(Por Pablo Tissera *). El presidente Javier Milei después de la abrumadora votación en favor de la ley de movilidad jubilatoria en el Senado de la Nación, con 61 votos a favor, 8 en contra y 1 abstención, haciendo uso (o abuso) de sus facultades constitucionales firmó el veto a la misma.
De esta manera pretende impedir que 7 millones de jubilados, de los cuales 5 millones se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, recuperen algo, ojo que no es todo tampoco, de lo perdido en estos 8 meses de gestión neoliberal, estamos hablando de una pérdida real acumulada del poder adquisitivo de diciembre del 2023 a la fecha del 20%.
Esto bajo el argumento de que la gente lo votó para lograr el Déficit Cero, olvidando que también la gente lo votó con la promesa que la ciudadanía no iba a pagar el ajuste sino la denominada “casta”. Sin dejar de tener en cuenta que el mismo ajuste a las y los jubilados podría haberse (y puede) compensado con dejar como estaba la rebaja al impuesto a los bienes personales de los que más tienen o cobrando lo mismo que a cualquier empresa nacional a quienes inviertan en el país bajo el RIGI.
Pero la ciudadanía no está quedando quieta, poco a poco comienza a demostrar su descontento, se moviliza y exige su derecho a una vida digna.
EL IMPACTO EN LOS BOLSILLOS
Dejarían de ingresar entre 40 y 50 pesos a los bolsillos de jubilados y jubiladas, con una mínima al día de hoy de $300 mil, en un contexto en el que la situación social y económica es grave, con un alto número de personas en situación de pobreza e indigencia, con un mercado laboral a la baja, con despidos y suspensiones, y con un sector productivo nacional que se encuentra en un mercado interno en pleno enfriamiento, con pymes y en esto no dejo a las cooperativas fuera del análisis, que cierran o se achican.
Sumado a esto, la situación se complica más aún con el retiro de subsidios a los medicamentos, quedando además cada laboratorio con la libertad de poner los precios que considere, siempre sobre la base de que al ser empresas multinacionales privadas que buscan maximizar sus ganancias, su lupa estará lejos de las reales necesidades de las y los jubilados, agregando a ello que no estará el Estado para regular dicha situación en pos del bien común.
EL AJUSTE VIENE ACOMPAÑADO DE REPRESIÓN
Esta semana se movilizaron jubilados y jubiladas en Plaza de Mayo para decirle no al veto presidencial, pero claro está que el ajuste viene acompañado por la represión ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. El objetivo es simple, impedir el derecho a la protesta popular bajo la imposición de miedo. Pero lo que estamos viendo es que cada semana se suman las movilizaciones y las protestas, aunando así esfuerzos para la unidad política en las calles y en el Congreso.
LA CAMPAÑA DEL MILLÓN DE FIRMAS
Se van sumando iniciativas que acompañan la movilización y la disputa en el Congreso, entre ellas tenemos la campaña del millón de firmas, que pretende darle músculo político a la protesta y al debate, además de ser una excelente herramienta para conversar con cada vecino y vecina sobre el nefasto rumbo del ajuste empobrecedor.
Son tiempos de encuentro, unidad en la acción y organización, el pueblo unido jamás será vencido.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y presidente del Partido Solidario Córdoba.
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