Sergio Massa fue ratificado ayer por el Frente Renovador como candidato presidencial y le dio libertad de acción para negociar un frente con el peronismo y el kirchnerismo. “Yo estoy para liderar si me toca liderar, pero también estoy para empujar el carro desde donde sea”, dijo frente a más de 750 congresales.
“Soy consciente de la necesidad de trabajar para ampliar una coalición opositora que pueda ganarle a (Mauricio) Macri en las elecciones de octubre”, disparó el tigrense. De su discurso se desprende un dato sustantivo: no nombró a ninguno de sus socios de Argentina Federal, esto es, Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, y Miguel Ángel Pichetto. Y tampoco lo hizo con Argentina Federal, su marca hasta ayer.
“Nos vienen apurando a fuerza de rumores y especulaciones, pero la última palabra la tiene este Congreso, que hoy definió un mandato. Este tipo de decisiones no se pueden tomar adentro de un despacho”, destacó Massa, y agregó: “Mientras otros espacios deciden a dedo, sin escuchar a sus compañeros, nosotros elegimos democracia”.
Apuntó que “todo el tiempo me buscan trabajo. No busco trabajo; tengo trabajo. No busco un cargo. No necesito de un cargo público para expresar mis ideas, para vivir mi vida. Busco representar compañeros y una idea de país”.
Insistió enseguida en que “hay una firme voluntad de construir una mayoría opositora para ser alternativa al gobierno”.
Planteó más adelante que “estoy para liderar si me toca liderar, pero también estoy para empujar el carro desde donde sea, porque tenemos la responsabilidad de reconstruir nuestra Patria”.
Expresó que no hay que caer “en la trampa del debate de nombres. Tenemos que mostrar a los argentinos un programa de gobierno”.
También criticó al presidente. “Llegamos hasta acá porque el gobierno de Macri fracasó. No fracasamos los argentinos, fracasó Macri, fracasó su gobierno y fracasó el supuesto mejor equipo de los últimos 50 años”.
Explicó que “estamos frente a la pobreza más alta de la década, que aumentó la diferencia entre los que más y los que menos ganan, las Pymes llevan 16 meses de caída consecutiva y la desocupación vuelve a rozar los dos dígitos”.
Siguió diciendo que “el salario promedio en dólares está en el punto más bajo de los últimos 10 años y en 2018 la inflación fue la más alta de los últimos 27 años”.
Por último, aseguró que “el Gobierno apostó a la timba y la especulación financiera, y no a la producción del trabajo. Nos volvió a poner de rodillas frente al Fondo Monetario Internacional”.