(Por Pablo Tissera *). Uno de los principales problemas que aquejan a los Argentinos y Argentinas en general y a les Cordobeses en particular es la crisis económica y el flagelo de la inflación, hoy rondando en el 3% mensual en sentido decreciente en estos últimos meses gracias a políticas públicas de regulación de precios y procesos. Si analizamos las causas que provoca el incremento indiscriminado de los precios, vemos que la problemática es multicausal, pero nos detenemos en lo que podríamos denominar una de las principales: los formadores de precios en las cadenas de valor.
En el proceso productivo del rubro alimentario hay grandes grupos económicos concentrados, monopolios u oligopolios, distribuidos en distinto puntos de la cadena de valor. Éstos tienen el poder de poner/formar precios en función del concepto de la maximización de las ganancias bajo la ley de la oferta y la demanda, una mirada neoliberal que pretende un Estado Ausente que no interceda en su objetivo.
El sistema capitalista neoliberal financiero no tiene en sus prioridades atender las necesidades del ser humano, su modo de producción y acumulación es tan salvaje que el trabajo termina siendo la principal variable de ajuste y la especulación financiera está por encima de cualquier modelo productivo con justicia social y cuidado del ambiente.
En los próximos días se lanzará el programa CAMPO ABIERTO, iniciativa llevada adelante por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), una política pública del gobierno nacional que pretende promover la producción de alimentos de alta calidad desde las cooperativas y afirmar su distribución por parte de las mutuales. Ésta propuesta que permite profundizar el rumbo iniciado por Alberto y Cristina a fines de 2019, tiene por finalidad generar precios de referencia hacia la baja en los alimentos que permitan disputar mercado a los grupos concentrados, y con ello ayudar a reducir la inflación, como así también fortalecer el proceso de integración del cooperativismo y el mutualismo, un sector que debe lidiar con la baja escala de producción, la falta de una base financiera y altos costos de distribución y comercialización.
En la provincia de Córdoba hay decenas de experiencias que funcionan exitosamente. Existen mutuales con proveedurías mayoristas y minoristas en Alejo Ledesma, Monte Maíz, La Para, Marull, Arias, Río Primero, Balnearia, Villa María, La Tordilla, La Cumbrecita, entre muchas otras localidades.
Río Cuarto, para tomar un caso cooperativo, desde el año 2013 cuenta con la Cooperativa de Consumo y Vivienda Mercosol, que comercializa productos de la agricultura familiar. También encontramos muchísimos emprendimientos productivos alimenticios, varios de producción agroecológica, provenientes de la economía popular.
En fin, queda claro que la ciudadanía necesita de un Estado Presente que permita regular la economía directa o indirectamente en los procesos productivos en pos del bien común y la igualdad social, promoviendo la economía social, solidaria, popular articulada estratégicamente con la economía pyme, y así, poder caminar hacia la vida que queremos con más trabajo, más producción local, más inclusión y más justicia social para todas, todos y todes.
* Pablo Tissera es dirigente Cooperativista, secretario General Psol Córdoba y candidato a diputado nacional Frente de Todos (FdT).
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