Una protesta pacífica de jubilados, Abuelas de Plaza de Mayo, trabajadores del Hospital Garrahan, empleados del INTA, INTI, Vialidad Nacional, docentes universitarios y científicos fue duramente reprimida por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. La movilización, que coincidió con el debate en la Cámara de Diputados sobre el presupuesto universitario y los fondos para hospitales públicos, dejó un saldo de manifestantes y periodistas heridos, en medio de un operativo policial que incluyó gases lacrimógenos, camiones hidrantes y vallas perimetrales.

Desde temprano, las fuerzas de seguridad rodearon el edificio legislativo con un exagerado despliegue, que incluyó agentes de infantería y vehículos hidrantes. Pasadas las 16, la situación se agravó cuando la policía avanzó por la calle Paraná, rociando con gas lacrimógeno a un trabajador de prensa y disparando chorros de agua a presión contra quienes intentaban asistirlo.
Entre los agredidos estuvo el fotógrafo Rodrigo Abd, quien relató: “El chorro me pegó en la oreja y me tiró al piso. Es como un golpe seco, ahora no escucho bien, pero sigo trabajando”. También el periodista Diego Gómez, de Radio Digital, recibió gas pimienta en el rostro y debió ser auxiliado de urgencia, según mostró C5N.
La protesta reunió a diversos sectores afectados por recortes presupuestarios y políticas de ajuste. La Mesa Coordinadora de Jubilados exigió la derogación del veto presidencial al aumento de haberes y la prórroga de la moratoria previsional. Trabajadores del INTI llevaron informes para rechazar el cierre del organismo, mientras que los de Vialidad Nacional destacaron la importancia de su labor para la infraestructura y seguridad vial.
Desde el Hospital Garrahan alertaron sobre la emergencia pediátrica por la falta de recursos, y los universitarios reclamaron un aumento inmediato del presupuesto para garantizar el funcionamiento de las universidades públicas en el segundo semestre.
La represión no solo alcanzó a los manifestantes, sino también a los trabajadores de prensa. Cámaras de televisión captaron cómo un camión hidrante apuntó directamente contra periodistas y fotógrafos, claramente identificados, que protegían a una persona afectada por gas pimienta. A pesar del impacto, los reporteros formaron una ronda para resguardar a la víctima y lograron trasladarla a un lugar seguro. Varios medios y periodistas denunciaron en redes sociales las agresiones sufridas, en una jornada que se suma a la recurrente violencia policial contra la prensa durante las protestas frente al Congreso.
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