello mantendría su estrategia de equidistancia entre Mauricio Macri y Alberto Fernández y seguiría recibiendo a todos los candidatos presidenciales que se lo pidan.
La movida maduró luego de la visita el miércoles pasado del electo gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que incluso hizo campaña con el candidato del Frente de Todos durante su recorrido por la vecina provincia. Perotti es un dirigente que tiene muy buena sintonía con el senador Carlos Caserio, con quien comparte el bloque justicialista.
No sería ninguna novedad respecto a la estrategia que definió el PJ cordobés cuando dispuso jugar con la “lista corta” y permitir la libertad de acción nacional de su aparato político. Sin embargo, lo que aparece ahora es el factor del involucramiento más directo del sistema afín a Schiaretti, algo que hasta ahora no había ocurrido como consecuencia de sus acuerdos con el presidente Mauricio Macri. Por eso, la presión gubernamental había sido en un principio en favor de la fórmula de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey y luego ante la resistencia de los intendentes perdió fuerza, pero no habilitó a la mayoría del aparato a jugar abiertamente por los Fernández. Dice un viejo dicho, que “la realidad tiene cara de hereje”, por eso se impone la tesis de liberar a todos para que trabajen por la fórmula de Alberto como vía para sostener la viabilidad de la lista corta. Las PASO del 11 de agosto serán una encuesta abierta sobre las posibilidades reales de este esquema.
Se trata de una acción disparada por la alerta que generaron los dos fracasos en la Justicia Electoral que tuvo Schiaretti para defender su boleta corta.
Por un lado, había presentado un recurso para que todos los candidatos presidenciales compitan con boleta corta, pero la acción fue rechazada por el juez federal con competencia electoral, Ricardo Bustos Fierro. Esa estrategia tuvo su origen en el Frente Renovador misionero, que tuvo el visto bueno de la Justicia Electoral de la provincia litoraleña, pero que todavía no tiene definición de la Cámara Nacional Electoral. El segundo intento, fue la aplicación Web para llevar a domicilio la lista corta de Hacemos por Córdoba. El problema es que obligaba a los solicitantes a llegaban a validar los datos con su celular, lo que llevó a la Justicia Electoral a sacar de circulación la iniciativa y definir que se trataba de un delito porque violaba el secreto del voto.
Las luces rojas saltaron en el centro cívico cordobés a partir de que las encuestas y los intendentes de toda la provincia señalan que una minoría considera cortar boleta en favor de los candidatos del PJ. El tema se convierte en un problema político de magnitud porque podría llevar a que la alianza de Hacemos por Córdoba no pueda renovar los dos diputados nacionales renueva este año: Adriana Nazario y Juan Brügge. Por el momento, todo indica que sólo tiene posibilidades de llegar a la cámara baja, el riocuartense Gutiérrez.