A quemar las naves en Córdoba. El equipo de Facundo Muller fue superado nuevamente por el tricampeón, al caer por 78 a 74 en el Polideportivo Roberto Pando. “La Gloria” padeció el mal tercer cuarto en defensa, y no le alcanzó la reacción sobre el final para llevarse un juego de Buenos Aires. El goleador fue Gastón Whelan con 21 puntos, mientras que Dar Tucker terminó con 20 unidades. La serie está 2 a 0 a favor del “Ciclón” y continua el martes en el Ángel Sandrín.
Para ganarle al campeón, hay que tirarlo a las cuerdas dice la famosa frase de boxeo. En este caso, se puede aplicar al básquet, ya que Instituto nunca pudo quebrar a San Lorenzo en los dos primeros juegos y se vuelve a Córdoba con las manos vacías. Es más, en los dos juegos solo pudo estar al frente en una oportunidad (3 a 2 en el primer cuarto del juego 1) y el resto de los 80 minutos disputados en Buenos Aires la peleó desde atrás.
Anoche, el juego fue más intenso que hace dos días. En parte por el gran partido del “Ciclón” y en parte porque “La Gloria” salió decidida a jugarle de igual a igual. Con mayor agresividad y determinación para ir hacia el aro, Instituto dominó la zona pintada y no necesitó de los triples para mantenerse en juego. En ese primer tiempo, los cordobeses lanzaron un 14% (1/7) de tres puntos, pero anotaron más puntos en la pintura que su rival: 20 a 10.
La ventaja que sacó San Lorenzo para irse al descanso fue de 34 a 29. Un marcador similar al del primer juego, con bajo goleo y un trámite muy parejo. La diferencia estuvo en que los porteños estuvieron más afilados desde la larga distancia, ya que conviertieron 6 triples (18 puntos). Es decir, que cada uno hizo negocio en dos rubros distintos: Instituto desde la penetración y el poste bajo; “El Ciclón desde el perímetro.
La cosa cambiaría drásticamente a la salida del vestuario. Sin la misma precisión en los primeros ataques, el equipo cordobés sufrió en los primeros cinco minutos una racha de 16 a 3 a favor de los de Boedo. En este tercer cuarto, la clave fue la defensa de San Lorenzo, que le cerró las vías de gol que había encontrado en la pintura antes Instituto. De esta manera, el parcial final fue de 26 a 15, para terminar 60 a 44 arriba.
El clima era ideal en el Roberto Pando. La gente alentaba sin parar recordando la vuelta a Boedo y los jugadores locales sonreían ante la inminente victoria. Pero se olvidaron de que en frente estaba el segundo mejor equipo de la temporada. Sin bajar los brazos y con “la verguenza deportiva” afirmó Muller después del partido, “La Gloria” reaccionó de la mano de Gastón Whelan. El base le imprimió rebeldía al juego albirrojo, demostrando toda su categoría con seis puntos consecutivos (dos bandejas espectaculares), que pusieron al equipo de vuelta en juego.
El fantasma del primer partido apareció y los cordobeses lo aprovecharon. Los tiros que antes entraban y los puntos fáciles que tuvo el local, comenzaron a no entrar. La tensión se apoderó del ambiente cuando la visita se puso a un punto con otro golazo de Whelan, y la hazaña se sentía. Pero el campeón despertó de la mano de un cordobés. José Vildoza que no había sido determinante, apareció con un triple NBA para desatar la locura en el Pando. A partir de ahí, el dominio volvió en manos del local que cerró la historia con el arma que más le gusta a Instituto: el triple.
Boedo respira y disfruta del dominio de su equipo. San Lorenzo está a dos juegos de alcanzar el tetracampeonato, algo que ningún club logró antes. Ahora bien, deberá viajar a Córdoba para conseguirlo y más precisamente al Ángel Sandrín. En su cancha, “La Gloria” ha construido una fortaleza, donde solamente perdió en dos ocasiones (Boca y San Lorenzo) en la fase regular, pero que se mantiene invicto en Playoffs.
Veremos si el equipo cordobés se recupera del impacto y del dominio sufrido a lo largo de todo el año por “El Ciclón”. De los cuatro partidos que disputaron, todos fueron para los porteños, demostrando que siempre fueron el mejor equipo. Entonces, la rebeldía acompañada del empuje de la gente, serán fundamentales para Instituto, que necesita ganar ambos juegos para seguir soñando en grande.
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