El especialista en cambio climático y ex viceministro de Planeamiento para el Desarrollo de Bolivia, Diego Pacheco Balanza, dijo que la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París adelantará el calentamiento global. En exclusiva con ENREDACCIÓN, el experto habló sobre las perspectivas de desarrollo sostenible, criticó la mercantilización de la naturaleza y alertó sobre el peligro de la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París. En 2006, con Evo Morales a la cabeza del Estado Plurinacional de Bolivia, se creó el Ministerio de Planificación de Desarrollo. Allí se desempeñó Diego Pacheco Balanza, quien estuvo la semana pasada en esta ciudad, invitado por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) para participar como orador del curso “Sustentabilidad y Planificación del Desarrollo”.
¿Cómo afecta la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París?
En los cinco años que llevó negociar el Acuerdo de París hay una dificultad muy grande, tomando en cuenta que es el panel gubernamental de cambio climático donde tenemos implicancia todos los gobiernos, para que la temperatura no se incremente más allá de los dos grados centígrados. Los científicos señalan que se deberían emitir a la atmósfera no más de 2.000 giga toneladas (Gt) de carbón. Al año 2014, ya se han emitido cerca de mil por lo que hacia adelante, que puede ser en una década, en 20 ó 30 años, no deberían emitirse las otras mil que restan para limitar ese incremento de temperatura del planeta. Ningún país quiere asumir que esas 1000 Gt se distribuyan usando algún criterio de equidad entre los distintos Estados. Si fuéramos realmente conscientes con la madre tierra y el calentamiento global, diríamos: “no queremos un incremento mayor a dos grados, porque eso es catastrófico, entonces tenemos que distribuirnos de alguna forma esas emisiones de carbono”. Todos deberíamos tener un límite, pero ningún país quiso avanzar en un criterio de distribución de esas toneladas, que era el criterio anterior del Protocolo de Kioto, que ponía cuota de emisiones de carbono.
Incluso, el Acuerdo de París tampoco penaliza a los países que incumplen su compromiso…
Y ése es el tema, ya no hay una distribución de cuotas, de emisiones, lo que se hace es un esfuerzo voluntario de los países y sus compromisos de reducción de emisiones de carbono. A nivel mundial, los países desarrollados solo están interesados en temas de mitigación del cambio climático, pero para los países en desarrollo nuestro interés es la adaptación al cambio climático, nosotros sufrimos las consecuencias, ellos quieren tener medidas universales de mitigación, nosotros queremos que se tomen en cuenta también, medidas de adaptación al cambio climático, de daños y pérdidas que son las consecuencias a las que ya no nos podemos adaptar. Naciones Unidas ha sumado esas contribuciones nacionales y ya ha detectado que con esos esfuerzos para limitar las emisiones de carbono vamos a tener un incremento de temperatura, mayor a los tres grados. Según este cálculo ya estaríamos por encima, entonces con la retirada de Estados Unidos vamos a estar sobre los cuatro grados.
Con la retirada de Estados Unidos vamos a estar sobre los cuatro grados de aumento de la temperatura global. (Diego Pacheco Balanza).
¿No existe alguna manera de limitar la cantidad de emisiones que cada país puede realizar?
Bolivia tuvo dos posiciones sólidas hasta el final: que se distribuya el presupuesto de carbono si queremos ser coherentes con el respeto a la madre tierra, y que se instale un Tribunal Internacional de Justicia Climática que tenga sanciones efectivas para los que incumplan las reducción de emisiones, pero no fueron tomadas en cuenta porque todos los países se opusieron. Ahora tenemos contribuciones voluntarias, y hay un comité de seguimiento que no tiene ninguna posibilidad sancionatoria, le puede decir al país: “no estás cumpliendo, y hacer un seguimiento, y unas evaluaciones intermedias pero es un sistema más flexible y laxo. En general, no existen sanciones, Estados Unidos se puede retirar y decir “no cumplo con los compromisos que he enviado”, en ese caso habrá una sanción ética, moral, interna, externa, y de hecho puede retirarse progresivamente.
¿Por qué Estados Unidos considera que el calentamiento global no es un problema, qué es algo remoto?
El Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC), que es una reunión de científicos designados por los países para hacer informes globales cada cierto tiempo, hizo una última presentación que coincidió con el Acuerdo de París y donde explica que sobre los tres grados de calentamiento de la Tierra (respecto a la temperatura previa a la era industrial), es una catástrofe total: pérdida de especies, cambio en condiciones atmosféricas, climáticas, y desastres naturales, realmente es catastrófico. Personalmente pensaba que iban a ser más lentos los cambios, pero donde uno va, hay mayor vulnerabilidad a inundaciones, desastres y sequías; hay cambios en ciclos agrícolas y de floración. Estamos viendo cual es la magnitud y la potencia que pueden tener estos cambios en el clima con dos grados. A tres grados, según el reporte del IPCC, estas alteraciones serían catastróficas.
Sobre los tres grados de calentamiento de la Tierra (respecto a la temperatura previa a la era industrial), es una catástrofe total: pérdida de especies, cambio en condiciones atmosféricas, climáticas, y desastres naturales, realmente es catastrófico (Diego Pacheco Balanza).
¿En cuánto tiempo se producirían estos efectos?
Los cálculos que se hacen son que hacia el año 2100 y más allá, el planeta estaría cocinado. Es la frustración global tener a un presidente (como Donald Trump) que diga “no existe el cambio climático”, que no ve sus consecuencias, y que además no entiende cuáles son las consecuencias para toda la humanidad y todos los seres vivos que viven acá.
Mucho se habla de las “economías verdes”, ¿cuál es la crítica que usted hace a este modelo?
En la agenda de los países del Norte surgen con mucha fuerza la economía verde, que es una propuesta de mercantilización de la naturaleza, y en la lógica de los ideólogos del desarrollo de Naciones Unidas, es una nueva forma de restablecer las relaciones y el equilibrio de los seres humanos con la naturaleza, porque todos los problemas de degradación ambiental y contaminación tenían que ver con el hecho de que los seres humanos habían roto sus relaciones con ella.
En las sociedades capitalistas lo que no tiene valor/precio no se conserva. Entonces se plantean empezar a darle un valor económico a todas estas funciones ambientales de la naturaleza, que es lo que ellos llaman en su visión antropocéntrica “servicios ecosistémicos”, porque todo lo que esté en la naturaleza tiene la función de ser utilizado por los seres humanos, son servicios de los ecosistemas y hay que poner un precio para se conserven a largo plazo.
Con éxito se logró en el documento Río+20 (la Cumbre de la Tierra de 2012) que la economía verde no sea considerada como el modelo global, el enfoque universal para todos los países. Finalmente se reconoció que existen diferentes enfoques, herramientas y visiones para alcanzar el desarrollo sostenible. Y que la economía verde es una de esas múltiples herramientas. Ahora, esto está en el texto. Obviamente que en la práctica las Naciones Unidas siempre se agarran de las economías verdes pese a que el documento reconoce que no hay una dominación colonial hegemónica en el mundo, sino que cada quien tiene su propia visión de desarrollo y se deberían fortalecer esas diferentes visiones.
VIVIR BIEN
En 2012, Bolivia sancionó la ley Nº 300 Marco de la Madre Tierra y Desarrollo integral para Vivir Bien. ¿Qué conceptos plantea?
La norma busca recuperar la matriz indígena, campesina de Bolivia, es una de las bases de la creación del estado plurinacional, y está reflejando que para logar una vida buena, un vivir bien, no es necesario acumular títulos, bienes materiales, propiedades, activos físicos, más bien, lo que hay que acumular en la vida, son relaciones sociales, prestigio, riqueza espiritual, amistad, paz, son otro tipo de valores los que se van construyendo en la vida y hay diferentes nociones: equilibrio, consenso e identidad. Es un equilibrio con uno mismo, con los demás y con la naturaleza. Esos tres equilibrios son parte sustantiva de esta noción de vivir bien. Es una cultura de la vida. Consideramos que todos los seres vivos que habitan el planeta tienen que vivir bien, todos lo que se alimentan del agua, todos los que están criados y habitan la madre tierra, tienen que tener los mismos derechos, las mismas posibilidades de reproducir la vida. En el vivir bien se recupera otra visión del mundo que es contraria a la visión occidental antropocéntrica. Vivir bien recupera una visión de dialogo de los seres humanos con la naturaleza, con la pachamama que es más que naturaleza, es una totalidad viviente. Bolivia ha tratado de integrar esta complejidad de vivir bien y de la madre tierra en las políticas públicas.
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