El 80,8% de la facturación de las grandes empresas mineras permanece en el país a través de pagos de salarios, compras a proveedores nacionales, impuestos y ganancias de las empresas que no fueron remitidas al exterior, mientras que de cada US$ 100 exportados, US$ 68 terminaron siendo una generación neta de divisas para la economía argentina.
Así se detalla en un documento de trabajo elaborado por el Centro de Estudios para la Producción XXI (CEPXXI) sobre la minería en Argentina, en el que la entidad que funciona dentro de la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo realizó una radiografía de las grandes mineras metalíferas en base a los resultados de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas del Indec.
La encuesta indaga en múltiples variables de flujo y stock en las 500 compañías de mayor facturación del país (excluyendo sector agropecuario y financiero) y permite estimar entre otras cosas la retribución a los factores productivos y ayudar a comprender el aporte de la minería a gran escala, una pregunta recurrente en el debate público.
En ese sentido se resaltó que la amplia mayoría de la facturación de las grandes empresas mineras permanece en el país dado que el 19,2% de las mismas van como pagos al exterior tanto bajo la forma de importaciones directas e indirectas de bienes y servicios, pago de intereses y remisión de utilidades.
Como contracara, el 80,8% de la facturación permaneció fronteras adentro a través de pagos de salarios, compras a proveedores nacionales, impuestos y ganancias de las empresas que no fueron remitidas al exterior.
Asimismo, dado el carácter altamente exportador de la gran minería ya que el 87,2% del total facturado se exporta y –comparado con otros sectores–, el informe precisó que la relativamente acotada salida de divisas para importaciones y rentas de la inversión, de cada US$ 100 vendidos, 68 terminaron siendo una generación neta de divisas para la economía argentina.
El 67% de las ventas de las grandes firmas mineras en operación se descompone en gastos en masa salarial (15,2%), impuestos en distintos niveles de gobierno (11,4%) y proveedores locales (40,5%, aquí ya se descuentan las importaciones embebidas en estos), detalló el informe.
Cuando a eso se suma el ingreso neto disponible de las empresas no remitido al exterior (12,9%) se llega a un 79,8%, una cifra muy similar al 80,8% que permanece en el país según el enfoque de transacciones con el exterior.
Los beneficios de las empresas, en tanto, equivalen al 18,1% de la facturación, y se componen un 12,9% del ingreso neto disponible que permanece en el país y un 5,2% como dividendos distribuidos (que se asumen como mayormente remitidos al exterior).
El informe también desglosa las características de la inversión, la productividad y los salarios en la minería, lo que le permite afirmar que se trata de una actividad altamente intensiva en capital, que requiere cuantiosas inversiones mayormente destinadas a construcciones y, más secundariamente, a maquinarias y equipos, donde se concentra buena parte de las importaciones de las firmas mineras.
Como efecto de ello, se explica que de 220 ramas de actividad, la minería ocupa el noveno puesto en términos de capital fijo por firma, con un valor 55 veces mayor al promedio de la economía.
La elevada intensidad de capital a su vez explica la muy alta productividad relativa de la minería metalífera, que a su vez es un factor determinante (no el único, dado que también inciden las dinámicas específicas gremiales) a la hora de explicar por qué los salarios de la actividad se encuentran entre los más altos de toda la economía.
El sector finalizó el año 2021 con una cifra superior a los 33.000 puestos formales directos en sus distintos segmentos (metalífera, no metalífera, litio, carbón y servicios de apoyo directos), el mayor nivel desde que hay registro.
En este sentido, se aseguró que el sector minero cuenta con un potencial de crecimiento relevante en términos de desarrollo regional y de proveedores, a la vez que es un importante aportante de divisas mediante exportaciones e inversión extranjera directa.
En particular, la minería metalífera también es un sector muy relevante en términos de empleo formal, particularmente en provincias lejanas a la zona Centro del país, la más desarrollada, y de salarios al ser, junto con los hidrocarburos, la actividad de mayores salarios de toda la economía.
Una característica particular de la actividad es la elevada participación de los servicios en su demanda intermedia, representando el 81,6% del consumo intermedio de la minería. Por su parte, la compra de bienes intermedios representa el 18,4%.
Dado que en los servicios la producción y el consumo tienden a realizarse de forma simultánea, el consumo de servicios productivos en el territorio involucra un impacto destacable en términos de desarrollo de proveedores locales.
El 88,7% del monto de las compras de insumos productivos –tanto bienes como servicios– se realiza a proveedores locales, mientras que el 11,3% restante se encuentra conformado por importaciones.
> Con información de TÉLAM.
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