Luego de mantener profundos análisis críticos de la situación actual del sistema de salud y de la asesoría técnica de nuestra institución Regional Salud, nos damos cuenta de la gravedad que se avecina. El sistema se encuentra en crisis y de no mediar cambios conducirán a la quiebra.
Como bien lo difundieron los medios de comunicación, hace unas semanas, esta realidad se hizo evidente cuando las empresas de medicina prepaga intentaron duplicar sus tarifas. En ese momento, la sociedad en su conjunto, se preguntó por la gravedad de la situación, si las prepagas manifiestan que entrarán en quiebra, si esto sigue así, ¿Qué queda para las Obras Sociales que tienen ingresos que dependen directamente de un porcentaje del salario?
La desregulación de los costos de las prestaciones, frente a una demanda que no puede elegir qué medicamentos comprar o qué tipo de prótesis utilizar, reveló la crueldad de un sistema económico que hace que el sistema de salud sea insostenible tal como está concebido.
Además, la licuación de los salarios, tanto por la pérdida de su poder adquisitivo como por el aumento de los pagos no remunerativos, sin aportes, golpeó duramente a las obras sociales sindicales. Estas últimas perciben un porcentaje sobre los sueldos devaluados y deben enfrentar gastos bajo la lógica del mercado.
Los salarios se han convertido en la nueva variable de ajuste, afectando no solo a las obras sociales, sino también a la capacidad financiera de los sindicatos, la principal ayuda económica que sostiene, en el caso del SiReLyF, a Regional Salud.
En otras palabras, para comprender la gravedad de la situación: obras sociales que estaban equilibradas hasta el 10/12/2023, en tres meses, han tenido egresos que superan en un 90% sus ingresos.
Además, los fondos de alta complejidad, que antes eran cubiertos por la Superintendencia de Salud mediante un sistema de compensación, se concentraron en el AMBA. Esto quiere decir que el gobierno nacional dejó de dar coberturas a pacientes de alta complejidad, ya que el programa financiaba el pago de prestaciones médicas, prótesis, órtesis, material descartable y otras prácticas e insumos médico-quirúrgicas de alta complejidad. Esto incluye especialidades como neurocirugía, cirugía vascular, neumología, nefrología, dermatología, oncología, etc.
También el gobierno nacional, derogó el Sistema Único de Reintegro (S.U.R.), mediante el cual las obras sociales aportantes al fondo solidario de redistribución pueden solicitar la ayuda financiera de las prestaciones de alto costo y de baja incidencia incluidas en las resoluciones que lo regulan los reintegros de, HIV, Hemofilia, Hepatitis B y Hepatitis C y Drogadependencia, entre otras, Reintegro de insumos y prótesis Reintegro de trasplante de órganos. Además, la medida se efectivizó por medio de la sustitución del Sistema Único de Reintegros (SUR) a cambio del SURGE (Sistema Único de Reintegros por Gestión de Enfermedades), con la excusa de una digitalización y dinamización del proceso, pero dejando sin cobertura muchísimas enfermedades, de las que se destacan cáncer de ovario, hepatitis B, cáncer gastrointestinal, leucemia de células vellosas, leucemia linfática crónica, linfoma de células del manto y linfoma no Hodgkin folicular.
Este es un recorte de muchísima crueldad, se eliminaron 47 enfermedades de un total de 130. La medida podría implicar un agravamiento de la atención y la cobertura médica en las prestaciones de las obras sociales.
Para las obras sociales se trata de un soporte vital debido a las asimetrías en la cantidad de aportantes y al costo excesivo de determinados tratamientos y medicamentos, los cuales a su vez son totalmente inaccesibles para las familias trabajadoras.
Dado este panorama, el sindicato ha realizado esfuerzos extraordinarios para intentar superar esta situación. Como ustedes saben y fueron parte de tales decisiones, mediante su aval, en el Cuerpo General de Delegados, se dispuso del pago de deudas prestacionales por $240 millones en los primeros tres meses del año. Sin embargo, las cosas tal como están planteadas, son inviables.
La austeridad en la gestión de los recursos debe ir de la mano con la responsabilidad de todos los que formamos parte, todos debemos tomar conciencia de la gravedad de la situación. Esto significa que las Obras Sociales deben hacer frente a la cobertura de las prestaciones, exista o no reintegro del Estado, lo cual suele ser motivo de conflictos entre los afiliados y las obras sociales por la reticencia a cubrir tratamiento de altos costos, debido al progresivo desfase y desfinanciamiento.
Como dirigentes, debemos estar a la altura de este momento histórico y dramático de nuestro país. Sabemos que somos la variable de ajuste, pero también hemos aprendido que la lucha puede lograr cambios.
Mientras tanto, sólo manteniéndonos unidos y actuando con inteligencia, podremos evitar caer en el abismo.
Consejo Directivo del SiReLyF
—
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
SUSCRIBITE A ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE NOTICIAS DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.