El senador nacional por Córdoba, Carlos Caserio, consideró como muy competitiva la fórmula (José Manuel) De la Sota como cabeza de lista y (Juan) Schiaretti desde la gestión. Dijo además que a Cambiemos “le va a costar el consenso” porque “tienen muchas divisiones” en los “grupos” que integran el espacio. Desestimó las denuncias de desestabilización lanzadas desde la Casa Rosada y reclamó al gobierno que “deje de mirar por el espejo retrovisor”. No descartó que Schiaretti pueda intentar un tercer mandato.
¿Qué hay detrás de las denuncias de desestabilización que lanzó el gobierno nacional?
La verdad, creo que el Gobierno está mirando al espejo retrovisor y a quince meses de gestión no asumió del todo la responsabilidad de gobernar. Cuando el Presidente (Mauricio Macri) fue el Congreso y escuchamos el discurso de comienzo de sesiones, parecía un presidente que asumía ese día. Ellos siguen hablando de expectativas y esperanzas, con críticas permanentes para atrás, y me parece que eso pone a la gente en una situación de dudas sobre la capacidad de gestionar que tienen. Hay muchas cosas que se hacen en el mundo, que a lo mejor están bien hechas, pero acá te cuesta hasta irte de vacaciones, la gente te lo factura porque está sensibilizada, quiere gobernantes poniendo el cuerpo, comprometidos: este es un gobierno donde en enero se fueron todos de vacaciones, no quedó nadie. Y luego la foto de la primera acción de gobierno del Presidente del año, con todas las espadas de Cambiemos para discutir cómo va a ser el año electoral. Me parece una pésima noticia. A lo mejor este gobierno no comprendió que la gestión es clave para ser reelegido y para avanzar. Pierden mucho tiempo en comunicar cosas inventadas. La verdad, hoy las declaraciones de (el jefe de gabinete) Marcos Peña, diciendo prácticamente que ellos llegaron a gobernar porque todos habían fracasado, son hipócritas, porque el que quiere gobernar es porque quiere hacer cosas y cree que tiene la capacidad de hacerlo. No hay ninguna cuestión medianamente seria en contra de este gobierno para desestabilizarlo. A tal punto, que sin tener mayoría legislativa sacaron la gran mayoría de las leyes que presentaron con apoyo de la oposición. Es una discusión fuera de tono e innecesaria, eso de estar todos los días con que los quieren destituir.
¿El gobierno perdió la calle?
Ellos han prometido el control de la calle en Argentina, donde sabemos que no es tan fácil hacerlo. A todos nos ha tocado gobernar y hemos tratado de ser los más severos posibles, pero en esta cuestión es mejor el buen diálogo que ponerse duros. La CGT tiene catorce meses de buen ritmo con el nuevo gobierno, creo que el movimiento obrero ha dejado gobernar, ha participado en temas como (el proyecto de ley de) Impuesto a las Ganancias que eran un compromiso ineludible, era una promesa de campaña de Macri. Pero hay una realidad: la pérdida de empleos, las suspensiones, el salario que no alcanza, la terrible inflación vivida el año pasado, hace que la gente no esté bien. Y si en un país la gente no está bien, lo primero que hace es presionar a sus dirigentes o a quienes los representan. Esto es lo que ha pasado con la CGT. Yo creo que el mayor desafío y preocupación que debería tener el gobierno es la demanda de la gente de abajo hacia arriba. Cuando el tema es con los dirigentes, posiblemente es negociable. Pero cuando es la gente, el ciudadano, el que se empieza a sentir incómodo por determinadas cuestiones, se empieza a poner difícil. Todos los gobiernos han tenido inconvenientes de este tipo y nadie dejó de gobernar por eso. El gobierno no tiene que ser tan quejoso, y debería dejar de mirar para atrás.
¿Hubo un lanzamiento de campaña en el discurso del 1 de marzo en el Congreso?
El discurso tuvo dos partes: la primera fue decir que todo está fabuloso cuando nosotros no vemos una cosa que le haya ido bien hasta ahora. La situación del país es muy difícil, Argentina se ha transformado en uno de los países más caros del mundo; un argentino necesita 14 o 15 mil pesos (mensuales), que es un salario de la pobreza, pero son mil dólares. En otras partes del mundo, la gente con mil dólares no está en situación de pobreza. Acá sí, por el tremendo costo de vida de los argentinos en el último año. Hay cuestiones que no están en los índices: si uno habla con un taxista, y le pregunta cómo le rinde la plata, te dice que se está muriendo de hambre. Porque va a cambiar el ruleman de una rueda y aumentó el 1.500 por ciento. El gobierno debe ver la realidad y dedicarse a gobernar, porque se le va a complicar más.
El gobierno debe ver la realidad y dedicarse a gobernar, porque se le va a complicar más.
En la segunda parte del discurso, a mí me sorprendió por lo agresivo, buscando que los demás le contestaran desde la banca. A nosotros no nos pueden confundir con los kirchneristas porque lo hemos demostrado en los últimos diez años, pero fue un desafío innecesario, crearon un clima de hostilidad donde ellos hacen un lanzamiento de la campaña electoral, poniendo al kirchnerismo o a Cristina (Fernández) como a quien vencer. Es una estrategia de campaña, como todas las cosas que dice Marcos Peña que no son sinceras. Ellos quieren confrontar de ese modo.
¿Cree que la ex-presidenta va a participar de las elecciones de octubre?
Nadie lo sabe, no puedo opinar. Como todo dirigente político, va a hacer lo que crea mejor. Nadie le puede impedir que juegue, y las causas judiciales que tiene hasta ahora no le impedirían presentarse. Tampoco creo que se pueda echar a los que no nos gustan como son. Tenemos que empezar a dejar las apreciaciones de lado y dejar a la Justicia que actúe. La verdad es que la justicia argentina es extraordinariamente lerda, pero también juega mucho la presión política y mediática. Deberíamos dejar que los jueces y fiscales puedan investigar realmente y encontrar culpables y condenarlos. Hay que dejar a la Justicia, alejarla un poco de la política, darle espacio para que funcione de otro modo, cosa que en su momento el kirchnerismo no hizo. Le haría muy bien al país.
¿En Córdoba va a ser una campaña de baja o alta intensidad, en octubre? ¿El PJ de Córdoba se planteará una elección distrital o nacional? ¿Unión por Córdoba jugará con su sello, o como UNA?
No es una cosa que esté decidida, pero mi visión personal es que al peronismo de Córdoba le conviene presentarse como Unión por Córdoba (UPC), porque por más que ésta sea una elección nacional, en realidad lo que está jugando acá es la territorialidad de los dirigentes. No a haber una elección nacional, (sino que) cada dirigente juega donde le toca presentarse. Nosotros jugamos esta elección, y evidentemente UPC es nuestro logotipo, impuesto en Córdoba, que la gente conoce y acepta. Fuimos a una elección por UNA (el frente Unidos por una Nueva Argentina formado en 2015 con el Frente Renovador de Sergio Massa), yo soy el único senador electo en el país con la sigla UNA. Pero me parece que eso es para 2019, donde las fuerzas realmente son nacionales. Ahora me parece que cada dirigente va a demostrar que puede ratificar lo que la gente le dio en su momento. Si Sergio Massa se presenta en Buenos Aires, por más de que gane en diez provincias, si pierde en Buenos Aires queda mal parado. Sabemos que, más allá de todo lo que gestionamos durante nuestros cincos mandatos consecutivos con gobernadores nuestros, si perdemos no vamos a quedar bien. El sistema electoral argentino hace que cada dos años todos tengamos que rendir cuentas. En Córdoba la elección es política y es gestión. Si el gobernador Schiaretti gobierna bien, como lo está haciendo hasta ahora, con alto reconocimiento, las posibilidades de nuestros candidatos, de De la Sota si lo es, serán más grandes. No creo que a un candidato en San Juan de Cambiemos le vaya mejor o peor por el presidente Macri, porque me parece que la gente no lo asocia. El peronismo de Córdoba va a estar unido, como siempre, como lo estuvo estos años, y llevaremos nuestros mejores candidatos. Para mí, personalmente, creo que no cabe duda de que De la Sota es el mejor candidato, el más conocido, el más representativo y emblemático. Tampoco significa que si De la Sota no está no podamos ganar, pero uno juega siempre la carrera con el mejor candidato. Para nosotros José es el mejor, y ojalá que acepte. Pero también es muy pero muy importante que la gestión de Juan Schiaretti siga siendo exitosa. Esa fórmula, buen dirigente político a la cabeza, con una gestión fuerte, para nosotros en Córdoba ha sido siempre interesante.
Para nosotros José (Manuel De la Sota) es el mejor, y ojalá que acepte ser candidato.
¿Cómo cree que será la campaña, en un escenario de buenas relaciones entre el Gobernador y el presidente Macri?
No nos hemos sentado a hablar de campaña. Sinceramente el peronismo de Córdoba no está de campaña. Lo primero que tenemos que tener para esta campaña es una buena gestión, y en esta etapa estamos todos empujando la buena gestión del gobernador. El mes que viene veremos. No necesitamos una campaña larga, porque los dirigentes son conocidos. Seguramente Cambiemos va a tener muchos problemas y no sé si va a lograr hacer una lista por consenso. Porque una cosa es una lista única y otra por consenso. La lista por consenso es cuando el 80 o el 90 por ciento está de acuerdo, la lista única, especialmente cuando son direccionadas desde la Nación, dejan muchos heridos. Tengo la impresión de que los pensamientos políticos de los dirigentes que tienen son tan distintos, que les va a costar tener una lista de consenso y homogénea.
Pero va a haber una pelea fuerte por el control de la provincia…
Por supuesto, tenemos claro que el Presidente y todos sus ministros van a jugar. La actitud del gobierno nacional ya quedó reflejada en las elecciones municipales de Río Cuarto (en 2016), donde mandaron a todos los ministros del gobierno nacional para respaldar a su candidato a intendente, con un spot del Presidente de la Nación, y ganamos por un montón de diferencia. La gente vota a candidatos que conoce, que son sólidos, capaces. El cambio es lindo pero cuando trae soluciones, si el cambio que van a ofrecer es lo que hicieron hasta ahora, me parece que es muy pobre para tentar el voto de la gente. Me cuesta mucho encontrar gente que esté satisfecha con este gobierno. Con respecto a la relación (entre la Provincia y la Nación) lo que nos pasó con el kirchnerismo fue algo totalmente irreal, algo que no debería ser. Hoy tenemos una relación normal y respetuosa, desde nosotros al gobierno nacional y desde ellos a la Provincia. Pero somos ideológicamente distintos, tenemos un modo distinto de ver la Argentina y de ver la política. Evidentemente siempre quedó claro que más allá de la buena sintonía, cuando lleguen las elecciones, cada uno iba a tener su lista.
¿El PJ cordobés hizo alguna revisión de la estrategia del balotaje donde el peronismo perdió las elecciones nacionales?
Como presidente del partido hice una reunión con los dirigentes de Córdoba y dejamos en libertad de acción. Muy simple: para nosotros el kirchnerismo no nos representaba como peronismo. Apoyamos a Sergio Massa que nos ganó la interna, porque José Manuel de la Sota era nuestro candidato a presidente. Fuimos leales a Massa cuando sabíamos que la elección se estaba polarizando. Cuando llegó el balotaje la gente no quería votar al kirchnerismo. Creo que votó a Macri como un modo de demostrarle a Cristina por todo lo malo y los agravios que había hecho al pueblo cordobés, y que de algún modo se tenían que pagar.
Creo que la gente votó a Macri como un modo de demostrarle a Cristina por todo lo malo y los agravios que había hecho al pueblo cordobés, y que de algún modo se tenían que pagar.
¿El PJ Córdoba va a participar en el peronismo nacional?
Tenemos relaciones con dirigentes, tengo en el Senado excelentes relaciones con (Miguel Angel) Pichetto, con montones de peronistas, con el mismo (Juan Manuel) Abal Medina. La relación es histórica. Lo que no tenemos es una participación institucional y no la tuvimos durante la época del kirchnerismo, porque consideramos que el partido no servía como estaba. Y no es que no creamos en el partido, nosotros representamos al peronismo de Córdoba por más de treinta años. Creo que el peronismo después de una derrota necesitó una discusión profunda de la circunstancias y no se hizo. Nosotros decidimos con los nuestros que no somos parte de la estructura del justicialismo como partido, pero sí de la visión del peronismo nacional.
¿Cree que el oficialismo nacional buscará plantear la contradicción “Cambiemos o peronismo”?
Cuando el PRO se conformó, se planteó como un partido conservador, con tendencia de derecha, pero se conformó con tendencias distintas, entre ellos peronistas y desarrollistas. Pero cuando se armó la alianza, el radicalismo tiene miedo de perder sus espacios territoriales. De parte mía, nunca me verán trabajando con Macri, no creo en la política que lleva adelante este gobierno, tengo una visión y una experiencia distinta. Pero creo que tampoco a ellos les interesa mezclarse demasiado porque su mayor aliado es el radicalismo. Ese es uno de los problemas que tienen en Córdoba: quieren seguir conservando las bancas que tienen y el PRO querrá tener más dirigentes de ellos y crecer como bloque.
¿Apuesta a la unidad del peronismo?
El peronismo no se pudo volver a reacomodar después de la derrota, porque no existen liderazgos claros y no hubo autocrítica de lo que pasó. Nosotros seremos una parte de esa estructura y no descartamos en algún momento de los años por venir volver a ser parte del peronismo. De hecho lo somos y representamos al justicialismo de Córdoba. La verdad que nos encantaría un peronismo, no digo unido, porque unidos es una palabra difícil en política, sobre todo después de los años duros del kirchnerismo con muy poca participación real. El peronismo se irá reacomodando y tengo expectativas para que algún peronista vuelva a ser presidente de la Nación. Expectativas que tienen que concretarse.
¿Vamos a ver a Schiaretti y De la Sota haciendo campaña juntos?
Ya lo irán resolviendo ellos. Pero no tengo dudas de que el Gobernador va a apoyar la lista que el peronismo lleve adelante. El gobernador es un hombre que ha encabezado la lista del PJ y su poder político en Córdoba es muy importante. Todos sabemos lo que representa De la Sota, así que me da la impresión de que todos vamos a empujar para el mismo lado.
Si sigue como hasta ahora, muy reconocido, es probable que Schiaretti intente un nuevo mandato.
¿Schiaretti va a intentar una tercera gobernación si la elección es buena en octubre?
Cuando Schiaretti fue gobernador en 2007, yo fui su jefe de campaña y luego su ministro de Gobierno. El esperaba gobernar solamente cuatro años, porque había sido vicegobernador y eso no le permitió presentarse de nuevo. Por eso me parece que se quedó con la impresión de que podía hacer mucho más cosas. Me da la impresión de que su decisión va a ser en función de cómo siga este mandato. Si sigue como hasta ahora, muy reconocido, es probable que lo intente. Tampoco ha dicho que lo va a intentar, pero a mí me parece que cuando a un dirigente político le va bien, siempre encuentra más estimulación para seguir en la política.
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