La ciudad de Córdoba con sus 576 km2 de superficie es uno de los ejidos más grandes del mundo. Y también una de las capitales que más descree de la idea de planificación. Por eso, preguntas básicas como ¿hacia dónde debe seguir creciendo? o ¿qué hacer con los cursos de agua?, parecen no ser relevantes para los actores públicos y privados de la ciudad, porque hoy el mapa muestra barrios y emprendimientos inmobiliarios que se levantan despreocupadamente en terrenos inestables.
Los especialistas consultados por ENREDACCIÓN advierten que es necesario procurar mayor densificación donde existan más servicios y evitar que la urbanización se expanda para cualquier parte. Lo lógica es simple, más gente en menos espacio, más barato y mayor calidad de los servicios.
Entre la primera y la segunda Carta de Peligrosidad (amenaza) de inundación, erosión y anegamiento para las acciones de prevención. Ciudad de Córdoba pasaron 13 años (La primera se hizo en 2002). Mientras que el último ejemplar se entregó en 2015 a la Municipalidad.
En las conclusiones del informe se lee que “la urbanización creció aunque no de forma armónica. Se realizaron más de 48.000 nuevos inmuebles que pueden discriminarse en 159 barrios, 35 countries y barrios privados, 11 barrios ciudades ejecutadas por el Gobierno de la Provincia y 23 housing de complejos de edificios. Este crecimiento se viene realizando en forma intermitente y carente de planificación integral, algo que no es nuevo en esta ciudad”.
Continúa diciendo: “se han ejecutado varios emprendimientos urbanísticos que no se enmarcan en una planificación integral, donde la propia ordenanza municipal N° 12.077 es sobrepasada o no se la toma en cuenta”.
Incluso, hay un señalamiento a la ubicación de la Casa de Gobierno, más conocida como El Panal, por encontrarse invadiendo “el lecho mayor o de inundación” del río Suquía.
ORDENANZA DESORDENADA
En medio de disputas y objeciones de todo tipo, en 2012 el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba aprobó la ordenanza N° 12.077 para regular los convenios urbanísticos. Uno de los aspectos cuestionados por la Red Ciudadana, era que “los convenios urbanísticos constituyen una herramienta de gestión, es decir un medio para alcanzar fines y objetivos. Por tanto, si los fines y objetivos del desarrollo urbano no están definidos, la herramienta o medio no tiene ningún criterio ni marco orientador para poder aplicarla”.
“La ordenanza de convenios urbanísticos está mal hecha, porque permite modificar usos de suelo a cambio de un mayor beneficio inmobiliario”, dijo a ENREDACCIÓN el arquitecto Joaquín Peralta, integrante de la Red Ciudadana Nuestra Córdoba.
“Las inundaciones de 2002, las crisis hídricas de los años 2012, 2013 y 2014, más los aluviones de Sierras Chicas en 2015 ponen el tema del agua en agenda y obligan a tomar posición. Los convenios urbanísticos y otros emprendimientos inmobiliarios ejecutados ponen en cuestión la ocupación de zonas colindantes a cursos de agua naturales, como el caso de La Cañada, o el arroyo El Infiernillo”, explicó Peralta.
El arquitecto puso como ejemplo al complejo Alto Villasol (ubicado en Ramón Cárcano y Avenida Colón) que está asentado sobre la puerta del cauce de El Infiernillo, que tiene origen en campo militar del III Cuerpo de Ejército y desemboca en el río Suquía. “Esta edificación está afectando el curso del agua, aunque el agua no pase ahora por ahí. Si viene una fuerte lluvia podría recuperar caudal”.
Como Red Ciudadana hicieron una objeción formal en 2012, cuando se promulgó la norma, y pidieron modificarla pero no lo consiguieron. “Hay un proyecto de 700 hectáreas en Malagueño, que está recién empezando pero cuando esté terminado va a significar la urbanización en un área de pie de monte. ¿Cómo van a hacer además con la basura y con el transporte?”, agregó.
Otro emprendimiento que genera objeciones es Manantiales, a la entrada de La Cañada. “Toma dos cursos de agua: el arroyo y el canal maestro Sur, que es una obra declarada de interés patrimonial”, dijo Peralta.“La ordenanza de convenios urbanísticos tiene como eje principal favorecer la ocupación con urbanización frente a áreas de reserva de agua”, cuestionó.
¿Dónde va el agua cuando llueve?
Consultado para el primer informe respecto de las inundaciones (Ver: Córdoba no está preparada para soportar lluvias intensas en corto tiempo) el geólogo Francisco Quintana Salvat dijo a este medio que lo óptimo sería “dejarlos cauces en un estado lo más natural posible y construir a una distancia prudencial para evitar que ante un desmoronamiento de barrancas, o un desborde, afecte las construcciones”.
“Nosotros hemos siempre aconsejado no construir en lugares inestables y damos las razones en la Carta de Peligrosidad”, explicó. “Si seguimos creciendo entre cañadones seguimos creciendo mal. No hay programación en desarrollo urbano. La ciudad crece como le da la gana. Han puesto un barrio como Villa El Libertador y Comercial en una zona de cañadones. A estos lugares trataría de dejarlos en un estado lo más natural posible sin afectar a nada ni a nadie”.
Marcos Gauna, uno de los vecinos de Villa El Libertador, contó a ENREDACCIÓN que hace 30 años vive en el barrio y ya aprendió a convivir con las inundaciones. “Caen dos gotas y no se puede andar. Tenés un metro de agua en la calle. La gente ha cambiado su forma de vida: tienen compuertas y muros de contención. Si estás con invitados tenés que pedirles que se vayan”, comentó. Entre 25 y 30 familias padecen la misma situación. “Es terrible escuchar a los vecinos cuando llueve”, agregó.
¿Cómo se resuelve la situación? Para Quintana Salvat la solución es hacer una red de desagüe eficiente, con salida al Río Primero que es un eje evacuador que tiene la ciudad.
El geólogo advirtió también sobres las obras que se desarrollarán con el cierre de la Circunvalación. “Hay que ver cómo afectan los cauces de agua”.
EDIFICIOS, BARRIOS Y EMPRENDIMIENTOS EN ZONAS INCORRECTAS
La Casa de Gobierno de la Provincia de Córdoba se levanta sobre “el lecho mayor o de inundación” del río Suquía.
Los barrios Villa El Libertador y Comercial se construyeron en una zona de cañadones.
El emprendimiento Manantiales, a la entrada de La Cañada, “toma dos cursos de agua: el arroyo y el canal maestro Sur, que es una obra declarada de interés patrimonial”.
Alto Villasol (ubicado en Ramón Cárcano y Avenida Colón) está asentado sobre la puerta del cauce de El Infiernillo, que se origina en el III Cuerpo y desemboca en el río Suquía.
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