El proyecto de repudio al mobbing y discriminación que sufrió la sargento Mariela Chávez, que es obesa, de parte de dos jefes policiales de la Unidad Regional San Justo, fue pasado a comisión, con el voto del bloque de Hacemos por Córdoba que responde al intendente Ignacio García Aresca (Partido Justicialista) y al cierre de esta nota no tenía fecha de tratamiento.
La iniciativa fue presentada por el concejal Andrés Romero (Frente de Todos) la semana pasada y fue enviada a comisión. Ante la consulta de este medio, el edil precisó que el proyecto no tiene fecha para su consideración.
Mientras que los denunciados son el jefe de operaciones de la Unidad Regional, el comisario Rubén Caporali, y el jefe de Recursos Humanos, el también comisario, Ariel Figueroa. Caporali es el número 3 de la fuerza de seguridad en la región.
Normalmente, en San Francisco, el pase a comisión de un proyecto, es literalmente el cajoneo del mismo, y su tratamiento nunca se produce.
Según la distribución de cargos resultante de la elección, Hacemos por Córdoba, que sumó casi el 46% de los sufragios y reúne a 7 de los 12 concejales. Por lo tanto, el funcionamiento del cuerpo deliberativo se habilita sólo por decisión de la mayoría oficialista.
Otra particularidad del cuerpo deliberativo de la quinta ciudad de la provincia, es que las primeras cuatro autoridades son de la fuerza mayoritaria: presidente, vicepresidente 1°, vicepresidente 2° y vicepresidente 3°. Ocupan esos cargos, Gustavo Javier Klein, Claudia Maine, Matias Leandro Beccaría y Gustavo Bocca, respectivamente. Recién como vicepresidente 4° aparece María Cecilia Roffe de Córdoba Cambia, que es la segunda fuerza política de la ciudad con tres ediles.
Romero repudió el mobbing y discriminación que sufrió la policía y apuntó que “ante la denuncia pública y formal de una sargento de la ciudad en contra de sus jefes por agresiones psicológicas y misóginas es que se fundamenta el repudio”.
Argumentó que “la perspectiva de género es un eje transversal que nos interpela como sociedad, como país, y como Estado. La cuestión de género, en el plano formativo, debe estar presente en las fuerzas de seguridad, siendo esto no solo una declaración enunciativa, sino una obligación y una realidad que debe estar plasmada en todas las instituciones del Estado”.
Dice finalmente que “es nuestro deber como representantes institucionales garantizar la erradicación de todo tipo de violencia y/o discriminación contra las mujeres, tratando de generar herramientas y construir sentidos comunes, que cuestionen la desigualdad y la discriminación, adecuando las prácticas concretas y cotidianas de cada una de las instituciones democráticas”.
LA DENUNCIA DE CHÁVEZ
Chávez, por su parte, denunció ante el Tribunal de Conducta que sufrió “mobbing” por padecer obesidad y discriminación por su condición de mujer y responsabilizó de las agresiones Caporali, y a Figueroa. Los dos jefes policiales continúan prestando funciones a pasadas dos semanas de la presentación. El Tribunal de Conducta no ha tomado aún ninguna medida de protección de la denunciante.
Cabe recordar que la mujer, que padece obesidad, tiene 34 años, es madre dos hijos y policía desde hace una década. Ingresó a la fuerza policial diez años atrás y se desempeña en el Centro de Control Operativo (CCO) de la Unidad Regional Departamental San Justo, en San Francisco.
El “mobbing consiste en una agresión psicológica con una dirección específica hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico, su destrucción psicológica y/o su egreso de la organización empresarial. Se trata de un proceso destructivo sutil que tiende a desacreditar o dañar al trabajador; es un atentado a la dignidad, a la salud física y psicológica del trabajador”, según describe en su denuncia Chávez.
A su vez, la policía, en su presentación, describe dos hechos para mostrar la agresión que sufre:
-En uno, Caporali le dice a un empleado municipal que estaba con la mujer, en un control de tránsito para prevenir el acceso de personas de otras localidades a San Francisco, en el marco de la pandemia de coronavirus: “Viste cómo en la Policía las mantenemos bien alimentadas”. Durante la conversación con el trabajador municipal, el comisario inspector habría hecho otras manifestaciones discriminatorias.
-Y en el otro, cuenta un dialogo del jefe de personal de la Unidad Regional San Justo, el comisario Figueroa, con una cabo, a través del teléfono del 101 –emergencia policiales-: “Decile a la Gorda esa que saque el móvil a la calle”.
>> COBERTURA
VER Mobbing en la Policía: La presidenta del Tribunal de Conducta se defendió del pedido de apartamiento.
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