La guerra es una mierda. Cualquier guerra. Mueren inocentes que no combaten y también los que combaten y no tienen más remedio; se destruyen familias y se violan los derechos humanos; se destruyen bienes materiales y culturales. Es una lacra de la humanidad.
Ojalá, algún día podamos vivir en una sociedad justa y solidaria, donde reine la paz y la convivencia entre todos los que habitamos este planeta sin distinción de culturas, etnias, religiones u orientación sexual. Ojalá, algún día dejemos de autodestruirnos.
VER MÁS ARTÍCULOS SOBRE LA GUERRA EN UCRANIA.
Esto debería haber sido así desde siempre, pero lo cierto es que este mundo se hizo con guerras, violencia y muertes y la humanidad actual, nosotros mismos como personas, somos resultados de ese derrotero histórico. Desde la leyenda bíblica del asesinato de Abel en manos de Caín. Guerras de conquistas (2), guerras religiosas (1), guerras imperialistas, guerras revolucionarias (3) y de independencia. Las ambiciones de riquezas y de poder, pero también de ideales inalcanzables por otros métodos en este mundo violento, las impulsaron.
¿Hay algunas guerras justas y otras injustas? Pues sí .Y tiene que ver con la subjetividad, con un imperativo moral y depende de qué lado de la historia nos ubiquemos, de la concepción del mundo que se tenga y del tipo de sociedad con que se sueñe. Toda guerra es una confrontación de intereses. Pero algunas abogan para el lado de la libertad, la justicia y la democracia y las otras para afirmar un mundo de privilegios para pocos, que para algunos son el orden natural de las cosas y por eso justifican defenderlo. Ambas conllevan muerte y destrucción.
¿Fueron guerras justas las que llevaron a cabo nuestros próceres por sacudirse la dominación colonial? Si España no hubiera anexado estas tierras a su imperio y masacrado a sus habitantes, tal vez no hubieran sido necesarias. Sin embargo se hicieron a sangre y fuego y no fueron del agrado de muchos que preferían en función de sus negocios, seguir siendo colonia de España, de Gran Bretaña o de EEUU ¡y dejaron sus herederos! ¿Fueron guerras justas las que se hicieron en toda América contra los habitantes originarios, extinguiéndolos casi? Desde la perspectiva de quienes levantaron la consigna sarmientina de “civilización o barbarie” sí. Desde los que aspiraban incorporar el continente a la economía mundial y al capitalismo naciente también. Eso era el progreso.
Y podemos seguir con innumerables ejemplos algunos más contundentes, como la guerra de secesión en EEUU, la guerra civil española, Vietnam, las dos guerras mundiales y más y más y mucho más. Ahora bien, ¿es una guerra justa la que Rusia llevó a territorio ucraniano? ¿De qué lado deberíamos estar?
Para Ramiro Gómez, miliciano madrileño de la Brigada Ruben Ruiz Ibarruri- Caravana Antifascista de Banda Bassotti, que fue como voluntario en el 2014 a luchar contra el fascismo en Donbass, es una guerra justa la iniciada por Rusia. Pero no se confunde y aclara antes de exhibir sus argumentos: “…para prevenir a los niños rata que aparezcan, diré que Putin me da asco, y que Rusia no es la URSS y sus políticas nada tienen que ver con su pasado soviético, pero me niego a poner el foco en Rusia, porque considero que es poner el eje de la balanza en un lugar erróneo y que sólo puede dar pie a posiciones manipuladas”.
Entre una larga y desgarradora historia de penurias nos refresca: “Han pasado ocho años en los que el ejército ucraniano ha masacrado sin piedad y sin interrupción al pueblo del Donbass. Ocho putos años en los que todos habéis guardado silencio cruel y cómplice. Desde los medios, hasta los que ahora sacáis vuestros ofensivos cartelitos de «No a la Guerra». Las víctimas civiles “oficiales” que son infinitamente más cortas que las reales, reconocen 14.000 personas asesinadas. Los batallones nazis a su vez, tomaban pueblos enteros, violaban a placer a todas las mujeres y niñas, saqueaban las casas, torturaban a los hombres e incluso celebraban orgías en las que violaban a bebes delante de sus madres. Podéis comprobar quién era el Batallón Tornado”
Y concluye luego de un largo y descarnado repaso por la historia de horror que ha debido padecer el pueblo de Donbass: “La OTAN, USA y Europa son criminales y asesinos. Las guerras de potencias entre las que incluyo a Rusia deberían ser frenadas todas de inmediato. Los y las trabajadoras del mundo deberíamos estar unidos contra sus guerras, contra todas sus guerras, y contra los oligarcas de un lado y otro. Eso sería ideal. Obreros ucranianos y rusos expropiando a los oligarcas y construyendo un entorno de apoyo mutuo y solidaridad. Pero estamos a años luz de eso y a mí lo que me importa ahora, es que la gente del Donbass podrá salir de sus refugios y jugar en un parque con sus hijos, sin miedo a saltar por los aires, por primera vez en 8 años”. Es justo.
Entonces ¿de qué lado deberíamos estar? Y, como criticó el miliciano, del lado de la paz, repiten a coro casi todos los gobiernos del mundo y «las buenas gentes del pueblo para tener tranquilo el sueño» – como cantaba Patxi Andión. Una buena parte de los gobiernos del mundo, están preocupados por la violacion de los derechos humanos en Ucrania y condenando la invasión rusa, plegados disciplinadamente a los intereses geopolíticos yanquis. Pero todos ellos callaron y siguen callando sin condenar, cuando EEUU y sus lacayos europeos, arrasaron países en nombre de la libertad, la democracia y el progreso, asesinaron millones en ellos y dejaron hambre, miseria, y buenos negocios para sus empresas. ¿Cuánto hace que Israel, viene ocupando territorio palestino y asesinando su gente? ¿Cuánto hace que EE.UU. y su claque europea vienen bloqueando a Cuba y Venezuela? Y matando gente, porque no solo matan las balas. Se mata por hambre, por falta de salud, por pobreza, como mata el neoliberalismo que luego de la caída del mundo socialista se convirtió en sistema hegemónico en el mundo bajo la tutela y protección de los EE.UU. Para más detalle, y ante la acusación que Biden le hiciera cínicamente de «criminal de guerra», Putín les recordó quiénes eran en verdad los terroristas señalando minuciosamente cada hecho de guerra emprendido por EEUU con gobiernos republicanos o demócratas y sus aliados de la OTAN, cada golpe o intervención de la CIA, contra países que no se alineaban disciplinadamente a sus intereses.
De nuevo ¿de qué lado habría que colocarse en este caso? En esta guerra no están en juego cuestiones ideológicas, ningún bando promete alumbrar una nueva etapa civilizatoria, un mejor destino para la humanidad. Pero lo que sí deja claro en forma cruel y descarnada -como toda guerra – y lo proclama a viva voz el presidente de la Federación Rusa, que el siglo XXI ya no es el del dominio de EEUU sobre el mundo, donde han emergido otras potencias que están emparejando la balanza del poder global.
Para los que no se han enterados o se hacen los distraídos: “La guerra en Ucrania ha puesto dramáticamente negro sobre blanco el mundo multipolar que se viene junto a la decadencia de los imperios. Una Latinoamérica unida y fuerte como uno de los centros de poder económico y político deberá emerger para discutir el poder en ese mundo sin ningún tipo de vasallaje y en eso será fundamental la capacidad de combate de los movimientos populares.” Ese dato insoslayable de la realidad global no puede ser ignorado por los gobiernos populares de nuestro continente si aspiramos a recuperar la soberanía y construir una sociedad igualitaria y una vida digna de ser vivida por nuestra gente.
Citas:
(1) San Agustín y más adelante Santo Tomás de Aquino, retoman la doctrina de la guerra justa. En aquel tiempo se decía que: «El orden natural es un reflejo del orden divino. El soberano legítimo tiene el poder de establecer y mantener este orden. Como el fin justifica los medios, los actos de guerra cometidos por causa del soberano pierden todo carácter de pecado. Esta guerra es declarada justa; Dios la quiere; a partir de este momento, el adversario es enemigo de Dios y, como tal, sólo podría hacer una guerra injusta».
(2) El teólogo español Francisco de Vitoria, fundamenta sobre el derecho de la guerra de los españoles contra los «bárbaros», que trata cuatro puntos fundamentales: Si es lícito a los cristianos hacer la guerra, en quién reside la autoridad para declarar y hacer guerra, cuáles deben ser las causas de una guerra justa y qué cosas pueden hacerse contra los enemigos en una guerra justa. .
(3) «La historia conoce sólo dos tipos de guerras: las justas y las injustas. Apoyamos las guerras justas y nos oponemos a las injustas; todas las guerras contrarrevolucionarias son injustas; todas las guerras revolucionarias son justas.» (Mao Tse Tung)
> Sobre la génesis del coflicto Rusia-Ucrania, los intereses en juego y sus protagonistas es recomendable leer la nota de Daniel Roy en su blog Mundo Global, titulada Ucrania: cóctel de gas, neonazis, OTAN y oligarcas rusos donde repasa la disputa por la provisión del gas a Europa y la hipocresía y el cinismo de los EEUU y los países de la OTAN, verdaderos criminales de guerra. También nos dice que «Los argentinos deberían recordar muy bien a la OTAN, porque durante la guerra de las Malvinas, fue quien precisó la posición del ARA General Belgrano y a pesar de que el mismo estaba fuera de la zona de guerra establecida, el submarino nuclear británico HMS Conqueror le disparó 2 torpedos. El ARA General Belgrano se fue a pique y murieron 323 marineros argentinos».
VER MÁS ARTÍCULOS SOBRE LA GUERRA EN UCRANIA.
—