La guerra de Ucrania y el peligroso juego de los análisis ideológicos

“Nada puede ser interpretado fuera de su contexto “. Esta frase está inscripta en el George Pompidou de Paris desde hace más de 30 años. Se trata de la regla mayor en materia de interpretación de fenómenos sociales y en especial de las guerras.

En las guerras siempre se debe partir de una premisa que no admite doble mirada. La paz es la obligación moral de una sociedad que ha llegado al siglo XXI con los mayores avances culturales y científicos en la historia de la humanidad.

¿Qué fue lo que pasó para haber llegado a una guerra tan atroz a pesar de esos enormes avances de la civilización?

Aquí aparece la sistémica como instrumento científico de análisis. Y con ella aparecen  los hechos históricos y económicos que rodean al hecho de la guerra. Lo contrario es ideologismo analítico o superficialidad analítica.

Vamos a los hechos:

1: Por lo pronto se debe recordar que en la actualidad existen “guerras olvidadas “que deben ser recordadas en el análisis de la guerra de Ucrania. Forman parte del contexto. Más de 2 millones de palestinos en la franja de Gaza en condiciones denigrantes, Somalia en África. Nuestra Guerra de Malvinas.

Estas son guerras olvidadas que integran el primer dato de contexto  en el análisis de la tragedia de Ucrania.

2: El segundo hecho que se debe considerar en el contexto analítico de la guerra es el  de la existencia en el mundo de hoy de monarquías corruptas con un muy alto poder político y económico, y legitimadas por las democracias occidentales.

Se trata de déspotas con políticas humillantes para las mujeres que gobiernan países sin controles judiciales independientes y sin ningún respeto por los DD.HH. Son  monarquías hereditarias con poder de veto en organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI por sus enormes aportes de capital.

Este es un hecho de enorme importancia que debe integrar el contexto de análisis de la guerra de Ucrania. Esta guerra abre escenarios económicos nuevos en materia de gas, petróleo y alimentos. Y las monarquías corruptas tienen alto poder económico.

3: El tercer dato de contexto es saber que Rusia en menos de 70 años pasó sin escalas del Zarismo absolutista de los Romanov al bolcheviquismo sangriento del estalinismo y de allí y también sin escalas, pasa a un brutal y corrupto capitalismo.

En menos de 100 años, Rusia pasó del Zarismo al  comunismo y del comunismo al capitalismo puro. Nicolás II, Stalin y Putin tienen fuertes semejanzas.

La defensa de las fronteras imperiales rusas siempre fue una necesidad histórica de Rusia. Napoleón y Hitler no pudieron derrotar a una Rusia primitiva.

En 1989 cae la URSS y no menos de seis estados ubicados en la zona de influencia rusa son comprados por la Unión Europea y por el euro. Y allí se instalan tropas de la OTAN.

4: Philppe Sands en su excelente libro “Calle Este/Oeste”, muestra con rigor histórico de qué manera el territorio de la actual guerra de Ucrania fue escenario de constantes guerras en todo el siglo XX. Hasta la primera Guerra Mundial, Ucrania, Polonia, Eslovaquia y la región de Bohemia formaban parte del imperio Austro- húngaro. Luego fueron territorio alemán, polaco, ruso y finalmente ucraniano.

Es el escenario en el cual y desde siempre se disputa el poder Este/Oeste en Europa.

Este es el contexto histórico y económico en el cual se debe interpretar la tragedia de la Guerra de Ucrania. Es equivocado y nada inocente interpretar  la guerra desde el punto de vista solo militar o de libertades vs nazismo o de izquierdas vs derechas.  Esos  son análisis ideológicos que nada aportan a la solución del conflicto. Desgraciadamente son hoy los análisis dominantes que juegan más como instrumentos de guerra que  como expresión de  información veraz de la Libertad de Expresión.

Los grandes jugadores en la guerra de Ucrania, que claramente son los EE.UU., la Unión Europea y la Federación Rusa deberían ir a la Mesa de Negociaciones con voluntad expresa de reconocer sus responsabilidades en la generación de las causas del conflicto. Los hechos militares no son suficientes para terminar con la guerra. Se trata de desmontar el contexto de causas que nos llevó a la guerra. De tener memoria de las “guerras olvidadas “, y de los déspotas legitimados por las Democracias de Occidente. Solo así se le podrá exigir a Putin acabar con la barbarie de la Guerra.

VER OTROS ARTÍCULOS DE JUAN CARLOS VEGA.

* Juan Carlos Vega. Ex presidente Legislación Penal de la HCDN. UC Córdoba y U C Lovaina.

>> MÁS ANÁLISIS

VER Trabajar seriamente para la Paz.

VER Rusia, EE.UU. y una nueva arquitectura de seguridad mundial.

VER Guerra en Ucrania, día 8: La pelea por el relato.

—