En la elección de primera vuelta de octubre de 2019, en la que fueron electos Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner como Presidente y Vice, el Frente de Todos obtuvo 12.846.037 votos. Mientras que en las PASO del pasado domingo 13 de agosto, Sergio Massa y Juan Grabois, las candidatos de las dos fórmulas que puso en disputa el peronismo y sus aliados, reunieron 6.460.689 sufragios. En cuatro años, el oficialismo nacional dejó en el camino 6.485.348 adhesiones, una pérdida de 50,10%. Es decir, que 1 de cada 2 argentinos decidió alejarse de la coalición oficialista.
La elección de la fórmula Fernández-Fernández tuvo un fuerte acompañamiento en el marco de un comicio con elevada participación: 27.525.103 personas concurrieron a votar, un 81,31% de los empadronados. En las PASO de este domingo, la concurrencia fue de 24.016.776 votantes, un 69,62%. La disminución de la participación es de 3.508.327, un 11,69%, entre una cita y otra.
De los casi 6,5 millones de votantes que dejaron de apoyar a la alianza del PJ y el Frente Renovador en 2023 respecto de 2019, 3,5 millones de argentinos se quedaron en sus casas, y otros 3 millones migraron a otros espacios políticos.
El análisis del posible destino de esos electores arroja que pasaron a engrosar las filas de Javier Milei, que llegó a los 7,12 millones de adherentes con ese afluente proveniente del PJ, más 4,1 millones que partieron de JxC (10.811.596 en 2019 vs. 6.698.029 en 2023).
Por otro lado, Unión por la Patria (UxP) perdió en las PASO con Milei por una distancia de 655.663, apenas un 10% del caudal electoral evaporado respecto a 2019.
Mientras que Juntos por el Cambio (JxC), con la interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, logró una diferencia de 237.340 personas sobre UxP, equivalente a un 3,66% de los que se mudaron entre elecciones.
Dos tercios de los adherentes al peronismo en 2019 que en 2023 no lo acompañaron viven en los distritos de la región central: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza. Son 4.226.464 electores de los casi 6,5 millones que zarparon de ese puerto político. Los de la provincia de Buenos Aires representan más de la mitad de los sufragios que salieron de la oferta del PJ en la región central (2.463.801 -58,29%- de 4.226.464) y el 37% de la fuga nacional (2.463.801 de casi 6,5 millones). Por lo tanto, 1 de cada 3 votos que abandonaron al oficialismo son bonaerenses.
Además de la caída en Buenos Aires, se destacan las de CABA con 322 mil sufragios; Córdoba, 488 mil; Santa Fe, 533 mil; Entre Ríos, 158 mil; y Mendoza, 259 mil.
Otro tercio de las pérdidas corresponden a las otras 19 provincias argentinas: 2.258.884 ciudadanos y ciudadanas.
El peso de la fuga está repartido de modo similar con el apoyo obtenido en ambas zonas del país: Un 65% de los votos provinieron de la región central en ambos comicios y un 35%, del resto del territorio nacional. El escape también se divide 65-35 en cada una de las zonas seleccionadas.
Semejante huida evidencia un fuerte castigo a la gestión y resultados del Gobierno Nacional entre 2019 y 2023. Es, por lo tanto, la fuerza más afectada por el rechazo social que tuvo su expresión electoral el domingo último.
Pero el oficialismo no fue la única fuerza castigada. También recibió el mismo remedio JxC, que redujo su volumen electoral en 4.113.567 sufragios, un 38,04% de los 10.811.596 obtenidos en 2019 por Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto.
Queda claro, entonces, que Javier Milei y los libertarios no nacieron de un repollo.
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