Una multitud marchó en la tarde de este viernes 24 de marzo para conmemorar el Día de la Memoria, a 47 años del Golpe de Estado cívico-militar de 1976. La movilización fue encabezada, entre otras, por la Abuela de Plaza de Mayo, Sonia Torres, que busca a su nieto nacido en cautiverio en 1976; y las madres de Blas Correas -asesinado por efectivos de la Policía de Córdoba en agosto de 2020- y Facundo Rivera Alegre -desaparecido en febrero de 2012, en la ciudad de Córdoba-.
La marcha culminó con un acto frente a la ex Plaza Vélez Sársfield. Allí, la sindicalista gráfica Ilda Bustos leyó el documento del Foro por la Democracia, La libertad y los Derechos Humanos de Córdoba, titulado “30000 razones por la democratización de la Justicia. Por una democracia sin mafia”.
Más tarde, Sonia Torres, presidenta de Abuelas Córdoba aseguró que el Día Nacional por la Memoria y la Justicia no es un día que recuerde el pasado sino “una fecha que nos interpela en el presente. Un presente cargado de desafíos”.
La Abuela de Plaza de Mayo, Sonia Torres, en la marcha del Día de la Memoria, el 24 de marzo de 2023. (Foto: Irma Montiel / Télam).
Se preguntó “¿Por qué no es necesario llegar a este 24 para tener memoria? Cada pedacito de mi piel está saturado de memoria”, y planteó que “hacemos memoria cuando cada 24 de marzo marchamos por las calles de Córdoba con la pancarta de nuestros hijos para que no se olviden nunca más. Hacemos memoria cuando golpeamos la puerta de los poderosos y de los asesinos para que nos digan donde están los hijos que crecieron en el vientre de todas las Silvinas (su hija secuestrada y desaparecida se llamaba Silvina Parodi). Hacemos memoria cuando visitamos los lugares del horror”.
Viviana Alegre, madre de Facundo Rivera Alegre; y Soledad Laciar, mamá de Blas Correas. (Foto: Irma Montiel / Télam).
El documento del Foro recuerda que “la dictadura cívico militar y eclesiástica, que derrocó al gobierno constitucional el 24 de Marzo de 1976, y que se instaló hasta 1983, desapareció y asesinó a una generación de jóvenes luchadores y luchadoras: estudiantes, sindicalistas clasistas y combativos, miembros de organizaciones revolucionarias, curas y monjas del Tercer Mundo e integrantes de distintas organizaciones sociales; con la finalidad de imponer un modelo capitalista dependiente, neocolonial, conforme con los dictados de EEUU, la potencia que impulsó los golpes de Estado en América Latina, tal como lo demuestra la instalación del Plan Cóndor”.
Agrega que “el pueblo argentino resistió a esa dictadura. Madres de los desaparecidos se reunieron para buscar a sus hijos e hijas. Así surgieron las primeras organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, ya que también eran sustraídos los bebés nacidos en cautiverio y dados a otras familias apropiándose de sus vidas y de su identidad. Además, enfrentaron a este gobierno genocida otras organizaciones políticas, sociales y de DDHH, junto a las luchas del movimiento obrero, de los partidos políticos de la participación popular, y en particular gracias al fracaso de la Guerra de Malvinas, en la cual murieron miles de jóvenes argentinos. Esto fue el punto culmine de las atrocidades cometidas por dictadura que derivó en la recuperación de la democracia hace 40 años”.
Luego reivindica “los juicios por los crímenes de lesa humanidad, y las políticas de estado que dieron comienzo durante la presidencia de Néstor Kirchner, pero hoy vemos sus límites cuando de los más de mil militares condenados, ochocientos gozan de prisión domiciliaria. O cuando un oligarca como el dueño del ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, murió impune, cuya responsabilidad le cabe a la Cámara de Casación y la Corte Suprema.
El documento plantea posteriormente, los siguientes puntos:
-No concebimos que bajo un gobierno que se jacta de ser nacional y popular existan los presos políticos, ayer de Macri y hoy del gobierno del Frente de Todos.
-Rechazamos la continuidad de la actual Corte Suprema, cómplice del lawfare y del vergonzoso fallo del 2×1 en 2017, repudiado por el pueblo en las calles. Por ello exigimos la renuncia de los cuatro supremos, debido a su accionar contrario a los intereses populares y a los valores democráticos.
-Apoyamos el juicio político a los miembros de la CSJN. Es necesaria una reforma judicial con carácter urgente, así como una reforma constitucional que incluya el voto popular para la elección de jueces.
-Nos pronunciamos en contra de la persecución y del intento de proscripción hacia la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kichner, por parte de la mafia judicial y de la derecha autoritaria.
-Reclamamos el esclarecimiento del intento de magnicidio hacia la vicepresidenta, que aún no ha sido esclarecido
-Nos pronunciamos por la aprobación de una Ley Anti Negacionista, la continuidad de los juicios por delitos de Lesa Humanidad y el castigo a todos los responsables del genocidio: militares y civiles (empresarios, curas y jueces).
-Por la defensa del salario, contra la inflación, producida por las empresas formadoras de precios, por la soberanía terrestre, fluvial, marítima y alimentaría; por una Empresa Nacional de Alimentos basada en la producción de cooperativas y sectores de la economía popular, que deberían efectuarse en tierras logradas por una reforma agraria antilatifundista.
La cabeza de la marcha por el Día de la Memoria. (Foto: Irma Montiel / Télam).
-Por políticas públicas de inclusión y diversidad, basta de reprimir y judicializar a los que luchan, devolución de sus tierras a los pueblos indígenas, reconocimiento de derechos a las etnias minoritarias, aplicación plena de la Ley de Medios.
-Por todo esto: decimos Nunca Más al posibilismo, al Cordobesismo, al Macrismo, a la derecha autoritaria, al neoliberalismo y al fascismo.
