La Cámara 9ª del Crimen de la Justicia cordobesa encontró culpable del crimen de Azul Montoro a Fabián Casiva y lo condenó a prisión perpetua por femicidio.
La joven trans de 24 años fue asesinada de 18 puñaladas en su departamento, en el mes de octubre de 2017.
Se trata del primer fallo judicial en el que se reconoce como femicidio al asesinato de la joven trans.
Ayer, el fiscal Gustavo Arocena había pedido la prisión perpetua para Casiva, que llegó al juicio acusado de homicidio calificado por femicidio, hurto calamitoso y daño (infracción a la ley Sarmiento por herir a una perrita).
“Fue un juicio muy respetuoso para la familia que sienta un gran precedente”, dijo Tomas Aramayo, abogado querellante de la familia de Azul.
Explicó sobre el caso, que estaban todos los componentes para ser un femicidio porque “Azul, a través del cambio de género era una mujer y así debe considerarse como elemento objetivo”.
“A su vez el resto del contexto, la violencia machista, la supremacía el desprecio, todo eso ha hecho que la calificación legal sea inamovible”, apuntó.
Alejandrina Torres, la mamá de Azul, con lágrimas en los ojos afirmó que “estoy contenta en parte. Se hizo justicia”.
Y agregó: “Es femicidio y que lo sostuvo bien el fiscal de Cámara. Hemos hecho historia por ella y que valga la pena su muerte”.
Junto con su marido agradecieron el apoyo de toda la gente durante el juicio.
Kitty Quispe, subdirectora de Políticas de Género de la Municipalidad y la primera funcionaria trans de la ciudad, indicó que “vengo no como funcionaria, sino para solidarizarme, porque los femicidios y crímenes de odio deben parar”.
EL CASO
Fabián Alejandro Casiva mató a Azul Montoro y luego atacó a una perra caniche que estaba en la habitación y que pertenecía a una compañera de la víctima. La apuñaló varias veces y le cortó una oreja. Al retirarse se llevó un teléfono celular y dinero.
La chica fue encontrada sin vida por una amiga que llegó al departamento a la madrugada. Con el correr de las horas notaron que Azul permanecía en línea en WhatsApp, por lo que iniciaron una videollamada para ver quién estaba del otro lado. Casiva respondió y su rostro quedó grabado. Horas más tarde fue detenido cuando intentaba internarse en una institución de salud mental.
La defensa del acusado había solicitado la absolución de Casiva. “Es inimputable por sus problemas psiquiátricos y por la supuesta inexistencia de la figura de femicidio y si su imputabilidad está en duda, se debe fallar a favor del acusado”, planteó.
En sus últimas palabras antes de conocer la sentencia, Casiva pidió disculpas a los familiares de Azul: “Sé que no le voy a poder devolver la vida, pero estoy arrepentido. No estaba en mis cabales. Lo lamento, de corazón. Sé que es un dolor muy grande”.