(Por Pablo Tissera *). Para darle batalla al capitalismo financiero internacional, siendo el FMI uno de sus fieles exponentes como reproductor de la hegemonía neoliberal mundial hoy en crisis, debemos tener la fuerza suficiente para ganarle la pulseada y sostener una transformación social y económica que cimente una sociedad con soberanía política, democracia participativa, independencia económica, equidad distributiva y justicia social.
La deuda que Argentina tiene con el Fondo Monetario Internacional fue acordada y tomada ilegítimamente por el ex presidente Mauricio Macri, por un monto de U$S 55 mil millones a cambio de alineamiento político y económico, un crédito que además era imposible de pagar como estaba previsto. Siguiendo al diputado nacional y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados Carlos Heller el acuerdo fue el menos malo para las y los Argentinos comparado con lo que hubiese significado el inminente default.
Con la refinanciación de la deuda macrista sólo ganamos tiempo, sin mayores condicionamientos por parte del FMI. Ahora tenemos un año y medio para encauzar y profundizar el rumbo iniciado el 10-12-19 con Alberto y Cristina Fernández, tenemos hasta las próximas elecciones nacionales para generar las condiciones de apoyo mayoritario a un gobierno de carácter nacional, popular y democrático. Encauzar significa llevar bienestar social y económico al conjunto de la ciudadanía, informándola e involucrándola en un proyecto de país para todos y todas.
Debemos ejecutar políticas públicas activas, con un Estado más presente que nunca garantizando viejos derechos y conquistando nuevos para las mayorías. Con políticas orientadas al crecimiento económico, a la generación de trabajo, a la inclusión social, a la producción nacional. Políticas que reformen el sistema impositivo haciéndolo más progresivo, que transformen el sistema financiero poniéndolo al servicio de las necesidades de la ciudadanía, que modifique el sistema sanitario integrando lo público con la parte privada.
Con estos conceptos, con la ejecución de éstas políticas públicas como tantas otras igualmente de necesarias, con el tiempo ganado por la refinanciación, tenemos la oportunidad de salir de la crisis social y económica generada por la doble pandemia, la neoliberal macrista que nos empobreció y endeudó y la del coronavirus. Tenemos la posibilidad de entusiasmar y hacer parte al pueblo Argentino de trabajar por un modelo productivo con inclusión social, por un proyecto nacional con igualdad y equidad, que lejos de las operaciones de los medios masivos de comunicación de la derecha y los obstáculos que nos pone en el camino una parte de la justicia funcional al poder, nos permita consolidar un frente político más unido que nunca respetando su diversidad.
Por último, finalizo este breve escrito recordando a un gran dirigente social y político, el compañero Floreal Gorini y que sus ideas pueden aportar y mucho en este contexto. Él nos decía siempre que para lograr cambios profundos en nuestra sociedad camino a la igualdad y la solidaridad debemos tener en cuenta que la madre de todas las batallas es la cultural, que otro mundo mejor es posible si la gente quisiera y lucha para conseguirlo.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y secretario General del Psol Córdoba en el Frente de Todos.
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