La hinchada de Instituto lo adora. No sólo por su capacidad de jugador desequilibrante, sino por su carácter contagioso. A Dwayne Davis le gusta el calor de los fans cuando juega de local y se entrega a una pasión que pocos jugadores despiertan. Anoche, al final de un partido electrizante, ENREDACCIÓN conversó con él a un costado del rectángulo de juego. A continuación sus principales reflexiones.
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¿Cómo viviste el partido?
Sentí este partido como cualquier otro, pero el crédito de mi desempeño va para mis compañeros, que siguieron confiando en mí a pesar de no estar certero en los primeros lanzamientos. Tenemos un gran grupo de jugadores y un gran cuerpo técnico, entonces la identidad de este equipo se basa en pasarse la pelota siempre confiando en que el compañero tomará la mejor decisión. Hoy fue mi noche, y mis compañeros tienen todo el crédito de que haya sido así por haberme dado el balón.
En un momento, luego de encestar un triple clave, señalaste la cancha y dijiste “Esta es mi casa”, ¿fue sólo un instante del partido o realmente te sientes como en casa?
Tu sabes, cuando llegamos a esta cancha sabemos que estamos defendiendo nuestra casa y es por eso que hay que dejar lo mejor de cada uno de nosotros, especialmente cuando estamos aquí. Me encanta Córdoba como ciudad y también admiro mucho Argentina como país. No sólo eso, sino que me encanta jugar ante los fans, que en este lado del mundo son muy rudos; entonces tu sabes, tomar el tiro en grandes momentos me encanta.
¿Cómo es la expectativa de cara a los Playoffs?
Muy tranquilo, hay que ir partido a partido, porque esta es una liga muy dura. Cualquiera le puede ganar a cualquiera, por eso hay que estar listos para el que venga.
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