Mario Negri, Pedro Dellarrosa, Rogelio Frigerio, Héctor Baldassi, Luis Juez y Ramón Mestre en Marcos Juárez, en una escena de la última campaña electoral.
Ramón Mestre recibió un llamado telefónico de Juan Schiaretti para avisarle que adelantaría las elecciones provinciales. Fue una cuestión formal con el titular del principal partido de oposición de la provincia. No demasiado más. El gobernador está convencido que el intendente capitalino será su rival el año que viene. Así se lo dice su instinto político, y sobre todo las encuestas que encarga a semanalmente. Paradójicamente, hará lo mismo que el padre de su adversario: adelantar las elecciones. Ramón Mestre padre creyó en 1998 que podría burlar la ola de cambio que reinaba en el país y su propio estilo de ajuste sin anestesia. Se equivocó y le abrió la puerta a un largo ciclo peronista que llegará, en un mes, a las dos décadas de extensión. Ahora, “el Gringo” usa la misma matriz de razonamiento para esquivar la tensión que produce la aparición de un nuevo sujeto político-social en la Pampa Húmeda y la ciudad de Córdoba, afín a Mauricio Macri, pero que por estos tiempos sufre un desgaste diario por sus políticas de ajuste. Schiaretti piensa que mayo es buen mes para salir airoso de un eventual repunte amarillo. Sin embargo, mayo ha sido siempre un mes de convulsiones.
VER MÁS ARTÍCULOS DE GUIDO FERRINI.
Los radicales trabajaron con la idea de tener su candidato a fin de este año, pero el devaneo del presidente entre aplicar el devaluado dedo electivo para conformar la fórmula cordobesa; las necesidades del ajuste y del programa del FMI, que requerían de acuerdos con el peronismo cordobés; y la fantasía de emerger fuerte e irresistible de la crisis económica demoraron la decisión. Mestre tensó, amagó, y buscó hasta que Rogelio Frigerio, el ministro que entiende de política en un espacio en el que la mayoría se mueve como un CEO, comprendió que no había otro camino para resolver las candidaturas cordobesas. En realidad, de acuerdo a fuentes del Congreso, Macri no quería a Mestre, por eso dio tantas vueltas al asunto. Ahora, el intendente de la capital es el que intenta conformar una lista de consenso y si no hay acuerdo entre mañana y el lunes, el comité provincia de la UCR podría definir ese día la fecha de una elección interna, que ya no será sólo del radicalismo, sino de toda la alianza opositora.
Se especula con una fecha probable entre fines de febrero y principios de marzo, con tope el domingo 17.
Anoche con el título de “Las mañas no se pierden; las elecciones, sí”, el comunicado de Cambiemos Córdoba, con la firma de Ramón Mestre, presidente de Comité Central de la Provincia de la UCR; Darío Capitani, presidente del Pro Córdoba; Gregorio Maqueda, presidente de Coalición Cívica Córdoba; y Ernesto Martínez, presidente del Frente Cívico de Córdoba, señalaba que la intención es el consenso. El texto dice lo siguiente:
“Hay que decirlo: lo que acaba de hacer Unión por Córdoba está mal y daña la democracia. Sin dudas, siguen con su plan de perpetuarse en el poder. Nosotros, en acuerdo con todos los partidos que conformamos Cambiemos en Córdoba”.
Tendremos un proceso consensuado para seleccionar a nuestros candidatos. A pesar del abuso de poder y del autoritarismo del Gobernador Schiaretti lideraremos un proceso que va a permitir transmitir la confianza para que los cordobeses le pongamos fin a 20 años de Unión Por Córdoba”.
“Tendremos un proceso consensuado para seleccionar a nuestros candidatos. A pesar del abuso de poder y del autoritarismo del Gobernador Schiaretti lideraremos un proceso que va a permitir transmitir la confianza para que los cordobeses le pongamos fin a 20 años de Unión Por Córdoba”.
“El peronismo, en sus diversas variantes, perdió terreno en todo el país. Ya sufrió una derrota por 20 puntos en la última elección”.
“Ahora, nos prepararemos para ganar nuevamente. Porque los cordobeses tenemos que ponerle fin a estas prácticas de una cancha que no sólo inclinaron, sino que dieron vuelta”.
“Son las mismas prácticas especulativas, corruptas y del manejo discrecional de la Justicia, de la cosa pública y ahora, también, de las reglas de juego de la democracia. Están desesperados porque ven que pierden poder”.
“Aún con la sorpresa y cambio de reglas de juego, desde Cambiemos Córdoba pondremos lo mejor para ganar la Provincia”.
“Hoy los sorprendidos somos nosotros y nosotras; pero en mayo, la derrota lo va a sorprender a Schiaretti y al peronismo de Córdoba”.
LOS CANDIDATOS
El alfonsinista Dante Rossi. Su sector dice que la fórmula debe ser 100% radical.
En la UCR están anotados Mestre, Mario Negri y el alfonsinista Dante Rossi, que adelantó que jugará con un esquema radical 100% y que considera la interna como inevitable. Mestre tratará de acordar una formula, pero su intención es ser el candidato a gobernador. De ese punto depende el consenso o la interna. Mario Negri, en tanto, trabajaba por la presentación de una fórmula acordada, basada en las encuestas, pero en principio no tendría el armado político suficiente, al menos comparable al de Mestre, para sostener su ambición en una eventual elección. Sólo una “cooperativa” contra el intendente cordobés le podría dar el suplemento que necesita si efectivamente se desata una interna.
Luis Juez volvió de Ecuador con ese objetivo, pero hasta anoche todo indicaba que no sería de la partida en la provincia, al menos como número 1 de la fórmula. Fuentes del Frente Cívico afirman que evalúa presentarse en la capital cordobesa, donde radica su mayor fortaleza. En el último tiempo limó sus diferencias con Mestre.
Mientras que Héctor Baldassi, del PRO, fue perdiendo con el correr de los meses su empuje inicial. Si bien estructuró equipos técnicos, terminó recostándose sobre el aparato partidario con el que había estado distanciado. Todo indica, entre las medias palabras de sus operadores, que el partido del presidente aspira en este contexto a ocupar las candidatura a la vice-gobernación y la vice-intendencia; y a cambio, liderar la boleta de diputados nacionales en octubre.
EL PERFIL
El segundo drama de Cambiemos será su perfil. Compite por el mismo electorado que Schiaretti, y deberá lidiar con un presidente desgastado por el escenario económico. Sin su ancho de espadas, los candidatos locales son, en el juego de truco, “los sietes bravos”, por lo que sólo factores exógenos, entre ellos la suerte o los errores contrarios, podrán darles alguna oportunidad. En ese marco, les será muy difícil imponerse. La oposición amarilla necesita alterar esa ecuación aparentemente cerrada si quiere tener una oportunidad en un escenario modificado por la crisis del país. Es decir, sin dejar de ser amarillo, deberá ser menos amarillo; o al menos, parecerlo. Por cierto, un desafío complicado.
—
Cómo comunicarse:
Redacción: [email protected]
Lectores: [email protected]
Equipo de Investigación: [email protected]
Sumate a un equipo que hace PERIODISMO COMPROMETIDO. Te invitamos a APOYAR a ENREDACCIÓN con una SUSCRIPCIÓN MENSUAL. La SUSCRIPCIÓN te permite participar de los premios y beneficios de EL CLUB DE LA NOTICIA. Más información en Suscripción Digital.
—
